Eso ha descubierto la prensa en Inglaterra e Irlanda. Varias de las tiendas pasado el control de seguridad, no sólo las de duty-free, tienen la costumbre de pedir al comprador la tarjeta de embarque para comprobar si viajan dentro de la Unión Europea o a otros territorios.
En ese último caso, lo que ha descubierto The Independent es que las tiendas cobran el mismo precio que a los viajeros de la Unión. Cuando no deberían aplicarle el IVA. Ese IVA pasa inmediatamente a engrosar los beneficios de la tienda. Los supuestos descuentos aeroportuarios se convierten así en un 20% (en el caso inglés) de recargo ilegal.
¿Me afecta a mí?
En principio, a los viajeros Inglaterra-España o viceversa (o cualquier otra ruta dentro de la UE), esto no les afecta. Pagamos el IVA dentro de todos los vuelos comunitarios. Pero sí en el caso de vuelos de enlace o demás. Una medida que ha puesto en pie de guerra a los consumidores/viajeros británicos y al ministro de Hacienda del país.
El día 8 de agosto, The Independent destapaba el tema: las cadenas Dixons, Boots y WHSmith, entre otras, practican un fraude multimillonario. Las franquicias de las tres cadenas en los aeropuertos (que supuestamente ofrecen siempre mejores precios en los aeropuertos, a todos los viajeros) piden sistemáticamente la tarjeta de embarque con cualquier compra, sin dar explicaciones. O indicando que es para "fines estadísticos" o "validar el descuento", según el caso.
Estas franquicias, a diferencia de las Duty Free, muestran precios unitarios para los viajeros, que presumen de incorporar las ventajas fiscales para todos los viajeros, comunitarios o no. Pero el verdadero motivo para pedir la tarjeta de embarque era para embolsarse el IVA de lo que vendían a los viajeros no-UE. Cuando, en realidad, lo que deberían hacer es informar al cliente que tiene derecho a la devolución del IVA en ese mismo momento.
¿Funciona igual en los aeropuertos españoles?
No tenemos constancia de que en las tiendas de los aeropuertos españoles se requiera la tarjeta de embarque. Hemos hablado con varias tiendas de nuestros aeropuertos y nos han confirmado que en sus establecimientos no se lleva a cabo la práctica. También, en dos casos, que ignoraban el revuelo sucedido en el Reino Unido.
En parte porque daría un poco igual en el caso español. En nuestros aeropuertos, son las tiendas acogidas al régimen duty-free las que tienen permiso para vender productos exentos de IVA, no el resto. Para el resto, los extranjeros sí tienen derecho a la devolución de IVA, ya sea en el aeropuerto o en las ciudades... siempre que las facturas no tengan más de tres meses y superen en conjunto los 90,16 euros.
Pero el procedimiento es deprimente: hay que acudir al puesto de la Guardia Civil del aeropuerto, sellar allí las facturas y mandarlas por correo individualmente al domicilio fiscal de cada vendedor, que se encargará a posteriori de devolver el dinero.
¿Qué están haciendo los viajeros británicos?
Cabrearse. Y mucho. Varios pasajeros frecuentes de vuelos internacionales -incluyendo a ejecutivos y figuras más o menos públicas en las redes sociales- se han mostrado en masa en contra de la práctica, recomendando no mostrar la tarjeta de embarque en ningún establecimiento. Duncan Bannatyne, el dueño de los hoteles y spa del mismo nombre, animaba en Twtitter a negarse a mostrar la tarjeta, incluso aunque volase dentro de la UE
La medida de presión intenta que las tiendas dejen de aprovecharse de los viajeros y no puedan acceder a las pingües cantidades de IVA recaudadas ilegalmente. Las cadenas se han defendido diciendo que los empleados se extralimitaban al "requerir" -no exigir- la tarjeta de embarque, pero el mismo The Independent revelaba que algunos viajeros tienen problemas para efectuar sus compras si se niegan. Algo que este mismo redactor puede confirmar: en el WH Smith de Heathrow (Londres) se cabrearon bastante cuando me negué a enseñar mi tarjeta de embarque, hace unos meses.
¿Y el Gobierno británico?
El ministro de Hacienda, David Gauke, ha sido contundente:
La exención de IVA en los aeropuertos es para reducir los precios para los viajeros, no un dinero caído del cielo para las tiendas
World Duty Free (antigua Aldeasa, que controla decenas de tiendas en aeropuertos de toda la UE), también han declarado la diferencia entre sus establecimientos, que calculan el precio en el momento de mostrar la tarjeta, y las prácticas de las otras cadenas. La consecuencia inmediata es que los precios en las tiendas de los aeropuertos británicos pueden cambiar de golpe para compensar la inminente "entrada forzosa" en la legalidad.
Sobre todo cuando han quedado en evidencia: Harrods y otras cuantas cadenas más implementan sin problemas la exención de IVA (para todos los viajeros, en algunos casos) y el doble modelo de precio en los mismos aeropuertos en los que las tres acusadas ponían en práctica este modelo de estafa a gran escala.
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