Dicen que no hay mayor muestra de admiración que la imitación. Que los artistas se caracterizan por su capacidad para saber robar el contenido adecuado. Estamos seguros de que Picasso, Banksy o Tarantino estarían muy conformes con esta premisa. Posiblemente Diana Alexa también.
Lauren Bullen y Jack Morris son dos instagramers y viajeros que recorren los cinco continentes buscando fotos refrescantes, cargadas de estilo y un alto nivel de calidad fotográfica. Sus dos millones de seguidores constatan cómo se pasan cada día de sus vidas viajando, y desde sus múltiples cuentas en las redes sociales han ido subiendo en estos meses fotos de su paso por Italia, Marruecos o La India. Y aquí viene lo interesante: una desconocida llamada Diana Alexa está replicando las mismas fotos que la pareja se hace.
La imitadora ha seguido sus pasos alrededor del mundo para realizar las mismísimas fotografías de la pareja. ¿Simplemente va a los mismos sitios? No, su nivel de detalle enfermizo da un poco de miedo. Plagia el emplazamiento, la posición de la cámara y sus cuerpos, los accesorios que salen en la imagen, la frase con la que los viajeros acompañan sus fotos… A veces Alexa va tan lejos que, como cuenta Bullen, le copia la ropa. Y sí, como instagramer, ella a veces publicita el modelo y marca de sus prendas, pero como ha explicado, la imitadora averigua y consigue incluso sus prendas “anónimas”, esas de las que no dice de dónde ha sacado.
Parece que Alexa vive por y para ponerse en la piel de Lauren Bullen y su novio, y eso ha molestado a la joven estrella, que lo ha publicitado a través de Instagram Stories. En un artículo de su blog ha explicado el diálogo que ha mantenido con esta admiradora a la que no conoce de nada.
“Creo que se equivoca a la hora de enfocar el problema. No es cuestión de cuántos followers tenga cada uno, sino de que estás robando y copiando el estilo de alguien a un nivel escalofriante. Aún no estoy del todo segura de qué es lo que esa tipa pretende conseguir con todo esto. Si lo que quería era atención, la ha conseguido”, explicaba la viajera.
Aunque le pidió que dejara de realizar esas actualizaciones, ya que sentía que la estaba plagiando, Diana Alexa respondía de forma negativa. A fin de cuentas, ella "sólo tenía 1.000 seguidores" frente a los cientos de miles de la profesional. Además, según la seguidora, hay mucha gente que imita de una forma u otra a sus ídolos de Internet. Bullen dice, claro, que lo que le está pasando a ella está a “otro nivel”.
Rondan por Internet un par de teorías sobre lo que esta malrrollera puede estar pretendiendo al seguir y replicar a la intagramer. Según unos, podría ser un segundo equipo de la agencia de fotógrafos a los que contrata la pareja en sus viajes para conseguir viralizarse (desde luego, las copias de fotos están muy bien hechas). Por la otra, serían los mismos Bullen y Morris los que habían contratado a la chica para que les siguiera y, ahora, publicar esta historia para crear algo que llame la atención de sus followers y tal vez le consiga otros nuevos.
Por nuestra parte, lo único que podemos hacer es alegrarnos de no ser lo suficientemente interesantes para que nadie intente suplantar nuestra identidad.
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