Los ejércitos han abrazado a la realidad virtual como el camino más corto hacia la experiencia en combate. Cada vez es más habitual que las instrucciones militares incluyan ejercicios simulados en entornos bélicos. Su dinámica es similar a la de los populares videojuegos del ramo, incluso en una de sus características más molestas: el fuego amigo. Lo acaba de descubrir un soldado británico en pleno ejercicio VR.
¿Qué? Lo cuenta The Telegraph. Durante una simulación de combate, un subordinado del Tercer Batallón del Ejército Británico decidió cargar contra su propio equipo. Al iniciar el ejercicio abrió fuego contra las réplicas virtuales de sus compañeros. El resultado fue una masacre (simulada) que tuvo consecuencias reales para el rebelde: ha quedado sancionado y suspendido por insubordinación.
¿Por qué? Por aburrimiento. Según fuentes internas del batallón, los soldados llevaban dos semanas delante de los ordenadores "fingiendo que estaban en un escenario urbano hostil". La simulación se desarrollaba dentro de las oficinas del ejército y gran parte de los participantes anhelaba experiencias reales, al aire libre. Tras una decena de días virtuales, la suspensión de la realidad se interrumpió.
Uno de los soldados decidió que ya no merecía la pena tomarse en serio el ejercicio. Y disparó contra sus compañeros.
La tendencia. Es un hecho singular. Hasta ahora, los subordinados se rebelaban en acciones de combate real o en campos de entrenamiento físicos. No en un videojuego. Lo cierto es que puede ir a más: el ejército británico lleva desde 2015 experimentando con diversos proyectos de realidad virtual, ya sea simulando campos de batalla o urgencias médicas a bordo de un helicóptero en movimiento.
El abanico de recursos VR se ha ampliado. Son útiles para replicar experiencias reales.
En EEUU. El ejército estadounidense es el mejor ejemplo. Su relación con la realidad virtual se remonta a principios de esta década, y durante los últimos años ha iniciado un ambicioso programa llamado Synthetic Training Environment. Se trata de un gigantesco ecosistema simulado cuyo objetivo a largo plazo es replicar cualquier rincón del planeta. Los soldados podrán entrenar sobre escenarios reales pese a no haberlos pisado jamás.
Hasta ahora, las simulaciones eran limitadas, y proyectaban escenarios aproximados (montañas similares a las afganas, no las montañas de Afganistán). El programa del ejército ya es capaz de proyectar lugares físicos. Corea del Norte, Las Vegas o Nueva York.
Largo plazo. Las ventajas son evidentes: no es lo mismo desplegar una operación militar sobre un terreno incierto que sobre uno ya conocido (gracias a la realidad virtual). Se espera que el STE estadounidense proyecte millones de "entidades inteligentes" en los escenarios simulados, dotando de mayor verosimilitud. A largo plazo, esto permitirá a los ejércitos prepararse mejor para cualquier situación y eventualidad.
Incluyendo a soldados rebeldes.
Imagen: Army