Canarias ha dicho basta al turismo descontrolado. En un alarde de fuerza y capacidad de convocatoria, el sábado decenas de miles de personas —60.000, según la Delegación del Gobierno— salieron a la calle en las diferentes islas del archipiélago bajo la consigna de "Canarias tiene un límite" y con una intención clara: mostrar su rechazo a lo que consideran un modelo turístico "depredador" que sobrecarga las islas. Entre otras medidas, piden una moratoria que frene la apertura de nuevos pisos de vacaciones o la implantación de una ecotasa.
Ese último guante lo ha recogido ya la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, que ayer abogó por cobrar a los turistas que quieran visitar espacios naturales. "Tenerife no puede ser un parque temático", clama.
Una tasa "finalista". Apenas dos días después de las protestas en el archipiélago, con réplicas en otras ciudades, como Madrid, Barcelona o incluso Londres, la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, se mostró partidaria ayer de cobrar a los visitantes que quieran acudir a los espacios naturales de la isla. Lo hizo durante su intervención en varias entrevistas, en las que la dirigente de Coalición Canaria (CC) dejó algunas pinceladas —aún poco definidas— de una posibilidad de la que, reivindica, "llevamos hablando desde hace tiempo".
Durante sendas entrevistas con las cadenas SER y COPE, la presidenta tinerfeña abogó por el cobro de una ecotasa de carácter finalista, por lo que todos los fondos que se recauden se usarían para "preservar, proteger, aumentar la sensibilidad u tener muchos más medios". En concreto Dávila puso el foco en puntos emblemáticos, como el Parque Nacional del Teide, Anaga o Masca.
"Poner límites a la entrada". La responsable del cabildo insiste en que es favorable a "cobrar por entrar a los espacios naturales y poner límites a la entrada". A modo de referencia, en 2017 el Parque Nacional del Teide, declarado Patrimonio de la Humanidad, recibió alrededor de 4,1 millones. Hace dos años el dato se había elevado ya, según la SER, hasta los 4,3 millones. "Soy absolutamente partidaria de cobrar, siempre con un carácter finalista, por entrar al Parque Nacional del Teide y limitar el acceso porque tiene la capacidad de carga que tiene", remarca Dávila.
La idea de cobrar a quienes lo visitan no es del todo nueva, ni Dávila ha sido tampoco la única en hablar sobre ella. Hace solo unos meses, en septiembre, el vicepresidente del Cabildo se mostraba dispuesto también a implantar una tasa para acceder al monte Teide: "No me parece un disparate, ya se da en otras zonas turísticas de gran relevancia", deslizaba Lope Afonso (PP), quien abogaba por que su cobro fuese acompañado, eso sí, de mejoras en el servicio a los turistas.
Ese último matiz no es menor. Hace poco la agencia Europa Press recogía otras declaraciones en las que Afonso mostraba su rechazo a la ecotasa y se reconocía más partidario, en todo caso, de un "cobro" por servicios que acaben mejorando la experiencia de los visitantes. La consejera de Turismo, Jessica de León, también se ha reconocido contraria a la ecotasa. "No tiene mucho sentido en Canarias".
"Tenerife no es un parque temático". El entrecomillado es de nuevo de Dávila. Ayer la dirigente insular asumió que las manifestaciones del fin de semana marcan un punto de inflexión en Tenerife y que, si bien el modelo turístico canario resultó "exitoso hace 50 años" y llevó riqueza a la región, toca ahora revisarlo para garantizar sus "beneficios para la sociedad y calidad de vida" de los residentes.
Con ese propósito Dávila apunta la posibilidad de estudiar medidas jurídicas y fiscales para establecer límites. "El impacto que tiene el turismo, como cualquier otra actividad, tiene que ser reparado". La clave, insiste, es lograr un turismo capaz de "regenerar" y partir de la premisa de que "Tenerife no es un parque temático". "Por eso estamos estudiando que los turistas paguen por entrar en los parques naturales. No por una cuestión recaudatoria, sino de respeto", concluye.
Sobre la posibilidad de aplicar una moratoria, otra de las reclamaciones de los manifestantes, la presidenta tinerfeña se mostró sin embargo más cauta y abogó por analizar antes los efectos que tuvo en su momento la anterior moratoria. "Esto no es un sí o un no. La sociedad debe analizar muy bien este caso porque esto no va de los próximos cuatro años, sino de los próximos 30", recalcó en la COPE.
La tasa turística. El cobro de una tasa turística no es un tema de debate nuevo en Canarias. Hace poco, en la antesala de las manifestaciones del sábado, el PSOE presentó una proposición No de Ley en la Cámara canaria en la que planteaba la implantación de un tributo de este tipo, también de carácter finalista y pensado para gravar las estancias turísticas de personas que no residan en las islas. Su objetivo. "Lograr un reparto más justo de la riqueza" generada por el sector.
El propio presidente de Canarias, Fernando Clavijo, se ha mostrado abierto a "hablar" sobre la medida. Otras formaciones ya han reconocido que no ven con desagrado una tasa de ese tipo. El debate va en cualquier caso mucho más allá de Canarias. Hace poco el propio Ayuntamiento de Sevilla avanzaba sus planes de empezar a cobrar a los visitantes que acudan a la emblemática Plaza de España.
Imagen | Troels Fiig (Flickr)
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