El parque, una calle concurrida, la plaza de enfrente, al vecino del séptimo paseando a su borde collie todavía con legañas en los ojos, quizás una playa de aguas prístinas. Cuando te levantas por las mañanas y subes las persianas puedes encontrarte con mil estampas distintas al otro lado de la ventana. Veas lo que veas algo sí es seguro: difícilmente superará lo que observan algunos días los vecinos de la costa de la isla de Terranova, en Canadá, cuando echan un vistazo a las aguas del Atlántico. Como muestra un vídeo que se ha viralizado en redes, con lo que se encontraron hace no mucho fue con un colosal iceberg próximo a sus casas.
La imagen es sorprendente. El fenómeno, no tanto.
¿De qué vídeo hablamos? De este. En la grabación, que dura poco más de un minuto, puede verse una costa reverdeciente con unas cuantas casas bajas, mar, un cielo encapotado y —lo realmente sorprendente— un bloque de hielo tamaño XXL que parece flotar a escasa distancia del pueblo. El vídeo es breve pero fascinante. Y como tal no ha tardado en correr como la pólvora por las redes a lo largo de los últimos días, viralizándose sin alusiones a su fecha ni tampoco atribución.
La cuenta de Bviral en Instagram publicó la pieza hace una semana atribuyéndosela a Emoinu Oinam, quien el 13 de julio colgó otro vídeo, más extenso, en el que muestra aparentemente el mismo bloque de hielo visto desde la costa de Conche, una comunidad de la Península Norte de Terranova y Labrador. Un día después subió otro vídeo aún más llamativo grabado con un dron.
¿Es sorprendente? Sí. Sorprendente sí. Inusual, no. Si bien el tamaño del iceberg que se aprecia en el vídeo resulta impresionante, lo cierto es que el paso de bloques de hielo no es extraño en Terranova. De hecho a la zona de la corriente del Labrador en la costa este de Canadá y noreste de EEUU se la conoce habitualmente como Iceberg Alley, "Callejón de los Icebergs". El pasillo se extiende desde la costa de Labrador hasta el litoral sureste de Terranova y deja algunos lugares que se han convertido en miradores populares entre los amantes de los glaciares, como St. Lewis, Battle Harbour, Bonavista, Point Amour, Red Bay o Fogo Island.
¿El placer de contemplar icebergs? Si algo ha demostrado la rapidez con la que se ha viralizado el vídeo del colosal iceberg es que lo de ver enormes bloques de hielo a la deriva gusta. Y mucho. En Terranova y Labrador lo saben y su propia oficina de turismo se encarga de promocionar el espectáculo que deja el paso de icebergs entre primavera y principios de verano. Su tránsito puede seguirse desde la costa —disponen de 29.000 kilómetros de litoral—, a bordo de botes y kayaks o desde el aire. Hay incluso páginas webs, como Iceberg Finder, que aportan pistas actualizadas sobre su ubicación, características e incluso incluyen fotografías.
"Cuando se trata de ver icebergs, este es uno de los mejores lugares —relata el departamento de turismo de Terranova y Labrador—. Durante la primavera y el verano, estos gigantes glaciares de 10.000 años de antigüedad son visibles desde muchos puntos repartidos a lo largo de las costas norte y este, especialmente en días despejados y soleados. Se presentan con todas las formas y tamaños, con colores desde el blanco como la nieve hasta el aguamarina más profundo".
¿De dónde vienen? Lo que lugareños y turistas contemplan son icebergs, enormes bloques de hielo desprendidos de glaciares y que se deslizan hacia el océano. Alrededor del 90% de los que pueden verse pululando por Terranova y Labrador provienen del mismo lugar, el oeste de Groenlandia. El resto parte de los glaciares del Ártico de Canadá. Uno de esos gigantes helados fue el que se cruzó en el camino del Titanic, hace 111 años, a escasas 400 millas de la costa de Terranova y Labrador. Su tránsito por Iceberg Alley es especialmente intenso al comienzo de la primavera, entre abril y mayo, pero se extienden hasta principios del verano.
¿Manejamos cifras? Sí, algunas. Y muestran las enormes fluctuaciones que puede haber entre temporadas. El informe de 2022 de la Patrulla Internacional de Hielo (PII) muestra que en 2022 se registraron 58 icebergs que se adentraron en las rutas marítimas transatlánticas, frente a un único iceberg en 2021, 169 en 2020 y 1.515 en 2019, una "temporada extrema", en palabras del propio organismo.
"La variabilidad estacional sigue siendo una realidad y el IIP anticipa futuras temporadas más pesadas. Por ejemplo, en 1975 experimentó siete temporadas 'ligeras' consecutivas seguidas de una 'extrema' en la que se produjeron más de 2.000 icebergs", recoge el estudio. El Ministerio de Pesca y Océanos de Canadá (DFO) ha registrado también otros años con una presencia mínima de estos enormes bloques de hielos, similar a 2021, como 2011, 2010 o 2006.
¿Qué tamaños tienen? Un vistazo rápido a Iceberg Finder muestra que los bloques de hielo pueden tener diferentes tamaños. El que capta el vídeo tomado por Emoinu Oinam desde la costa de Conche sorprende por sus dimensiones, pero no es el primero de este tipo. En 2017 los canadienses contemplaron asombrados el paso del Alley, un iceberg de categoría "grande", lo que significa que medía entre 45 y 70 m de alto por 120 y 200 de largo. Hace unos meses un grupo de científicos llegó a detectar dos icebergs descomunales, el A81 y A76a, del tamaño del Gran Londres y Cornualles, respectivamente, si bien se observaron en la Antártida.
No todos los desprendimientos pueden relacionarse con el cambio climático. Algunos, como el que partió hace meses de la grieta Chasm-1, eran ya esperados.
¿Influye el calentamiento global? La respuesta vuelve a ser afirmativa. De hecho, aunque reconoce que el paso de icebergs sigue marcado por "la variabilidad estacional", el IIP y sus socios sostienen que "el impacto del cambio climático en el riesgo de icebergs en el Atlántico Norte es de gran interés". No es el único que lo apunta. El último informe de Imbie, citado por la BBC, calcula que entre 1992 y 2022 los dos polos helados del planeta perdieron 7.560 billones de toneladas de masa y que de la subida de 21 mm registrada en el nivel del mar atribuible a la pérdida de hielo, 3,5 mm, se explica por el derretimiento en Groenlandia.
En 2021 la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de EEUU (EPA) publicó un gráfico que muestra con claridad la pérdida de masas de hielo tanto en Groenlandia como la Antártida en cuestión de apenas 30 años, de 1992 a 2022. Los científicos también han publicado nuevos datos que nos hablan sobre la vida de los icebergs. Hace dos años un grupo de investigadores de Sídney llegó a la conclusión de que estos bloques de hielo se deshacen a mayor velocidad de lo que indican los modelos que manejamos: "En los que se mueven en los océanos el derretimiento en la base puede ser hasta un 30% más rápido que en los modelos antiguos".
¿Qué dicen los expertos? "Hay varias piezas de este rompecabezas que tenemos que encajar", explicaba a National Geopraphic hace poco Jualiana M. Marson, oceanógrafa física y profesora de la Universidad de Manitoba, en Canadá. Al igual que otros de sus colegas, se reconoce "muy interesada" en estudiar cómo cambiará en el futuro el recuente de icebergs en las aguas de Terranova.
Hay científicos que deslizan incluso que, pese a la aceleración en la pérdida de hielo de Groenlandia y la Antártida, el alza de las temperaturas podría provocar que en el futuro resulte más difícil contemplar icebergs. "Lo que probablemente veríamos es que podría aumentar la cantidad de años en los que hay muy pocos o ninguno en absoluto. Eso no significa que de un día para otro no habrá más, pero creo que la frecuencia de años con muy pocos se volverá permanente en el corto plazo", explica a la cadena CBC Frederic Cyr, Fisheries and Oceans Canada.
Imágenes de portada: The Tedster (Flickr) y Twitter
En Xataka: Un colosal iceberg ha hecho renacer el turismo de un pueblecito canadiense de 465 personas
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