Nos hemos hecho la misma pregunta mil veces: "¿Si pido agua del grifo me van a cobrar o me servirán una botella que tendré que pagar?". No sin motivo: hasta ahora los propios establecimientos podían decidir si cobrar por un vaso de agua no envasada o si simplemente preferían endosarte una botella de Solán de Cabras por casi dos euros.
Hasta ahora.
Una nueva ley obligará a los establecimientos a ofrecer de manera gratuita esta opción. Sin matices ni letra pequeña. Pídela y ya.
La nueva Ley. La Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular entró en vigor el pasado domingo tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Con ello, los establecimientos de hostelería deben ofrecer agua de grifo gratuita, como una de las medidas para reducir el uso de botellas de un solo uso y mejorar la gestión de los que no se pueden evitar. Asimismo, las administraciones públicas fomentarán el consumo potable con fuentes y envases reutilizables.
El restaurante te la deberá ofrecer. En junio de 2020, el Ministerio de Transición Ecológica ya recogió esta medida en su anteproyecto de ley. Pero no ha sido hasta ahora cuando ha entrado en funcionamiento. "Los establecimientos del sector de la hostelería y restauración tendrán que ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios, la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita y complementaria a la oferta del mismo establecimiento", se refleja en la normativa.
La restauración tendrá que ofrecer "siempre" a los consumidores o usuarios de sus servicios la posibilidad de beber agua no envasada de grifo de manera gratuita. Sin embargo, cabe destacar que esta nueva medida no obligará a consumir agua del grifo siempre sino que, la elección radica en los propios consumidores.
Adiós a los plásticos de un solo uso, hola a los productos a granel. Por otro lado, desde el 1 de enero de 2023 los comercios minoristas de alimentación con una superficie de 400 metros cuadrados o más tendrán que contar con, al menos, un 20% de su área a productos sin embalaje primario, con venta a granel o a través de envases reutilizables. Además, deberán aceptar envases reutilizables (bolsas, 'tuppers' o botellas) de cuyo buen estado de higiene deberá responsabilizarse el usuario y en caso de no estarlo, el comerciante podrá rechazarlo.
Dos nuevos impuestos. Aún quedan fuera dos nuevos impuestos: el de producción de plásticos de un solo uso y el de depósito de residuos en vertedero. Su aplicación también se aplazará hasta el 1 de enero de 2023. El primero, sobre plásticos, será de naturaleza indirecta a todos los envases que sirvan para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías, como pueden ser los vasos de plástico o los rollos de plástico para embalar y evitar roturas en el transporte de productos. Así, afectará a todos los envases que se fabriquen, importen o adquieran dentro de los Veintisiete y que contengan plástico no reutilizable incluidos sus cierres. Estos impuestos se grabarán con 0,45 euros por kilogramo.
El segundo de los impuestos, al depósito de residuos en vertederos, la incineración y la coincineración, la ley califica esta carga fiscal como un "instrumento económico clave para avanzar en la economía circular y en la consecución de los objetivos para la reutilización y reciclado en materia de residuos". Se trata de desincentivar esta práctica para contribuir a la reintroducción de los materiales de los residuos otra vez en la economía, como los reciclados.
Recogida separada. La nueva Ley incluye la obligación de las entidades locales de establecer la recogida separada de "al menos", papel, metales, plástico y vidrio; los biorresiduos (orgánica) antes del 30 de junio de este año en municipios de más de 5.000 habitantes y antes del 31 de diciembre de 2023 para el resto; los residuos textiles, el aceite de cocina usado y los residuos domésticos peligrosos antes del 31 de diciembre de 2024, igual que en el caso de los residuos de muebles y enseres.
Se permitirá un volumen de impropios en el caso de los biorresiduos de hasta el 20% desde este mismo 2022 y del 15% desde 2027, aunque ese porcentaje podrá reducirse. En total, en el año 2035, el porcentaje de residuos municipales recogidos de manera separada debe ser de "como mínimo" el 50% en el peso total de todos los que se generen.
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