Hace aproximadamente 25.000 años, gigantescas capas de hielo enterraban la mayor parte de Asia, Europa y América durante el Último Máximo Glacial, lo que se conoce coloquialmente como la última edad de hielo. Durante esa época, el final del Pleistoceno, los glaciares cubrieron casi la totalidad de un mundo habitado por mamuts y tigres dientes de sable. Un momento de la historia en el que las temperaturas globales eran aproximadamente 6 grados más bajas que las actuales.
Los científicos llevan siglos estudiando cómo ocurrieron las edades de hielo y, gracias a las últimas investigaciones, sabemos que ocurren por factores como los niveles fluctuantes de dióxido de carbono, la posición de la Tierra y cuánto calor recibe nuestro planeta del sol. Por ejemplo, la forma de la órbita de la Tierra varía en un ciclo de 96.000 años, y el planeta es más frío cuando la gravedad de Júpiter lo atrae más lejos del sol.
Lo cierto es que la Tierra ha estado experimentando un enfriamiento constante durante los últimos 50 millones de años. Según explica la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, hace unos 4,5 millones de años, se formó el puente terrestre del Istmo de Panamá entre América del Norte y América del Sur, lo que pudo desencadenar la última edad de hielo. El Atlántico y el Pacífico ya no podían intercambiar agua tropical, forzando el agua cálida hacia el norte y aumentando precipitaciones en forma de nieve. La nevada creó glaciares y capas de hielo, desviando la luz solar y continuando la tendencia de enfriamiento de la Tierra.
¿Y cómo era el mundo durante esa última edad de hielo? Las condiciones eran muy secas. Debido a que la mayor parte del agua en la superficie de la Tierra era hielo, hubo pocas precipitaciones (la mitad que ahora). Además, el nivel del mar era mucho más bajo y las costas estaban mucho más alejadas porque la glaciación atrapó el agua en capas de hielo. Este mapa del cartógrafo Perrin Remonté publicado en Visual Capitalist ilustra cómo se veía el mapa del mundo en esa época.
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Tal y como podemos apreciar, hay diferencias drásticas entre la Tierra tal y como la conocemos y durante la última edad de hielo. Como mencionamos antes, los niveles del mar eran mucho más bajos (unos 120 metros menos que en la actualidad) a medida que el agua del océano que se evapora se almacenó en las capas de hielo, casquetes polares y glaciares en lugar de regresar al océano. La vista de Japón es alucinante: el bajo nivel del agua convirtió el Mar de Japón en un lago y un puente terrestre conectó la región con el continente.
Las bajas temperaturas y el clima seco durante la última edad de hielo provocó la expansión de los desiertos y la desaparición de los ríos. La mayor parte de Canadá y el norte de Europa estaban cubiertos por grandes capas de hielo. Estados Unidos era una mezcla de hielo y bosques nevados. Las áreas que hoy son desiertos, como el Mojave, estaban llenas de lagos. África tenía una mezcla de praderas en su mitad sur y desiertos en el norte (el desierto del Sahara ya existía) y Asia era una combinación de desiertos tropicales en el oeste, desiertos alpinos en China y praderas en la India.
Lugares que ahora no existen
También se formaron algunas regiones de tierra seca que ahora están bajo el agua. Algunos ejemplos son el continente perdido Sundaland, una extensión del sureste de Asia que forma las islas de Indonesia en el presente y que dio origen al famoso mito de la Atlántida; el puente terrestre de Bering, ahora un estrecho que conecta Asia y América del Norte y que da origen a la teoría de que los humanos antiguos cruzaron entre los dos continentes; otro puente terrestre que conectaba Gran Bretaña con el resto de Europa y una conexión de la isla de Irlanda a Gran Bretaña gracias a una capa de hielo gigante.
Los continentes fueron habitados por animales de grandes tamaños como el mamut lanudo, el mastodonte, el castor gigante y el tigre dientes de sable, pero la mayor parte de esa fauna se extinguió hacia el final de la época del Pleistoceno. La mayoría de los glaciares se retiraron y se derritieron a medida que el planeta se calentaba, pero parte de la capa de hielo sigue ahí. Los glaciares en la Península Antártica, por ejemplo, pueden remontarse a esa época, según el Servicio Geológico de EEUU.
El pleistoceno concluyó mientras los humanos modernos, u Homo sapiens, se extendieron por la mayor parte de la Tierra antes de que terminara el período. Y más tarde el Pleistoceno fue precedido por la época del Plioceno y seguido por la época del Holoceno, en la que todavía vivimos hoy.
Mapa: Perrin Remonté
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