Bienvenidos a la era del 'Clean Guy', el hombre musculado y atlético que limpia y ordena su casa a un nivel de detalle obsesivo, plancha las sábanas cada día y usa productos faciales.
Una de las calamidades que nos dejó la primera década de este siglo, como las gafas de sol tornasoladas o los sujetadoras de tira transparente, fue el término "metrosexual". Lo acuñó el periodista británico Mark Simpson durante los noventa, pero en España se hizo popular cuando el Real Madrid fichó a Beckham.
"Metrosexual" hacía referencia al hombre de cualquier orientación sexual que asumía una cultura de consumo urbana y dedicaba tiempo y dinero al aseo masculino, el cuidado de su físico, la adopción de tendencias de moda y el uso de productos de belleza.
Ese término fue cayendo en el olvido, pero una de las últimas corrientes de las redes sociales traen de nuevo este concepto con una vuelta de tuerca: no solo son hombres alejados de la masculinidad tradicional que usan productos de belleza y cuidan su estilo, sino que han reforzado su compromiso con un físico musculado y proyectan parte de su identidad en ser estupendos amos de casa, incorporando y mostrando sus rutinas de limpieza doméstica para terminar de construir sus personajes.
Orden y musculación
Si les resulta familiar y no saben por qué, les dejo el monólogo con el que arranca Patrick Bateman en la película American Psycho:
Mi nombre es Patrick Bateman, tengo veintiséis años. [...] Creo en el cuidado de uno mismo, en una dieta equilibrada, en una rigurosa rutina de ejercicio físico. Por la mañana, si tengo la cara un poco hinchada, me pongo hielo mientras hago abdominales. Puedo hacer mil. Después de quitarme la bolsa de huelo, usa una loción limpiadora de poros. En la ducha uso un gel limpiador activado por agua, luego un exfoliante corporal y, en la cara, otro gel exfoliante. Luego me aplico una mascarilla facial de hierbas y menta que dejo actuar diez minutos mientras preparo el resto de mi rutina. Siempre uso un after-shave con poco o nada de alcohol, porque el alcohol reseca la cara y te envejece. Luego uso crema hidratante, después un bálsamo antiedad, seguido de una última loción hidratante protectora.
Eliminando los impulsos asesinos, este tipo de rutina con una casa impoluta y ordenada como telón de fondo encaja muy bien con lo que exhibe esta nueva generación de tiktokers.
Uno de los más destacados es el canadiense Mackenzie William (dos millones de seguidores en TikTok, casi un millón en Instagram). Tiene veintiocho años, trabaja como creador de contenidos y su parecido con Patrick Bateman no termina en su rutina facial y su vivienda digna de revista, es que hasta físicamente son similares.
Aunque a veces publica alguna de sus salidas en bici o corriendo, la mayoría de sus vídeos ocurren en el interior de su domicilio. En ellos enseña cómo se ejercita en bici sobre rodillo o cómo sigue un ritual para cuidar su piel, pero sobre todo enseña cómo limpia y ordena su hogar.
Desde algo extendido como aspirar la casa con su aspiradora inalámbrica hasta algo tan poco común como planchar las sábanas. Cuando están puestas sobre la cama. Todos los días. Quedan mejor que en un hotel. Hasta pulveriza una fragancia sobre la almohada y deja un bombón encima para cuando llegue la hora de ir a dormir.
Conocedor de su semblanza con Patrick Bateman —además de por lo mucho que se lo recuerdan en los comentarios de sus publicaciones—, hasta deja guiños en esa línea, como colocar una escena de American Psycho en su televisor justo al final de un vídeo sobre limpieza doméstica.
Rompiendo con los estereotipos de otra época, William no tiene un aspecto afeminado o débil, sino un físico musculado y atlético, además de una pareja que entronca con el estereotipo físico que podemos esperar de alguien con su aspecto, no con su obsesión por el detalle en la limpieza y el orden doméstico.
De la misma forma que las tribus urbanas se han trasladado al entorno online y resulta gracioso encontrar ataques de clones, como los centenares de fotos de perfil de un trazo monocromo entre la comunidad de Notion, los seguidores de esta tendencia, que GQ bautizó como 'Clean Guy', publican vídeos cada vez más parecidos entre ellos.
Todos tienen una aspiradora inalámbrica Dyson y un centro de planchado Rowenta, todos pasan el rodillo quitapelusas a las tapicerías y todos practican el entrenamiento funcional de fuerza combinándolo con algo de cardio. También suelen tener un Apple Watch y dominan el arte de dejar su casa como si estuviese recién amueblada. Y un cierto aire ASMR.
Matthew Campos es otro de estos creadores. Su medio millón de seguidores en TikTok ve los vídeos de sus rutinas de limpieza, orden, aseo personal, redecoración... Por supuesto, las marcas que encajan en este tipo de vídeos se pirran por aparecer en ellos: cremas faciales, pequeños electrodomésticos, útiles de limpieza y orden doméstico... Aquí un ejemplo con Air Wick, una marca de ambientadores y fragancias para el hogar. Mediante vídeos patrocinados, donde el producto anunciado protagoniza todo o una parte del mismo, monetizan su actividad.
En esa línea encontramos a Dontrell Britton (medio millón de seguidores en Instagram, millón y medio en TikTok). Desde Washington D.C. aprovecha su vida en libertad para exhibir sus rutinas y trucos. Lo de su vida en libertad no es una forma de hablar: estuvo en la cárcel y lo comenta con naturalidad de vez en cuando. De hecho suele argumentar que ha decidido mantener algunos de los hábitos que tuvo que asumir en prisión. "Me han ayudado a ser más exitoso", ha comentado en alguna ocasión.
Algo menos orientado al deporte y aún más enfocado en la limpieza doméstica está el británico Jack Callaghan (650.000 seguidores en Instagram, 900.000 en TikTok). Una encimera tan impoluta que se podía comer sobre ella, la obsesión por los 'Sunday reset' (limpieza dominical a fondo de su apartamento) y la simpática manía de saltar en pantuflas sobre la cama frente a la cámara al empezar el ritual del cambio de sábanas. Maneras de vivir.
Otro ejemplo es el del bávaro Lukas Müller, que dado más peso al deporte y el cuidado físico también forma parte de la corriente de creadores centrados en el autocuidado y la limpieza.
Quizás una parte del éxito que han alcanzado este tipo de creadores tenga que ver con un triángulo:
- Útiles para todos aquellos que ni siquiera tienen la costumbre de mantener su casa ordenada o desconozcan los productos a utilizar para el cuidado facial.
- Inspiradores para todos aquellos que anhelan un estilo de vida similar.
- Alcanzable. La vida de muchas celebridades es imposible de replicar sin mucho dinero en la cuenta corriente, y aunque la de este tipo de creadores a menudo va asociada a cierto lujo, cualquiera que se lo proponga puede empezar a ordenar su hogar, adoptar buenos hábitos de limpieza y comenzar a hidratar su piel.
Si a esto le sumamos la apertura comercial hacia marcas que busquen patrocinar espacios donde la presencia masculina no haya sido habitual hasta ahora, tenemos la receta del éxito. El Clean Guy. El Da Vinci moderno.
Imagen destacada | Mackenzie William en TikTok.
En Xataka | A Bill Gates le sale un competidor filantrópico inesperado: MrBeast consigue agua limpia a 500.000 personas en África.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 7 Comentarios