Todo lo que un país con estado de bienestar como España da a los Lolitos Fernández de la vida

“A mí España me ha dado muy poco”. “En España se paga hasta un 50% de impuestos, o al menos eso me han dicho”. Son comentarios del Youtuber Lolito Fernández, al que ha salpicado el escándalo de declarar así que deja de tributar en nuestro país y que se muda a Andorra.

En el vídeo confesional en el que explicaba su postura ya se adelantaba a los argumentos de sus detractores: que la sanidad, que la educación, que las cosas no se pagan solas. Sin embargo, desde su punto de vista, un Estado garantista y que (como puede) sigue implementando medidas de bienestar social, a él a sus 27 años no le ha salido rentable.

Ahora que está generando, según estiman por ahí, unos 60.000 euros al año (siendo muy modestos, ya que seguramente sea más, mucho más), mejor irse al “exilio” fiscal en el que ya se alojan otro buen puñado de youtubers de origen español, dando así un formidable ejemplo de solidaridad y educación a la ciudadanía a los millones de jóvenes que les siguen cada día.

En España no se paga un 50% de impuestos. No al menos directos. El máximo fiscal son un 45%, del que tributarás según los tramos en los que se encuentran tus ingresos. Lo que hayas ganado hasta los 12.450 euros tributa por un 19%, hasta los 20.200, un 24%, y así progresivamente. Si Lolito ganase 5.000 euros al mes, Hacienda no le reclamaría 2.500, sino más bien unos 1.280 euros. Le quedarían todavía en torno a 3.700 euros al mes. Si ganase 7.500, hablaríamos de cobrar 5.350 euros al mes.

Pero vamos con esa primera parte, en la que cuenta que el Estado no le ha dado nada y que aquí te inflan a impuestos. ¿Qué es tener un sostén de servicios públicos? Cosas como las siguientes:

Nacer

Nacer cuesta dinero. En concreto, unos 4.328 euros que es lo que cuesta de media nacer en un hospital español. Esperamos que Lolito no naciese con alguna complicación, pero es muy posible: uno de cada cuatro bebés nace de cesárea, y el gasto de estos se eleva a los casi 6.000 euros. De haber nacido con alguna deficiencia respiratoria o siendo sietemesino, si su madre hubiese tenido que pasar por algún cuidado excepcional durante la gestación, el gasto sería mucho mayor.

Crecer

Son precios actuales, no de cuando este chico era menor, pero en España el gasto social se ha mantenido estable a lo largo de las últimas décadas, con un ligero decrecimiento, con lo que nos sirven para estimar el coste relativo de los años 90 de su infancia. Guardería pública: 4.800 euros al año por bebé. Precio de la Educación Primaria: 6.080 euros de media nacional por alumno y curso. Secundaria: se eleva el gasto a 8.122 euros, y más de 10.000 euros (10.088 euros de media) si pasamos a la formación profesional o a la universidad. Educar a un alumno desde los 6 hasta los 15 le cuesta a España 60.603 euros.

Ahora bien, Lolito dijo que nunca fue un alumno ejemplar, que dejó los estudios pronto. Si eso significa que ha repetido algún curso, Lolito le debe más que un joven que haya progresado con normalidad. Cada alumno repetidor de 6 a 15 años cuesta al Estado 20.000 euros por curso.

Estar sano

¿Cuántas veces has ido al médico en tu vida? ¿Te han tenido que dar puntos o hacer alguna prueba especial de vista, de oídos? ¿Qué sucedería si dentro de 20 o 30 años desarrollas un cáncer? Una consulta con el médico de familia son, de media, 91 euros por cabeza. Con un especialista cuesta 240 euros, eso si no hay que hacer alguna otra prueba. Reza por no necesitar un trasplante de corazón en un país sin sanidad pública: hablamos de 151.000 euros.

Moverse

Las infraestructuras también cuestan. Concretamente, destinamos cada año más de 13.000 euros a conservar cada uno de los kilómetros de carretera que conforman la araña de la red vial en nuestro país. Mantener la seguridad de un aeropuerto como Barajas suponen unos 105.000 euros al día.

A fecha de 2017 las infraestructuras nos costaban 163 euros por persona al año, pero estamos en un período de puro mantenimiento. Si sumamos lo gastado en los últimos once años por la administración en redes, trenes, autobuses o aeropuertos entre otros muchos, salen a 3.600 euros por persona. Si el transporte municipal, regional, aviones o trenes que tomásemos hubiesen contado con una financiación puramente privada nuestros billetes costarían muchísimo más que lo que nos cuestan ahora.

Cada persona gasta de media unos 1.262 euros en transporte al año. O sea, que viajar costaría mínimo unos 327 euros extra cada año. Y eso si sólo tomamos como referencia el mantenimiento de la última década: como sabemos, nuestros trenes y carreteras llevan con nosotros bastante más tiempo que ese.

Caminar seguro

España es uno de los países más seguros del mundo, algo que los que vivan en países conflictivos saben que es un importante beneficio social que no siempre valoramos en su justa medida. En seguridad ciudadana e instituciones penitenciarias, un apartado de gasto que engloba Policía Nacional, Guardia Civil, prisiones y policías autonómicas, España se gasta una media de casi 9.000 millones de euros anuales. Si a ello se añade el gasto ejecutado en las policías locales de toda España, la cifra aumenta hasta rondar los 13.600 millones de euros anuales. Son 300 euros por persona al año.

Supongamos que necesitas que los bomberos vayan a tu casa y te ayuden a abrirla. Un despiste como este puede suponer unos 150 euros, que incrementaría a mucho más si se trata de un incendio o hay que utilizar una escalera con brazo articulado.

Podemos imaginar que cualquier operación de ayuda de la policía (que acudan en tu ayuda si crees que te están atracando, que vigilen el recinto de un estadio durante un Barça-Madrid) puede ser similar o incluso superior. Y Dios no quiera que te pierdas en la montaña o te quedes tirado en la carretera. Bromas que pueden superar los 4.000 euros.

Coge aire: ¡las pensiones!

Como muchos saben, el pago de las pensiones es una de las principales fuentes de gasto del Estado. Hagamos una cuenta muy, muy orientativa y vaga. Pongamos al español varón medio: se jubila a los 65 y cobra una pensión de 1.247 euros al mes en doce pagas. La esperanza de vida media de España está en los 82 años, lo que son 17 años cobrando la pensión. Saldo final: 254.000 euros por pensionista. Si hablásemos de alguien como Lolito, y si la vida le sigue sonriendo, su pensión sería mucho más alta que eso, por supuesto.

Vivir, en general

El agua, el alcantarillado, la iluminación, las obras de mantenimiento de la ciudad, las ayudas al paro, un mero trámite administrativo... Ya nos hemos mareado bastante con las cifras. No merece la pena continuar. Basta con decir que España dedica, de cada 100 euros de riqueza interna (el PIB), 44,5 euros. Casi 450.000 millones de euros anuales para sostener una estructura pública. De ellos 280.000 millones, o un 27.8% del PIB, se va puramente a eso que llamamos Estado del Bienestar y del que prescinden en buena medida países como Estados Unidos o México. A cifras de 2017, el gasto público per cápita del país es de 10.254 euros al año.

Si a alguien como Lolito, que ganase en este momento 60.000 euros, el Estado le quitase unos 15.000 euros al año en impuestos directos (y, pongamos, otros 3.000 euros en IVA), no parece algo especialmente desproporcionado. Aportas más que el ciudadano medio del país, sí, pero esto puede verse de tres formas. Desde un punto de vista altruista, estás ayudando a que otros puedan vivir en mejores condiciones. Desde otro más egoísta, te garantizas un bienestar futuro en forma de recursos sociales. Desde el punto de vista justo, estás, además, devolviendo lo que ya le costaste al Estado y le costarás en el futuro, cuando el Fortnite deje de interesar a los jóvenes o las leyendas nacidas de Youtube caigan en la irrelevancia.

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