Amoldar el programa olímpico al país organizador es algo que lleva pasando en cada edición
El Comité Olímpico Internacional (COI) aprobó ayer la inclusión de cinco nuevos deportes para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Si en Tokio 2020 el debut sorpresa fue el skateboarding y en París 2024 será el breakdance, en 2028 llegará el momento de gloria para el críquet, squash, lacrosse, flag football, béisbol y sóftbol (categoría femenina del béisbol).
El organismo defiende el "tirón digital" y la "popularidad" de algunos de estos deportes, pero lo cierto es que lo de amoldar el programa olímpico al país organizador es algo que lleva pasando desde siempre. Y estos, evidentemente, favorecen y captan la atención de los países de raíces angloestadounidenses o británicas.
Recordemos que en los Juegos Olímpicos de Tokio (Japón) de 2020 se introdujeron las katas y el Kumite, disciplinas tradicionales del país nipón. Pero el COI ha sido muy dado a estas cosas desde incluso principios de siglo. En París 1924, se metió el savate, el "boxeo francés". En esas mismas Olimpiadas también se incluyeron la Pelota vasca, Bastón de combate (otro arte marcial francés) y Polo.
En Amberes 1920 existió una categoría poco conocida llamada korfball, una especie de "fútbol holandés". En esta ocasión, solo fue deporte de exhibición y se jugó un partido: Ámsterdam contra Holanda del Sur.
Por otro lado, hay que subrayar que el críquet, que se disputará en el formato Twenty20 (duración más reducida), ya fue olímpico en 1900. Hoy es el segundo deporte más popular del mundo, con 2.500 millones de seguidores. El lacrosse también formó parte de dos Juegos de 1904 y 1908, y más tarde fue deporte de demostración en 1928, 1932 y 1948.
Como bien explicaba el presidente del COI, Thomas Bach, en un comunicado, la elección de estos cinco nuevos deportes "está en línea con la cultura deportiva estadounidense y mostrará sus deportes más icónicos al mundo". Según John Harper, director de operaciones del comité organizador, el objetivo es innovar y ejercer el mayor impacto posible, mostrar deportes enraizados en la cultura de su país y, en sentido inverso, dar a conocer en Estados Unidos otros deportes internacionalmente relevantes.
El béisbol, que fue calificado como "The National Game" ("el deporte nacional"), por New York Times, vivió un auge en el país hasta hace pocos años. Y en cuanto al lacrosse, forma parte de su historia debido a sus raíces indígenas americanas. Este deporte obtuvo notoriedad en el oeste cuando un misionero jesuita llamado Jean de Brebeuf observó a los indios Hurones jugarlo alrededor del 1600. Fue el primer deporte de equipo en el continente. El objetivo es marcar gol llevando una pelota de goma en el hueco del palo y tirando con este a portería.
Todo lo que sea "fútbol americano" vende. O cómo atraer a los más jóvenes
El flag football sí debuta por primera vez en unos Juegos Olímpicos. Y la razón es principalmente que el fútbol americano lo está petando en EEUU. Es el deporte más popular del país y, tal y como hemos contado en Magnet, el efecto Taylor Swift está convirtiendo ahora a la NFL en un fenómeno de masas como nunca antes en su historia. La incursión de las celebrities en este deporte está beneficiando al fútbol americano más allá de su faceta atlética. Las redes sociales mandan.
Para quien lo desconozca, el flag football es una modalidad del fútbol americano que se juega sin placajes. Al no haber contacto, es también la más inclusiva. En vez de tirar al suelo al jugador contrario, el equipo defensor debe retirar uno de los dos banderines o pañuelos que cuelgan a los lados de la cintura del contrincante. El objetivo final es el mismo, llegar corriendo o pasando el balón a la zona de anotación contraria.
Pero esta transición o americanización del deporte llegará antes de 2028. Y es que para los Juegos Olímpicos de París 2024 también habrá nuevos deportes como el breaking, versión del breakdance. Se trata a su vez de un estilo de baile urbano originario del Bronx, Nueva York, durante los años 70 como parte de la cultura del hip-hop. Aunque ha habido ciertas críticas por si se considera un deporte o no, lo cierto es que es una disciplina que tiene mucha presencia atlética: giros sobre la cabeza, volteretas, saltos y complejos movimientos corporales.
Los atletas del breaking se conocen como B-boys y B-girls. Según el COI, la "B" significa "break", y se refiere a al breve interludio instrumental con un ritmo intenso. En París 2024, la competición de breaking tendrá lugar en La Concordia donde los participantes se enfrentarán en batallas de 1 contra 1 bailando sobre una música aleatoria que no conocen de antemano pinchada por un DJ.
La intención de incluir esta modalidad en los Juegos no sólo es histórica o cultural, sino conseguir rejuvenecer al público, sobre todo acercarse a las nuevas generaciones que tienen poco o ningún interés en esta cita deportiva mundial. Es algo que hemos visto con el debut de otros deportes urbanos en Tokio 2020, como escalada deportiva, skateboarding, BMX freestyle y baloncesto 3x3.
Imágenes: Unsplash
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