Difícil entender la vida y obra del novelista sin Morgan Osborne, a quien consideraba su "segundo padre"
Si te gusta J.R.R. Tolkien, si eres fan de 'El Señor de los Anillos' o 'El Hobbit', si le debes al autor inglés horas de emoción agarrado a un libro o sentado ante la gran pantalla, tienes una forma tan peculiar como efectiva de hacerle un homenaje. Y no requiere de mucho esfuerzo. Abre YouTube, teclea en el buscador 'Tú, solo tú' o cualquiera de las canciones que ha interpretado Bertín Osborne a lo largo de su dilatada carrera sobre los escenarios, y escúchala hasta el final. Sin más.
Suena extraño, lo sé; pero es que si Tolkien pudo ser Tolkien y 'El Señor de los Anillos' es la genialidad que hoy conocemos se lo debemos en gran medida a los antepasados de Bertín, como recordaba hace poco Sirio Sesenra en X.
Para entenderlo hay que remontarse unos cuantos años atrás.
Francisco Javier Morgan. Su nombre tal vez no te diga gran cosa, pero Francisco Javier Morgan fue una figura fundamental en la vida de Tolkien. Y lo de fundamental no es una exageración, ni una forma de hablar. Si hoy nos interesa aquí es sin embargo porque sirve también de bisagra entre dos personajes a priori tan diferentes como el autor inglés y Bertín Osborne, el incombustible cantante, actor, presentador, cómico y personaje recurrente de la prensa rosa que lleva décadas convertido en habitual de la televisión patria.
El motivo es muy sencillo: el segundo apellido de Francisco Javier Morgan era Osborne, lo que lo identificaba como descendiente directo del famoso empresario Thomas Osborne-Mann, el próspero comerciante de Exeter que hizo fortuna en tierras gaditanas en el siglo XIX y fundó la compañía vinatera que lleva su apellido.
De negocios y espiritualidad. Francisco Javier Morgan Osborne procedía de una próspera familia de empresarios, tanto por vía materna (Osborne) como paterna. Su padre lo emparentaba al fin y al cabo con una saga de origen galesa perteneciente a la rama Tredegar de los Morgan, dueños de una firma que comercializaba con licores. En cualquier caso Francisco Javier prefirió encaminar sus pasos en otra dirección: la espiritual. Con 11 años se trasladó a la Escuela del Oratorio de Birmingham para estudiar bajo la dirección del cardenal John Henry Hewman y empezó una rigurosa formación religiosa y académica que lo llevaría a Londres y la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica. Como recuerda la Real Academia de Historia (RAH), se ordenó sacerdote en 1883.
Su formación y buena posición le ayudaron a convertirse en una figura respetada en la Iglesia. Llegó a representar al cardenal Newman ante el papa León XIII, dirigió el coro del Oratorio y mantuvo un trato estrecho con el cardenal Rafael Merry del Vall, personaje influyente durante el papado de Pío X. Si acabó colándose en las biografías de J.R.R. Tolkien fue sin embargo por otra de sus facetas: su relación con sus feligreses y, sobre todo, su labor filantrópica y la ayuda que daba a los parroquianos.
"Segundo padre" de Tolkien. A Tolkien le fue bien en el terreno profesional y consiguió colar su nombre en la lista de los grandes autores del siglo XX, pero su infancia estuvo marcada por la tragedia. Primero perdió a su padre, director de banco, y después a su madre, que falleció en 1904, cuando el futuro literato no había cumplido siquiera los 13 años. Tiempo antes la mujer se había instalado con J.R.R. y su hermano menor cerca de Birmingham, Inglaterra, donde en 1900 se convirtió al catolicismo.
Huérfano de padre y madre con apenas 12 años, Tolkien quedó a cargo de un alma caritativa. ¿Quién? Francisco Javier Morgan Osborne, aquel sacerdote nacido en 1857 en el Puerto de Santa María y que entroncaba con la saga Osborne. La RAH recuerda que el religioso asumió el papel de tutor del niño, una responsabilidad que afectó directamente a su propia vida. La tarea le obligó por ejemplo a pasarse años sin regresar a España para visitar a su familia. Hasta tal punto se sentía agradecido Tolkien que se refería al religioso andaluz como su "segundo padre".
Una influencia clave. Y el adjetivo, lo de "clave", no es de nuevo una exageración. La propia RAH reconoce que gracias a Morgan Osborne el joven Tolkien dispuso de los recursos necesarios para estudiar en Oxford. El gaditano habría ejercido además una influencia fundamental en algunos de los rasgos que marcarían la personalidad del futuro autor de 'El señor de los anillos', como su religiosidad o gusto por los idiomas. Tal huella dejó en Tolkien que hay quien cree que esa presencia se trasladó a su obra.
"Resulta fundado afirmar que Tolkien le usó como inspiración para alguno de sus personajes y que, gracias a él, la tradición cultural de sus antepasados, en particular de Fernán Caballero, llegó hasta el autor británico", comenta en un artículo de la RAH el biógrafo José Manuel Ferrández Bru, autor de un ensayo titulado 'El Tío Curro. La Conexión Española de J.R.R. Tolkien', publicado en 2018 y en el que indaga precisamente en la vida del religioso del Puerto de Santa María y la influencia que tuvo sobre Tolkien.
¿Un Gandalf de carne y hueso? Hay quien cree incluso que el mismísimo Gandalf, uno de los personajes más emblemáticos salidos de la pluma de Tolkien, está basado, al menos en parte, en el gaditano. Ambos eran sabios, respetables y casi místicos y mantenían un vínculo especial con sus protegidos: el famoso mago con Frodo y Osborne Morgan, a quien conocían como "El tío Curro", con el propio Tolkien.
Sobre ese vínculo reflexionaba la periodista Laura Garófano en 2018 en las páginas de El Mundo, en las que recordaba cómo Priscilla, la hija de Tolkien, recordaba las visitas de aquel sacerdote español a su casa: "Era un hombre muy alto, vestido con una larga capa y a pesar de su poderosa presencia y de la autoridad que desprendía era encantador conmigo, que era una niña muy pequeña".
Un papel reconocido. El libro de Ferrández Bru es solo una prueba más de la atención que ha recibido Francisco Javier Morgan Osborne a lo largo de los últimos años y el interés que suscita su huella en la vida del escritor inglés. "El padre Morgan administró los ingresos de sus pupilos, pero al ver que no eran suficientes los aumentó silenciosamente con el dinero del próspero negocio de las bodegas en el Puerto de Santa María. Los descendientes de Tolkien reconocen hoy con agradecimiento que pudo estudiar gracias al dinero del vino de Jerez", sostiene una reseña recogida en el artículo 'Tokien at Buckland Hall; The wines of Jerez'.
La figura del religioso deja además otra sorpresa, quizás no tan relevante para entender a Tolkien, pero sí curiosa, sobre todo para sus admiradores de habla hispana: supone un puente entre el novelista y el archiconocido cantante y presentador Bertín Osborne. Ambos comparten un antepasado en común: Thomas Osborne, que les legó un apellido especialmente querido por Tolkien.
Imágenes | Canal Sur Media (Flickr) y Frazio Dalla Casa (Flickr)
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