Es probable que nuestra generación viva en primera persona la extinción de otra especie de rinoceronte. Tras la muerte de Nola, una hembra de más de 41 años que vivía en el zoológico de San Diego, ya sólo quedan tres rinocerontes blancos del norte en todo el mundo. Este mismo año ya había muerto otro ejemplar, y el año pasado, también en el zoo de San Diego, otro más. Los tres restantes viven en cautividad en Ol Pejeta Conservancy, en Kenia.
En un año, la población de rinocerontes blancos del norte se ha reducido en más de 50%. Se trata de la especie de rinoceronte más amenazada de todo el globo, un animal cazado hasta su extinción a lo largo de dos siglos y que ahora mismo se encuentra al borde del acantilado.
La situación del rinoceronte blanco del norte es la más extrema de entre todos los rinocerontes. Abundantes en el pasado en África central, el rinoceronte blanco del norte fue progresivamente cazado por el valor de sus cuernos. Tanto en África, como piezas de valor, como en Asia, como supuestos ingredientes de recetas médicas caseras, son ampliamente demandados. Cuando los colonizadores europeos llegaron al continente en el siglo XIX, encontraron un filón con el que enriquecerse. El rinoceronte blanco del norte fue perseguido hasta su desaparición.
Cuatro muertes en un año
Nola, a la que vemos en la foto que abre este artículo, era uno de los ejemplares de más avanzada edad. Este mismo año también ha muerto Nabire, diez años más joven, que se encontraba en cautividad en el zoológico de Dvůr Králové, en la República Checa. El año pasado también falleció Angalifu a los 44 años de edad, compañero de Nola en el zoo de San Diego, y Suni, otro anciano rinoceronte que residía en Ol Pejeta.
Tras la muerte de los cuatro, sólo restan otros tres ejemplares en todo el mundo. Viven en compañía en la reserva de Ol Pejeta, fuertemente protegidos. Sus nombres: Sudan, un macho muy envejecido; Najin, una hembra de 26 años de edad hija de Sudan; y Fatu, de 15 años, hija de Najin.
Ol Pejeta es una de las principales reservas de rinocerontes de Kenia. No sólo cuentan con los tres últimos rinocerontes blancos del norte del mundo, sino también con ejemplares de una subespecie de rinoceronte negro (a su vez, en altísimo peligro de extinción) y del rinocerante blanco del sur, que se cuenta por miles en el África meridional. Pese a compartir características, las dos especies de rinocerontes blancos son genéticamente distintas. El del sur es el tipo de rinoceronte más numeroso de todo el planeta, y el único que no está al borde de la extinción.
La desaparición del rinoceronte blanco del norte ha sido progresiva en la última década. A los tres fallecimientos en el último año debemos sumar el de Suni, el cuatro compañero de los, ahora, únicos tres rinocerontes supervivientes. Suni llegó a Ol Pejeta junto a Sudan, Fatu y Najin, en 2009. La reserva confiaba en que las técnicas de reproducción asistida y las condiciones naturales de su hábitat permitieran engendrar más rinocerontes. Como se explica aquí, Suni y Najin mantuvieron una relación, pero fue infructuosa.
Una extinción cada día más cercana
La muerte de Suni dejó al rinoceronte blanco del norte visto para sentencia. Sudan es un macho muy anciano para procrear. De forma paralela, ni Fatu ni Najin pueden engendrar vástagos de forma natural. ¿Es el fin del rinoceronte blanco del norte?
Posiblemente, pero hay alguna que otra opción. A través de la campaña "Help us #MakeARhino", tanto Ol Pejeta como el zoológico de Dvůr Králové aspiran a recaudar medio millón de dólares para desarrollar nuevas técnicas de reproducción asistida. El objetivo es perfeccionar técnicas de fertilización in vitro y de selección genética, nunca antes intentadas en rinocerontes, para lograr que alguna de las dos hembras se quede embarazada. Puedes donar aquí.
Otra forma de colaborar es adoptando a uno de ellos. Puedes hacerlo aquí: hay varios modelos de adopción, desde el estándar hasta la premium, con precios que oscilan entre los 85 y los 500 euros al año, y puedes elegir entre tus tres rinocerontes favoritos (tienes fotos de todos ellos aquí).
Para el rinoceronte blanco del norte puede que ya sea demasiado tarde. Su declive ha sido vertiginoso: en 1960 había más de 2.000 repartidos en varios países. En el siglo XIX se contaban decenas de miles. Junto a otras especies gravemente en peligro, las miradas se centran ahora en el rinoceronte blanco del sur, semejante a su par del norte, pero más abundante. Sin embargo, eso podría cambiar si la caza ilegal y furtiva del mamífero continúa tan extendida como hasta el momento. Aquí se explica cómo sólo en 2013 fueron cazados más de 1.000.
Su caso es excepcional. Todas las demás especies de rinoceronte están en grave peligro de extinción. Tanto las distintas variantes del rinoceronte negro africano, como el rinoceronte indio, el rinoceronte de Java y el rinoceronte de Sumatra. Los motivos, idénticos: caza ilegal para el mercado negro. Algunos de ellos ya sólo existen en cautividad. El ser humano, sencillamente, está acabando con los rinocerontes.
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