Acabamos de publicar el reportaje en el que entrevistamos a sus protagonistas. Personas que, tras las espectaculares muestras de crecimiento del valor, de niveles de auténtico vértigo, decidieron invertir en Bitcoin y otras criptomonedas. Ahora tras sus últimos desplomes, y en plena resaca de la juerga alcista que ha quedado como recuerdo de días mejores, toca la recapacitación y el lamento.
Son muchos los artículos que contextualizan y explican en qué consiste el Bitcoin y cuál es su situación actual, pero puede que hayamos dado con el resumen perfecto (en realidad la pista nos la ha dado nuestro comentarista duke27ver5, al que le damos las gracias).
Formato, duración e ingenio se suman en una ecuación de resultados meméicos. Sólo una carencia: sus breves textos están en inglés. Antes de continuar te dejamos que lo veas por ti mismo.
La evolución del Bitcoin encuentra entonces en la estructura pop clásica un gran vehículo narrativo. Del verso, estribillo, puente, verso, estribillo y cierre vamos al escepticismo, aceptación, epifanía bursátil, llegada de señales negativas, caída, renovación de la esperanza, verborrea analítica y un final abierto con malísima pinta.
Esas apelaciones a Ponzi que hace el cantante lunar no son otra cosa que la apelación al famoso “esquema piramidal Ponzi” o “esquema de la burbuja” por el que unos incautos creen en los pingües beneficios a corto plazo que le promete un mercado siempre creciente pero que, como apunta ahora, sólo será rentable para los inversores iniciales.
Técnicamente con las criptomonedas no estamos tanto ante un esquema “Ponzi” como sí del “gran tonto”, como se le conoce popularmente. Pero en cualquier caso este es un vídeo que no parece buscar tanto el rigor en su dialéctica como en su vertiente simbólica, lírica y hasta emocional.
Si necesitas más información acerca de este híbrido entre mundo de los Teletubbies y Eurovisión, sobre ese Macaulay Culkin espacial con dotes linguales para el cortejo de pavos, el videoclip de fondo lo protagoniza el artista letón Vitas interpretando su famoso 7th Element, también conocido en Internet como “weird russian singer” o “russian blblblblbl”, un meme que alcanzó su pico de interés en diciembre del año pasado.
Vitas conmueve a sus audiencias desde hace 15 años fusionando sonidos de ópera clásica con estructuras y ritmos techno. Como él mismo ha afirmado en alguna ocasión, vino “del mundo de los sueños para daros esta canción”, cuyo estribillo funciona como significante vacío que rellenar a conveniencia por los pensamientos automáticos y subliminales de nuestras mentes. Con el montaje que vemos en TouzouMouneTV, parece claro que era el material ideal para explicar la última aventura financiera.
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