Un tren generando una avalancha de nieve en slow-motion es lo más placentero que vas a ver hoy

Pese a que en México o en España no sea habitual toparse con gigantescas nevadas que tengan el potencial suficiente como para paralizar la infraestructura del país, en otras partes del mundo es la norma. De modo que, ¿qué hacer si una continua nevada, durante meses, colapsa las vías del sistema ferroviario? La opción A es quedarse de brazos cruzados y esperar a que las temperaturas suban.

La opción B es Pasarlo En Grande.

La mezcolanza de trenes y nieve es uno de los placeres visuales más inesperados y gratificantes que uno puede encontrar en YouTube. Los trenes ejercen de sus propios quitanieves: en inglés, el fenómeno de un tren creando enormes cortinas de nieve (a la cual desplaza de las vías conforme avanza, un tren no se detiene ante nada) se conoce como "plowing", y hoy mismo ha vuelto a copar redes y medios por este vídeo.

En él observamos un tren de Amtrak aproximarse a una estación y, boom, hacer saltar por los aires los kilos de nieve amontonados sobre las vías. Gracias al ingenioso slow-motion del autor del vídeo podemos disfrutar de la cortina, una sábana de nieve que sale disparada al paso del tren y que sepulta a los pasajeros, en primera persona. Gracias a la tecnología no sufrimos los percances de los pasajeros, sólo su dicha:

En formato gif:

Entre los amantes ferroviarios el plowing es una particular filia, del mismo modo que pasar horas y horas observando a trenes cumplimentar su aburrido destino, en un ejemplo paradigmático de la slow-life.

Bolas de hierro hechas de nieve: felicidad

Ahora bien, que este pequeño secreto sea un coto privado de los amantes del tren no significa que no tenga posibilidades de convertirse en masivo. Uno de los más célebres de YouTube es este, subido hace un par de años, en el que podemos disfrutar de las maravillas de un tren de mercancías canadiense, en la provincia de New Brunswick. Conforme gana velocidad y se acerca al paso a nivel, marcado por una alta barrera de nieve, el tren se convierte en una gigantesca bola de nieve.

Y una vez en la barrera, de nuevo, boom.

La cosa torna en pura pornografía ferroviaria si nos fijamos directamente en los trenes-quitanieves, bichos gigantescos con enormes molinos delanteros cuya misión es mover tanta nieve de las vías como les sea técnicamente posible. En este capítulo de Discovery Channel hablan de uno de ellos en Estados Unidos, una suerte de tuneladora que permite que otros trenes no tan potentes puedan continuar su trayecto diario.

Y en fin, dado que el fenómeno es bastante habitual en lugares como Escandinavia, Canadá, Estados Unidos o Rusia, y como tampoco requiere de mucha mayor explicación (trenes + nieve = combo de éxito asegurado), aquí va un recopilatorio que puede hacer las delicias del niño que todos llevamos dentro.

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