Una batea, un portaaviones... con los años la Vuelta se ha vuelto experta en buscar escenarios insospechados
La Vuelta a España acaba de hacer historia del ciclismo. Eso sí, de una manera tan peculiar y poco ortodoxa que, al mismo tiempo, le ha permitido marcar también un hito en la crónica del marketing empresarial. ¿Cómo? Iniciando una carrera dentro de un supermercado. Literalmente. La sexta etapa de la competición ha arrancado de los mismos pasillos del Carrefour a los que habitualmente acuden los vecinos de Jerez a hacer la compra de la semana. Lo más curioso es que encaja perfectamente en la pintoresca historia de la Vuelta, que ya nos ha permitido ver a los ciclistas en lugares tan bizarros como un portaaviones, un anfiteatro o una batea gallega.
Una larga tradición de ciclismo… y destinos random.
El pasillo de los congelados... y el los ciclistas. La imagen es desde luego curiosa. La sexta etapa de la Vuelta ha arrancado hoy de un lugar que a priori poco o nada tiene que ver con el ciclismo: el hipermercado Carrefour Jerez Sur.
Los ciclistas han empezado a pedalear dentro de la tienda, entre carteles de la compañía francesa, estanterías con briks de leche, cajas de galletas, congeladores con helados y el resto de artículos que uno esperaría encontrarse en un súper. Eso y un buen número de reporteros, staff técnico y empleados del propio Carrefour apostados a ambos lados del pasillo en el que se concentraban los ciclistas.
¿Y eso por qué? Porque Carrefour tiene un peso destacado en la competición, como se encargaba de recordar la propia cadena de hipermercados hace unos días, cuando anunció que su local de Jerez serviría de arco de salida de la Vuelta.
La compañía francesa recuerda que lleva más de una década como "patrocinador principal" y "apadrina el tradicional y reconocido maillot rojo" que viste el líder de la clasificación general. Y para dejar claro la importancia que daba al inicio de la etapa adelantaba que habría más de 400 empleados dedicados a los preparativos.
Raro sí, pero no tanto. Ver a ciclistas profesionales pedaleando entre cartones de leche y packs de yogures no es habitual, aunque la imagen chirría menos si de lo que hablamos es de la Vuelta a España, la competición organizada por Unipublic.
El motivo es que por más que Carrefour insista en que la jornada de hoy ha sido "histórica", lo cierto es que la Vuelta a España ya nos tiene acostumbrados a ver a sus deportistas sudar en los lugares más chanantes. Y la expresión puede tomarse de nuevo en el sentido más pleno. A lo largo de los últimos años las bicicletas han rodado por espacios a priori tan poco relacionados con el ciclismo profesionales como catedrales, un anfiteatro, estadios de fútbol o incluso unas salinas.
¿Catedrales y estadios? Y más. Mucho más. Una jornada de agosto de 2013 la Vuelta salió ni más ni menos de una batea en Vilanova de Arousa, en 2014 lo hizo desde un portaaviones de la Armada en Cádiz, en 2017 pasó por el anfiteatro de Nimes, en 2019 los ciclistas empezaron a pedalear en una de las montañas de sal del Parque Natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja, en 2021 visitaron la catedral de Burgos y en 2022 la de Breda. La lista suma y sigue con destinos igual de pintorescos, como el estadio de San Mamés, el Bernabéu o Destilería DYC.
Objetivo: diferenciarse. La elección de lugares pintorescos permite a la Vuelta a España diferenciarse de las otras dos grandes citas del ciclismo europeo, con una pegada mucho mayor a día de hoy: el Giro italiano y el Tour de Francia.
Desde hace años, especialmente desde hace década y media, busca formas de destacar con propuestas originales en sus recorridos, muros finales y acuerdos comerciales que dejan estampas tan curiosas como la que esta mañana, que ya ha llamado la atención de medios extranjeros: una etapa ciclista profesional partiendo del interior de un hipermercado, decisión que recuerda a la de cuando inició la carrera desde las instalaciones de Alhama de Murcia de la firma El Pozo.
El campeón de la viralidad. Los ciclistas pedaleando por los pasillos de un Carrefour no es la única ni la primera imagen viral que deja la Vuelta este verano. Antes ya lo ha logrado Cristian Venturas, el camarero que se ha hecho popular en TikTok con su famosa frase "con permiso, buenas tardes" y que se ha dejado ver en la competición para asombro de propios y extraños. Sobre todo de propios.
En la cuarta etapa sorprendió al servirle sin previo aviso un vaso de agua al esloveno Primoz Roglic, ganador de esa etapa. La enésima demostración de que, además de una competición deportiva, la Vuelta es también espectáculo.
Imágenes | Carrefour España (X)
En Xataka | Este equipo holandés ha entregado a sus ciclistas enormes cascos "Darth Vader". Y tiene buenos motivos
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 3 Comentarios