Una nube de 100.000 globos iluminados; sí, el arte puede ser maravilloso

En ocasiones surgen artistas que por medio de sus obras hacen que el mundo hable de ellas, ya que son capaces de transmitir diversas sensaciones y conectar con millones de personas, aunque no se encuentren de forma presencial ante la obra. Obras que no poseen los grandes presupuestos o complejas instalaciones.

Este es el caso del artista y fotógrafo francés Charles Pétillion, quien desde el año pasado ha invadido las galerías con su arte a través de globos. "Invasions" consistió precisamente en eso, llenar lugares cotidianos con globos blancos de distintos tamaños, como una forma de ataque y cambio de imagen hacia algo común. Después de año, Charles ha regresado con su más grande e increíble instalación, una digna continuación a "Invasions". Con ustedes, "Hearbeat".

Hearbeat: una nube de energía que busca cambiar la percepción del mundo en que vivimos

Dentro del mítico edificio de Covent Garden, en Londres, se encuentra una de las instalaciones de arte más fascinantes en los últimos meses. Hearbeat consiste en una gran nube de 100.000 globos gigantes, que se extiende por una longitud de 54 metros a lo largo del edificio, cada globo se entreteje en un camino que luce sin fin desde el inicio y durante su recorrido.

Algunos globos incorporan luces blancas, que brillan suavemente como un pulso, donde la intención es reflejar la historia, el dinamismo y la energía del lugar. Esta instalación es parte del Festival de Diseño de Londres y estará disponible hasta el próximo 27 de septiembre.

Heartbeats es la primera instalación pública y fuera del Francia para Charles Pétillion, quien se refiere así a su obra:

"Las invasiones que creo con globos son metáforas. Su objetivo es cambiar la forma en que vemos las cosas que vivimos diariamente, sin realmente darnos cuenta de ellas. Con Heartbeat quería representar el edificio del mercado como el corazón palpitante de esta área, una conexión de su pasado con el presente, algo que permitiera a los visitantes volver a examinar su papel como el corazón de la vida en Londres.

Cada globo tiene sus propias dimensiones y sin embargo es parte de una composición gigante pero frágil, que crea una nube flotante por encima de la energía del mercado. Esta fragilidad se representa mediante el contraste de materiales y también la blancura de los globos con su pulso vivo y vibrante como la zona."

Por supuesto las reacciones en redes sociales han empezado a surgir bajo el hashtag #CoventGardenBalloons.

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