¿El único hombre que no grabó con su móvil la canasta histórica de LeBron James? El fundador de Nike, claro

LeBron
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El Staples Center, hoy rebautizado como Crypto.com Arena, un amplio estadio cubierto de Los Ángeles en el que juega como local Los Angeles Lakers, sirvió de escenario hace unos días a dos episodios para el recuerdo. Ambos memorables. Ambos históricos a su manera. Ambos simultáneos. Y ambos bastante predecibles. Lo curioso es que el que debía pasar desapercibido ha ganado tanta repercusión que casi eclipsa al otro, candidato más que previsible a grandes titulares.

Suena extraño, pero es bastante simple.

El martes LeBron James, jugador de Los Lakers y superestrella indiscutible de la NBA, logró (re)afirmarse como una leyenda viva del baloncesto internacional. Y no de una forma abstracta o simbólica, campos en los que destaca desde hace bastante tiempo. No. Lo consiguió en el terreno de los números: durante un encuentro con el Oklahoma City Thunder se convirtió en el jugador que más puntos ha marcado en la historia de la NBA, superando el récord de 38.387 coronado por Kareem Abdul-Jabbar en la década de los 80, hace ya más de 30 años. Antes él le había arrebatado la marca a Wilt Chamberlain, que lo había fijado en 31.419.

El encuentro no fue especialmente espléndido para los Lakers, pero sirvió a LeBron para convertirse en el máximo anotador en los anales de la NBA.

Hasta ahí todo perfecto. Memorable, pero perfecto. Explosión de aplausos. Felicitaciones. Saltos de entusiasmo. Y tuit de la NBA con aires de épica. En el estadio estaba presente el mismísimo Abdul-Jabbar, ahora a las puertas de los 76 años, quien acabó fundiéndose en un abrazo sobre la pista con su sucesor.

Sobre la gesta de LeBron se han escrito suficientes crónicas deportivas para empapelar el Staples Center. Normal y esperable. Lo que ya lo es menos es que se escribiesen otras tantas —y en medios del alcance de The Telegraph, Marca, US Today o la australiana News.com— sobre lo que ocurría en las gradas del estadio mientras el jugador de Los Angeles Lakers apuntaba a la canasta.

¿La razón? Si observas bien las grabaciones y fotos del momento exacto en el que LeBron lanza el tiro que lo catapulta a lo más alto de la NBA, el instante preciso en el que lanza el balón por encima de Kenrich Williams, verás un detalle curioso: casi todo el público acomodado en las gradas del Staples Center disfruta del momento histórico… a través de los objetivos y pantallas de sus teléfonos móviles.

Han pagado la entrada, tienen la oportunidad de presenciar un momento legendario en primera persona, paladeándolo con el genuino placer que garantiza estar en el  lugar e instante adecuados, y prefieren seguirlo desde sus móviles. De una forma no muy distinta, en cierto modo, a cómo lo verían en una grabación tomada por otra persona o incluso por la tele, sentados en el sofá del salón.

El rapero Eladio Carrión incluso fue más allá y decidió capturar el instante en un vídeo tomado a modo de selfie, con lo que siguió toda la secuencia de espaldas a los jugadores, desde la pantalla de su móvil y con él en primer plano. Hasta los hijos de LeBron, en primerísima fila, siguieron el momento smartphone en mano.

¿Actuó igual todo el público repartido por las gradas? No.

En las imágenes puede verse cómo hay al menos un espectador que sigue el juego con las manos entrelazadas sobre el regazo, disfrutando del instante con sus ojos, sin pantallas de por medio. Es fácil apreciarlo porque está sentado a pie de pista, en primera fila, al lado de los hijos de LeBron. Y es fácil reparar en él también porque es una figura bastante reconocida: Phil Knight, fundador de Nike.

Su retrato sentado en la fila más privilegiada de todo el estadio, siguiendo con atención los movimientos de la pista, las manos entrelazadas, la cara ligeramente ladeada y la vista fija en LeBron James y Kenrich Williams, se ha convertido casi en un icono. También en un símbolo que habla de otra cosa, las diferentes formas de disfrutar de un mismo momento y cómo estas varían de una generación a otra: Knight está a punto de cumplir 85 años; los hijos de LeBron, sentados a su lado, pendientes de sus teléfonos móviles, no llegan siquiera a las 20 primaveras.

El debate está servido, por supuesto, y ha dejado un buen número de preguntas botando en las columnas de opinión de los periódicos deportivos... y no deportivos. ¿Hemos incorporado los móviles y las redes sociales en nuestro día a día hasta tal punto que  preferimos vivir momentos históricos a través de ellos? Y si es así, ¿es malo? ¿Resta a la experiencia o es solo otra forma de saborearla, distinta? ¿Con qué propósito captamos momentos como el de Staples Center exactamente?

No son interrogantes nuevos.

Hay quien ha abogado por prohibir los móviles en los conciertos y hace años la cantante británica Adele llegó incluso a abroncar a un fan, al que advirtió: "Deja de grabarme y disfruta del concierto". Lo que está claro es que Knight quizás no tenga un vídeo, fotos o un selfie del momento de oro de LeBron, pero probablemente sea uno de los pocos espectadores del Staples Center que sí lo vio con sus ojos.

Imagen de portada: Erik Drost (Flickr)

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