Otra muesca en el revólver de polémicas de la comunidad youtuber hispanohablante. Tras el reciente caso de ReSet, el joven que ha sido denunciado por gastar una broma de escaso gusto a un indigente sustituyendo la crema de las galletas Oreo por dentífrico, el nombre de Wilson Alfonso ha tomado redes sociales y titulares. ¿El motivo? Su abierto acoso de mujeres por las calles de Oviedo, a las que besaba sin su consentimiento.
En Wilson Alfonso se juntan dos elementos dispares que, juntos, proyectan las peores pesadillas del dudoso gusto. Por un lado, la larga tradición de bromas con cámaras ocultas reinventada y repopularizada por algunos protagonistas de la comunidad youtuber, con el ya retirado MrGranbomba como máximo exponente. Por otro, las técnicas de seducción científica de Álvaro Reyes y su rampante machismo.
El modus operandi de Wilson Alfonso, cuyo canal de YouTube ya ha pasado a mejor vida, era sencillo: se acercaba a una mujer y con la promesa de un espectacular truco de magia lograba que se colocara en una postura indefensa y con los ojos cerrados. Acto seguido las besaba. Las protagonistas, víctimas del acoso sexual de Wilson Alfonso, mostraban su desgrado en varios niveles y dejaban la escena.
El vídeo causó cierta sensación, en el peor sentido del término, tanto en YouTube como en las redes sociales. Wilson Alfonso ejemplificaba la mezcla perversa de MrGranbomba y muy especialmente de Álvaro Reyes, cuyo perfil creativo analizamos aquí. Reyes saltó a la fama por difundir una serie de vídeos-tutoriales en los que cualquier hombre podía seducir a cualquier mujer si apretaba las teclas adecuadas o se comportaba con agresividad y coacción. La piedra fundacional de aquella iglesia: "Si dice no, está diciendo sí".
Cuatro denuncias de abuso sexual después
Álvaro Reyes se ganó la animadversión de numerosos grupos feministas y activistas en redes sociales, amén de una campaña secundada por decenas de miles de personas para solicitar el cierre de su canal.
Sus enseñanzas, sin embargo, calaron entre algunos hombres, que observaron en su palabra una forma idónea de acosar a las mujeres pasando por encima de su consentimiento. El vídeo que ha permitido a Wilson Alfonso sus particulares quince minutos de fama sigue las mismas coordenadas: engaña a su interlocutora y después, en la mejor tradición de Reyes, no pregunta sobre las preferencias de la mujer, actúa.
A tan exacta definición de "agresión sexual" ha seguido la denuncia de cuatro de las protagonistas grabadas en vídeo y colgadas en el canal de YouTube de Wilson Alfonso. La Policía Nacional abrió la pertinente investigación y el asunto terminó en manos del juzgado de instrucción número 4 de Oviedo, donde el youtuber tendrá que declarar mañana en el curso de un juicio rápido. Wilson Alfonso está siendo acusado de tres delitos de abuso sexual.
Wilson Alfonso se suma así al largo listado de youtubers polémicos que o bien han tenido problemas directos con la justicia, como ReSet o MrGranbomba, o bien han sido objeto de censuras y vetos varios fruto de sus actitudes o comentarios más o menos reprobables. La última polémica en redes sociales surgió al albur del montaje de otro youtuber especializado en "bromas" en el que aparentaba rociar con espray pimienta a un repartidor de Telepizza. La bola mediática fue gigantesca, pero no fue a mayores al tratarse de un fake.
YouTube está repleto de otro tipo de creadores: como repasamos en su momento, más allá de las bromas de dudoso gusto o del fomento de mensajes tóxicos como el difundido por Wilson Alfonso, hay diversos creadores y divulgadores que generan contenido interesante desde un punto de vista original y divertido.
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