Pocas ciudades europeas han gozado del mismo estatus cultural, político y económico de la Roma imperial y republicana durante la Edad Antigua. La urbe italiana, hoy capital de Italia, fue en su momento una ciudad capaz de dar nombre al imperio más relevante de la historia del continente, y de expandir su cultura hasta los límites de Europa Occidental. Las huellas de Roma están por todas partes, desde nuestra lengua hasta nuestras costumbres, ¿pero qué sabemos en realidad de la ciudad sobre la que se erigió el imperio?
Bastantes cosas, en realidad, aunque en ocasiones cueste ponerle imágenes a tan impresionante construcción socio-política. Sabemos tanto de Roma, de hecho, que es posible reconstruir la ciudad en su momento de máxima expansión y esplendor cívico: el año 320 DC. Es lo que han hecho en Rome Reborn, un equipo internacional de investigadores históricos que, a través de las fuentes escritas y de las fuentes arqueológicas, aspira a reconstruir en 3D y de forma fidedigna su fisionomía urbana (con la ayuda de Khan Academy).
¿Por qué precisamente ese año? Según los investigadores, las últimas obras cívicas de gran importancia en la Roma de la Antigüedad tuvieron lugar alrededor de esa fecha, con la progresiva implantación del cristianismo, de la mano de Constantino, y sus construcciones religiosas, a lo largo de la ciudad. A partir de ahí, Roma no sólo perdería la capitalidad del imperio, sino que caería en una lenta y profunda decadencia tanto arquitectónica como económica y cultural, culminada siglo y medio después con la caída del Imperio Romano de Occidente a mano de las tribus germánicas allende los limes fronterizos.
En este vídeo, narrado por Bernard Frischer y Steven Zucker, miembros del proyecto, (en inglés), nos acercamos a la Roma de aquel año.
Algunas cuestiones interesantes. Rome Reborn trata de organizar de forma exacta, tanto a nivel arquitectónico como topográfico, la estructura urbana de Roma, cuyas magnitudes por aquel entonces no tenían comparación en la historia de la humanidad. Con alrededor de un millón de habitantes (pese a lo impreciso de las cifras, el Imperio Romano no contaría con más de 50 millones de habitantes en su totalidad, y la península itálica con 7), Roma era la ciudad más grande del mundo, y posiblemente una de las más vastas edificadas hasta la fecha. En el año 320, sus dimensiones eran excepcionales.
Como explican en Vox y en el vídeo, esto se hizo, además, en un lugar rodeado de colinas y relativamente lejos de fuentes de agua estable. De ahí que, pese al río Tíber, los romanos necesitaran de grandes obras de ingeniería (los acueductos, como el célebre segoviano) para abastecer a la masiva población romana. Aquí, además, podemos observar otras obras públicas como el Coliseo o el Circo, además del palacio del emperador, sede del gobierno. Son imágenes que las ruinas sólo dejan intuir.
El vídeo, además, contextualiza con el estado de la Roma actual, por lo que será muy enriquecedor para aquellos que la conozcan.
A lomos del Tíber, con el Capitolino, una de las siete colinas de Roma, en primer plano.
El Circo Máximo y el palacio imperial (a la derecha).
Uno de los muchos acueductos de Roma: el Aqua Claudia, que transportaba agua de lugares alejados hasta 70 kilómetros de la capital.
Los Baños de Trajano.
El templo de Venus.
El interior de la Basílica de Majencio.
Una vista aérea más general de Roma.
El Campo de Marte.
El Foro Romano, una de las ruinas más emblemáticas y visitadas de la ciudad.
Y por último, otra vista general de Roma.
Una versión previa de este artículo se publicó en marzo de 2016.
