Tiene 25 años, es autodidacta y desde el periodo de la pandemia se ha fabricado en casa una armadura de Iron Man con comandos de voz a tamaño real y recientemente unos brazos mecánicos impulsados por motores, al más puro estilo Dr. Octopus.
"Acabé bachillerato pero no tengo estudios relacionados ni con programación ni con robótica", nos explica Tomás Castellanos, el joven residente en Madrid que inspirado por sus personajes favoritos de Marvel comparte en su canal de Youtube sus distintos proyectos maker.
Con tiempo y dedicación, pero sin estudios de robótica
Su pasión por la electrónica y la robótica le viene de casa. "De pequeño, mi padre sí me ha pegado esa afición porque a él le gusta muchísimo. Cualquier aparato pequeño lo desmontábamos", recuerda Tomás.
Con estudios relacionados con el mundo del arte, este joven ha aprendido principalmente por su cuenta, sobre todo a raíz de un periodo de pandemia donde se encontró con más tiempo para realizar este tipo de trabajos. "El año pasado me dio por ahorrar y querer construir la armadura de Iron Man", repasa Tomás. Un proyecto de armadura a tamaño real que fue el primero de este tipo que el joven realizaba.
"Planeando lo que era la electrónica estuve dos meses. Y como no tenía impresora 3D, le encargué las piezas a un amigo. Tuve que estar lijando a mano para dejarlas suave y quitando imperfecciones. Fueron entre 9 y 10 meses. Se lo encargué todo sobre mayo-julio y cuando acabé, contando la electrónica, fue a principios de febrero de este año".
Solo con el coste de las piezas impresas para fabricar la armadura, el coste asciende a unos 1.000 euros. Pero esto era "precio amigo". Según los cálculos de Tomás, construir una armadura equivalente tendría un coste de unos 2.000 euros aproximadamente. "Los componentes de electrónica no son muy caros, pero hay que añadir pintura, spray, para enmasillar...", explica el joven.
A nivel de electrónica, el principal añadido que quería añadirle a la armadura era la voz, con sonidos de J.A.R.V.I.S. Pero finalmente se animó a incorporar reconocimiento de voz para que la armadura respondiese. "Reproduce música al azar y si le dices que se presente, te da una explicación de lo que puede hacer. Esto me viene bien, porque cuando la enchufo ya no recuerdo todos los comandos de voz que tiene", apunta, al tiempo que reconoce que ya no le da tanto uso como antes porque "las baterías y las placas las tiene por dentro".
"Arduino es como el Lego, es muy fácil"
Uno de los aliados para hacer este tipo de proyectos es Arduino, que Tomás describe como "muy sencillo". "Yo el año pasado no conocía absolutamente nada. Ni me sonaba el nombre. Pero me sorprendió lo fácil que era; cuatro cosillas y ya te funciona nada. Yo lo comparo mucho con los Lego".
"Yo creo que cualquiera puede empezar a utilizar Arduino. De hecho se lo digo mucho a mi primo que le gustaría hacer estas cosas. Si hasta yo que no tengo conocimiento lo aprendí en cosa de uno o dos meses, cualquiera puede", concluye.
Tras la construcción de la armadura, Tomás decidió comprarse una impresora 3D. Al principio para llaveros y figuras pequeñas, pero tras un periodo de baja en el trabajo comenzó a hacer réplicas de Portal 2, una de las trampas de Saw, una pistola de rayos de 'Rick y Morty' y finalmente durante estas últimas 4 semanas la elaboración de dos brazos mecánicos, al más puro estilo Dr. Octopus.
YA HE TERMINADO MIS BRAZOS MECÁNICOS!⚙️
— Tomás Castellanos ⎊ (@despacillo) September 20, 2021
Después de 4 semanas por fin están terminados. Os agradecería un RT porque me ha costado sudores hacer esto. Si queréis ver el vídeo completo de cómo los he hecho, aquí lo tenéis:https://t.co/QPoeDT27IB pic.twitter.com/AsC54di0YZ
"Los terminé este fin de semana y los hice porque vi el tráiler de la nueva película de Spider-Man", explica Tomás, quien se planteó estos brazos como un reto personal. Tras ver vídeos de cómo otras personas lo habían hecho, el joven descartó un sistema por cuerdas para apostar por un sistema de piezas sólidas con motores.
"Lo más difícil han sido los botones. Hay que soldar las resistencias y además he apostado por utilizar cosas que tenía por casa, como piezas que había desmontado de anteriores proyectos". Aún así, reconoce que el coste de estos brazos mecánicos ha sido algo más elevado ya que se le acabaron bastante materiales, se quedó sin estaño, sin tubos termoretráctiles y se le rompió el soldador.
En total, los brazos mecánicos disponen de un total de 8 motores. Tres motores pequeños en cada pinza y uno más grande en la base de cada brazo.
De la resistencia de estos brazos explica que es bastante elevada y nos pone como ejemplo la armadura de Iron Man, donde pese a tenerla un tiempo sin conectar, luego funcionó todo.
"No me esperaba para nada la reacción que han tenido estos proyectos", reconoce Tomás. "Me ha contactado más gente pidiendo mi código o diciendo cómo lo he hecho, que no pidiéndome ayuda, pero hablo por ejemplo con un chico que me pidió mi ayuda y ya se ha hecho su propio casco de Iron Man", relata el joven, cuyos diseños pueden encontrarse en Cults3D.
Su próximo proyecto tendrá que esperar, pero tiene en mente la realización de un contenedor amarillo de 'Monstruos S.A.', con capacidad para cargar el móvil. Sería otro ejemplo más de lo que puede llegar a hacerse con Arduino, paciencia y pasión por la robótica.
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