El yeso y todos sus inconvenientes que hay que soportar cuando tenemos una fractura y no hay otra posibilidad de recuperación tienen mal futuro con la llegada de la impresión 3D. El proyecto Cortex, por ahora solo una idea, tiene como objetivo usar las nuevas tecnologías de impresión en tres dimensiones y mejores materiales como el plástico para crear una escayola de nuestros tiempos con más ventajas que inconvenientes.
Cortex recurre a las ventajas de la impresión 3D y, tras escanear la zona fracturada en tres dimensiones, esta información se combina con una placa de rayos X y es tratada por ordenador. De allí sale un modelo de escayola personalizada para esa fractura en concreto.
El material (nylon) y diseño de este futuro tratamiento - por ahora no es más que un concepto de Jake Evill - permite un tratamiento concreto para cada tipo de fractura, además de un sistema más ventilado y cómodo de llevar, que se puede mojar y es sencillo de poner y quitar, además de reciclable.
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