Quizá el invento que el programador web Max Ogden se ha sacado de la manga no sea el último grito en diseño industrial, pero es una demostración muy ingeniosa de cómo podemos ir más allá del uso normal de un dispositivo para convertirlo en otra cosa.
Ogden comenzó preguntándose si habría algún portátil que le permitiese hacer su trabajo en exteriores, o sea, viendo la pantalla a plena luz del sol y sin cargar el dispositivo cada pocas horas. La respuesta a esa pregunta se llama KindleBerry Wireless.
KindleBerry es un dispositivo pensado única y exclusivamente para programar código. Para servir de pantalla, Ogden optó por un Kindle Paperwhite cuya duración en términos de batería es de cerca de una semana con el uso que le da, y tiene el refresco de pantalla más rápido.
Conectado a este Kindle encontramos una Raspberry Pi alimentada mediante una batería con una autonomía de una semana. La Raspberry lleva una tarjeta MicroSD con el sistema operativo precargado y se conecta al Paperwhite mediante la red WiFi que sirve un pequeño router móvil D-Link y un Hub USB. La entrada de datos funciona mediante un teclado Apple Wireless Keyboard conectado a la Pi mediante un receptor Bluetooth USB.
La latencia entre cada pulsación y que aparezca la letra en pantalla es de unos 200 milisegundos, pero Ogden asegura que no es muy distinta que escribir en algunas pantallas táctiles. Gracias a la KindleBerry, este programador puede dedicarse a juntar código en cualquier lugar y sin preocuparse de que la batería le juegue una mala pasada. Todo el conjunto de accesorios cabe en una pequeña bolsa de tela. No puede decirse lo mismo de su ingenio, que es muy grande.
Más información | Max Ogden
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