China controla la producción mundial de grafito con una contundencia indiscutible. En 2021 produjo nada menos que 820.000 toneladas de este mineral, mientras que Brasil, que es el segundo país en esta clasificación, apenas rozó las 68.000 toneladas. El país liderado por Xi Jinping acapara el 90% del grafito, lo que lo ha colocado en una posición privilegiada que ha aprovechado para dejar de abastecer a EEUU y los países de su órbita.
Con este movimiento China ataca dos frentes. El primero es evidente: cerrar el grifo del grafito es una forma de responder a las sanciones de EEUU en materia de semiconductores. No obstante, este paso también persigue fortalecer la ya de por sí muy sólida posición de China en el mercado del coche eléctrico. Sin embargo, el grafito no es la única arma en manos de Xi Jinping. También controla la producción de otros dos minerales esenciales en las industrias de los chips, el coche eléctrico y las telecomunicaciones: el germanio y el galio.
EEUU está decidido a extraer su propio galio
El control férreo de las exportaciones de germanio y galio por parte de la Administración china entró en vigor el pasado 1 de agosto. Y el del grafito se intensificó el 1 de diciembre de 2023. El Gobierno de Xi Jinping defiende que esta estrategia es un ingrediente fundamental de su política de seguridad nacional, un argumento que coincide casi palabra por palabra con el que esgrime EEUU cada vez que despliega un nuevo paquete de sanciones dirigido a las empresas chinas.
EEUU pudo abastecerse de sus propias reservas de este metal hasta que abandonó la producción de su propio galio refinado en 1987
El galio refinado en particular es un metal fundamental no solo en la producción de semiconductores, sino también en la fabricación de dispositivos de telecomunicaciones, e, incluso, del armamento de próxima generación. En estas circunstancias es evidente que ni EEUU ni ninguna otra gran potencia mundial puede permitirse quedarse sin él. Y ahora mismo tanto el país liderado por Joe Biden como Europa están en las manos de China si nos ceñimos al suministro no solo de galio, sino también de germanio y grafito.
Lo curioso es que EEUU tiene galio. De hecho, pudo abastecerse de sus propias reservas de este metal hasta que abandonó la producción de su propio galio refinado en 1987. China actualmente controla la producción del 98% del galio refinado del planeta, y EEUU tiene que importar el 100% de este metal. La inestabilidad a la que está sometido el suministro de este y otros elementos químicos como consecuencia de la tensión que sostienen China y Occidente ha provocado que EEUU busque nuevas reservas de galio. Y las ha encontrado.
Durante el pasado mes de marzo la Corporación de Materiales Críticos de EEUU anunció que había encontrado un yacimiento de galio de alta pureza estratégicamente significativo dentro del bosque nacional de Bitterroot, que se extiende por los estados de Idaho y Montana. Esta empresa asegura que ha desarrollado una tecnología que permite extraer y procesar el galio de una forma respetuosa con el medio ambiente, pero los ecologistas desconfían y ahora mismo son el obstáculo que presumiblemente impide la extracción del galio. Este conflicto va a retrasar el inicio de la explotación de este yacimiento, pero dada la importancia de este metal estratégico lo más probable es que finalmente el galio del bosque nacional de Bitterroot ayude a EEUU a reducir su dependencia de China.
Más información | SCMP
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