Ha pasado más de un año y el edificio del Centre de Vida Comunitària (CVC) de Trinitat Vella, en Barcelona, sigue cerrado. Hablamos de un bloque de más de 2.000 metros cuadrados, cuatro plantas y de nueva construcción. Un edificio moderno en el que ofrecían servicio más de 30 trabajadores. Pero un hecho insólito obligó a cerrar el edificio en enero de 2023. Ha pasado más de un año desde entonces y todavía no hay previsión de abrir.
El culpable: un gas "natural". El edificio se cerró en el momento en que desde el Ayuntamiento de Barcelona fueron avisados de que tres trabajadores habían sufrido irritaciones inesperadas. Se realizó una inspección y detectaron que los niveles de un gas tóxico estaban por encima de los que marca la regulación.
El gas en cuestión es el formaldehído, un gas incoloro y de un fuerte olor que se utiliza principalmente en productos de madera prensada y tableros de fibra. Y precisamente el edificio de Barcelona fue construido con una gran cantidad de madera.
Efectos del formaldehído: a largo plazo es cancerígeno. Cuando hay una cantidad por encima de los niveles recomendados, los efectos pueden ser ojos llorosos, irritación en la garganta, mareos e irritación en la piel. Sin embargo, los estudios que se han realizado desde los años 80 sobre este gas determinaron que posiblemente también era tóxico.
Fue en 2004 cuando la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) lo clasificó como cancerígeno en seres humanos.
Falta de ventilación. El formaldehído causa problemas cuando se acumula. Según cuenta Xavier Giménez, profesor de química ambiental de la UB, a Betevé: "el problema aparece si no está ventilado, porque este gas se descompone en contacto con el oxígeno. Se oxida y se acaba convirtiendo en CO2".
Servicios sociales que se han quedado sin techo. Al tratarse de un edificio municipal, se ha decidido mantenerlo cerrado de manera preventiva. El Centro de Vida está dedicado a servicios sociales comunitarios y culturales, pero se inauguró en marzo de 2022 y únicamente pudo estar activo durante menos de un año. Actualmente ya lleva más tiempo cerrado que en funcionamiento. Los servicios sí funcionan, pero han tenido que repartirse en distintos edificios municipales del barrio.
Un problema estructural. Hasta que los niveles de formaldehído no lleguen a casi cero el edificio no se volverá a abrir. Para reducirlo están intentando mejorar la ventilación del edificio, revisando las instalaciones de climatización y ventilación, además de realizar controles periódicos. Sin embargo, ha pasado un año y todavía no se ha logrado reducir suficiente debido a la propia estructura del edificio.
El edificio había ganado premios. El Centro de Vida de Trinitat Vella era un edificio sostenible, con un presupuesto cercano a los 7 millones de euros. Fue un proyecto del estudio Haz Arquitectura y destacaba por el uso de materiales con poco impacto ecológico como la madera y una "estructura de ventilación cruzada". En el momento de la apertura llegó a ganar varios premios de arquitectura.
Ya piden responsabilidades. Políticos locales como Ernest Maragall, líder de ERC y presidente del Consejo del Distrito de Sant Andreu, han pedido explicaciones y responsabilidades ante lo que consideran una "negligencia muy grave en el proceso de construcción" y una "pérdida de dinero importante". Pide investigar el caso y buscar responsabilidades. Por el momento el edificio seguirá cerrado, sin previsión de cuándo se podrá abrir.
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