Bill Gates celebra el Día Internacional del Retrete visitando las alcantarillas de Bruselas por una buena razón
Que Bill Gates es un millonario poco ortodoxo no es ningún secreto: quiere donar el 99% de su fortuna (y conseguir que otros también la donen), estuvo enganchadísmo al Buscaminas y prefiere contratar a un perezoso para hacer los trabajos más complicados.
No obstante, una de sus últimas obsesiones le ha llevado a hacer cosas muy poco propias de un millonario con una fortuna valorada en más de 116.700 millones de dólares: mostrar un frasco con heces humanas durante sus conferencias o, recientemente, meterse dentro de una alcantarilla de Bruselas para realizar una visita diferente a la ciudad.
La obsesión de Bill Gates. En la miniserie documental ‘Bill Gates: bajo la lupa’, el millonario magnate de la informática reconocía que descubrir que 801.000 personas morían cada año a causa de las diarreas ocasionadas por las aguas insalubres que consumen o en las que juegan fue una de las cosas que más le ha impactado en su vida.
Esa preocupación le llevó a crear la Fundación Bill y Melinda Gates para, desde ella, impulsar iniciativas para conseguir sistemas de gestión y purificación del agua asequibles y útiles para los núcleos urbanos más desfavorecidos. Uno de sus principales objetivos: reinventar el retrete para controlar los vertidos fecales humanos y reducir las epidemias de cólera, fiebre tifoidea, difteria y parásitos intestinales.
Visita a las alcantarillas de Bruselas. El 19 de noviembre es el Día Mundial del Retrete, creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para concienciar a la sociedad de la importancia del tratamiento de las aguas fecales para preservar la salud. Para celebrarlo, el millonario publicaba en su perfil de Instagram un vídeo con la visita a la red de alcantarillado de Bruselas y su museo. Esta red de alcantarillado es una de las más antiguas de Europa y consiste en un sistema de túneles de más de 321 km de longitud que ocupan todo el subsuelo de la ciudad belga.
La aventura por las alcantarillas de Bruselas ha permitido a Bill Gates visitar el museo que alojan en su interior y conocer de primera mano el trabajo de vigilancia del agua que se hace desde estas instalaciones. Aunque como ha reconocido el propio Gates en su video, “apestan y hay ratas”.
Analizar el agua para prevenir pandemias. La monitorización de las aguas fecales fue uno de los puntos que más interesó a Bill Gates, muy interesado en conocer el proceso de análisis de estas aguas fecales para detectar la presencia de COVID-19 en la población y la aparición de indicios de cólera, polio y otras enfermedades.
Gates destacaba la labor sanitaria de estas infraestructuras señalando que en 1800 un vertido accidental de la red de alcantarillado contaminó el río Sena y provocó una pandemia de cólera entre la población de la ciudad.
Retos logrados y asignaturas pendientes. Con la campaña ‘Reinvent the Toilet’, Bill Gates financió el desarrollo de nuevas ideas de procesado y filtrado de los residuos fecales y para ello utilizó recursos tan visuales como mostrar un tarro lleno de excrementos humanos o beber un vaso de agua fecal sometida a un complejo sistema de filtración con la máquina Janicki Omniprocessor.
Pese a haber conseguido salvar la vida a unos 5,8 millones de personas fabricando inodoros y sistemas de filtrado de aguas residuales asequibles, uno de los grandes desafíos a los que todavía se enfrenta Bill Gates desde su fundación es la falta de infraestructuras mínimas de alcantarillado y saneamiento del agua en esas poblaciones basadas en infraviviendas.
Tal vez en la visita a las alcantarillas de Bruselas, el millonario encuentre la solución para evitar que se sigan perdiendo vidas por la insalubridad de las aguas.
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Imagen | Bill Gates
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