Un estudio de la Universidad de Valladolid afirma que comer torreznos es saludable. Tenemos preguntas

¿Cómo de sanos son realmente los torreznos? Quizás no tanto como estamos oyendo

Interpretar estudios científicos no suele ser tarea fácil. Incluso para quienes nos dedicamos a ello. A veces el mensaje que nos transmiten es un poco más complejo del que nos acaba llegando.

Torreznos sí, torreznos no. Un nuevo estudio sobre los efectos de la salud de las dietas altas en grasas ha puesto al torrezno de Soria en el centro del debate. El estudio recalca que, en determinadas circunstancias el consumo de estas dietas puede no resultar perjudicial para nuestra salud cardiaca.

Lo que sí dice el estudio. ¿Cuáles son estas circunstancias? El estudio señala, por ejemplo que se realizó friendo los torreznos en aceite de oliva virgen extra. Quizás más importante aún, las participantes en el estudio consumieron una dieta también alta en fibra y en combinación con vegetales, en el contexto de lo que describen como una "dieta mediterránea".

La salud cardiaca es importante y muy a menudo el consumo de alimentos grasos se vincula con problemas en este ámbito. Sin embargo, si queremos hablar de la salud en general requiere tener en cuenta otras posibles afecciones relacionadas con la alimentación como la diabetes o incluso el cáncer.

40 participantes. Podemos entender más detalles aún si nos adentramos en la metodología y  del trabajo. El estudio se basó en un grupo de 40 participantes, mujeres convivientes de entre 18 y 90 años de edad. Las participantes fueron divididas en dos grupos de 20 a quienes se les asignó una intervención dietética específica durante 98 días.

Uno de los grupos (el grupo de estudio) recibió una dieta alta en ácidos grasos monoinsaturados y alta en fibra (HMFD); mientras que el otro grupo (grupo de control) recibió una dieta alta en monoinsaturados (HMD).

Aceite de oliva virgen extra y verduras. Ambos grupos comieron 150 gramos de torreznos, fritos en AOVE dos veces a la semana, solo que uno de ellos (el grupo de estudio) consumió la carne acompañada de una ración de 200 gramos de verduras. Al convivir las participantes el equipo pudo asegurarse de que por lo demás las dietas de estas eran similares.

El equipo compiló datos del estado de las participantes las mañanas de los días 55, 98 y 132 del estudio, así como antes de comenzar este para contar con una base. Entre los datos que recabó el equipo estaba la presión sanguínea, niveles de colesterol y triglicéridos, entre otras medidas. Todos estos detalles pueden consultarse en el artículo de la revista Food Science & Nutrition en el que fueron publicados.

No sin limitaciones. Todos los estudios científicos tienen limitaciones marcadas por cuestiones estadísticas, metodológicas, recursos disponibles… En este caso una de las claves está en el número de participantes. El equipo solo pudo crear dos grupos, como ambos consumían torreznos resulta difícil sacar conclusiones veraces sobre su no-consumo.

Lo que sí se puede extraer de éste es que, si queremos consumir torreznos de forma más saludable, es buena idea acompañarlos con una buena ración de verduras que complemente su ingesta con fibra alimentaria.

Agradecimientos. El estudio es transparente en cuanto a estas limitaciones. También lo es en su financiación. El equipo responsable del análisis agradece en la sección correspondiente a la Asociación de Fabricantes de Torrezno de Soria por proveer de los productos que permitieron el desarrollo del estudio.

Los estudios científicos en los que participa la industria no son extraños, pero la transparencia en estos aspectos es clave. Para dar transparencia, las revistas científicas incluyen habitualmente secciones de “agradecimientos”, “financiación” y “declaración de conflictos de interés”.

Revisado por pares. El hecho de que el estudio haya pasado los controles de relevancia y calidad de una revista científica le otorga credibilidad, pero la interpretación debida de los datos siempre es importante si no queremos sacar conclusiones precipitadas.

Por lo demás, como con casi todo, el mejor consejo siempre suele estar en una dieta variada y bien repleta de verduras, pocos dietistas se opondrán a acompañarla de cuando en cuando de algún torrezno.

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Imagen | Directo al Paladar

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