Medir la glucosa de la sangre simplemente dibujando sobre la piel no es ya una utopía. En la Universidad de California han encontrado una combinación que nos deja sobre la mesa un bolígrafo con el nos podríamos olvidar sensores que se implementan o son más laboriosos de colocar.
El bolígrafo lleva en su interior una tinta nada común. Sus componentes principales son un enzima que reacciona a la glucosa en sangre y tirosinasa, que hace lo propio ante determinadas sustancias contaminantes. Junto con ellas se incluye polvo de grafito para darle conductividad a la mezcla y ciertos excipientes que ayudan a que la tinta quede pegada a la piel y dar estabilidad a la solución. Todo junto nos deja una biotinta con la que poder dibujar sensores para medir la glucosa en sangre.
También para detectar contaminantes en el aire o agua
Por el contenido de la tinta, este bolígrafo podrá usarse también para crear fácilmente sensores para contaminantes en la piel. Como en el caso de la medición de la glucosa, se dibuja directamente sobre la piel o el material que sea. Es luego la tinta la que reacciona con la glucosa en sangre o el contaminante y nos da un valor para la interacción. Para aumentar las aplicaciones, los investigadores solo deben alterar las enzimas.
Esa lectura de la reacción podría realizarse incluso en un dispositivo a distancia, como podría ser un smartphone, vía bluetooth. Es el siguiente paso que están dando en los laboratorios, además de eliminar la necesidad de un segundo electrodo en una tira transparente colocada en la piel y que es la encargada de medir la reacción que se produce en la tinta.
Pero el uso de esta tinta no se limita a la piel, pues se puede usar sobre otras superficies, siendo además biodegradable y reutilizable, contando con unas 500 aplicaciones por carga de tinta en el caso del detector de glucosa en sangre. Tras una primera aplicación sobre la superficie y realizada la medida, podemos eliminar la tinta y volver a dibujar el sensor para una nueva medida.
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