En 2024, el VIH sigue devastando África. Tenemos buenas noticias
Hay unos 38 millones de personas con VIH, el 70% vive en el África subsahariana. Y es algo especialmente exasperante porque esto no debería ser así. No sólo porque en esa zona del continente viven apenas 12% de la población mundial, sino porque desde hace años tenemos herramientas más que suficientes para controlar la infección, frenar su propagación y garantizar una vida normal a las personas infectadas.
Y el problema es que nada de eso llega al África subsahariana. Nada de eso llega a las mujeres entre 15 y 24 años quienes concentran el 63% de todas las nuevas infecciones. Ahora Gilead, la misma farmacéutica que desarrolló el tamiflu (el antiviral contra la gripe), está ultimando un nuevo tratamiento que podría cambiar sensiblemente el terreno de juego.
¿Qué es el PrEP? La vacuna del VIH ha sido uno de los Santos Griales de la medicina contemporánea. Pero, durante años y años, todos nuestros esfuerzos han acabado en callejones sin salida. Por eso, hace décadas, los investigadores comenzaron a buscar otras vías para manejar y controlar la infección (y la enfermedad).
A principios de la década de los 2010s, apareció lo que conocemos como 'profilaxis preexposición' (PrEP) al VIH. Básicamente, en un tratamiento preventivo de la infección para poblaciones de riesgo. Además, uno relativamente sencilla de implementar: consiste en tomar una dosis diaria de antiretrovirales (Tenofovir disoproxilo fumarato 300 mg + Emtricitabina 200 mg) y tiene un resulado fantástico para cortar los nuevos diagnósticos.
¿Cuál es el problema? ¿Por qué siguen creciendo los casos en África? Pues porque "sencillo" en países como España, no es "sencillo" en oros lugares del mundo. En la PrEP es clave la adhesión al tratamiento y de entrada, como señalaba Salim Abdool Karim, director del Centro para el Programa de Investigación sobre el SIDA en Sudáfrica, "no es viable que una mujer joven que ni piensa en el VIH ni es consciente de su riesgo tome regularmente una pastilla todos los días".
Hay amplias zonas de África donde poca gente sabe cuál es estado serológico, casi ningún infectado recibe tratamiento y, por supuesto, prácticamente nadie alcanza la supresión viral. Combatir el VIH en esas zonas es trabajar a ciegas y sin que la mayor parte de la población local entienda muy bien qué estás haciendo.
Pero el drama es incluso mayor porque cuando los sanitarios consiguen que la población entienda la importancia de la profilaxis, resulta endiabladamente difícil llevar la medicación a todos los sitios y asegurar su suministro.
Aquí entra Gilead. Porque la farmacéutica norteamericana ha estado trabajando en un tratamiento preventivo que solo requiere dos inyecciones anuales para funcionar. Y funciona muy bin. Los últimos datos (provenientes de la fase III del ensayo clínico del lenacapavir) señalan que ninguna de las 2.134 mujeres que recibieron la medicación han contraido VIH.
Los datos son mucho mejores que los de las pastillas actuales (16 de las 1068 que tomaban Truvada lo contrajeron y 39 de las 2.136 que usaban Descovy), pero su importancia va más allá. Sobre todo, porque permitiría alcanzar a muchas más mujeres que los otros métodos.
No es una revolución, pero no nos hace falta una revolución. Lo que necesitamos son tratamientos que sean sensibles a las circunstancias reales de la gente. Lo que necesitamos es un esfuerzo sostenido por seguir trabajando y seguir dando pasos hacia adelante. En ese sentido, hoy es un gran día.
Imagen | CDC Global
En Xataka | No era la última baza, pero sí la mejor: qué implica el fracaso de la última vacuna contra el VIH
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 4 Comentarios