España cumple su objetivo de vacunación para la semana del 3 de mayo: 5 millones de personas ya están completamente vacunadas

Han pasado más de cuatro meses desde que la granadina Araceli recibió el primer pinchazo de una vacuna contra el COVID-19 en España. Para muchos españoles, aquella mañana de invierno comenzó la primavera. Luego llegaron retrasos en el ritmo de vacunación, momentos de desabastecimiento y la crisis reputacional de AstraZeneca, pero España fue cogiendo velocidad (ya está administrando en torno a medio millón de dosis diarias) y se ha superado una de las barreras psicológicas en esta primera semana de mayo: uno de cada cuatro españoles ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna. Un total de 12,16 millones de personas. Además, cinco millones de españoles ya están completamente inmunizados.

Esto sigifica que un 25% de los españoles ya cuentan con un cierto grado de inmunidad, de en torno al 50% en el caso de los vacunados con Pfizer, sobre un 65% para los que han recibido AstraZeneca y de un 80% para quienes fueron vacunados con Moderna. Esta última es la vacuna menos habitual en nuestro país: por cada dosis de Moderna se han puesto casi cuatro de AstraZeneca y once de Pfizer. Janssen, la última en llegar, apenas se ha inoculado en unas 130.000 personas, pero por ser monodosis permite acelerar enormemente el ritmo de población ya vacunada, que va por el 10%.

5 millones totalmente vacunados, 12 millones con al menos una dosis

Estas cifras suponen que España llega con varios días de antelación al primer punto de control establecido por el Gobierno a principios de abril, cuando fijó sus objetivos de vacunación divididos en cinco plazos para alcanzar al 70% de la población completamente vacunada para la última semana de agosto. El Gobierno marcó la semana del 3 de mayo como en la que llegaríamos a cinco millones de vacunados, y así ha sido. El plazo llegaba hasta el domingo 9, pero hemos llegado con los datos de este mismo lunes.

De las 17 millones de dosis administradas, la gran mayoría han ido a parar a los mayores de 80 años (el 100% ya han recibido al menos una dosis y el 90% están completamente vacunados), a los de entre 70 y 79 años (80% y 15% respectivamente) y a los de entre 60 y 69 (53% y 7%). Los vacunados de grupos de edad inferiores se han limitado hasta ahora a personas dependientes, profesionales sanitarios y trabajadores esenciales como docentes o cuerpos y fuerzas de seguridad.

Ante las turbulencias de Janssen y AstraZeneca, las dos vacunas de vector viral; y la escasez de unidades de Moderna, la fuerte capacidad de producción de Pfizer, creciente en las últimas semanas y con planes para robustecerla aún más, incluso recortando los plazos de fabricación de cada remesa y tratando de dejar de requerir ultracongeladores para su conservación, es una de las grandes bazas para completar una campaña de vacunación que marcará la situación para este verano. Hemos llegado con cierta holgura al primer plazo, pero el ritmo debe evolucionar aún más para alcanzar los siguientes objetivos.

Además, esperamos la llegada de las dos próximas vacunas que comenzarán a ser administradas en suelo europeo, Curevac y Novavax; así como la posibilidad de que Europa empiece a mirar con otros a Sputnik V, la vacuna rusa, que ha pasado de las suspicacias iniciales a estar aprobada en 39 países y despertar interés incluso de algunas comunidades autónomas españolas, que comenzaron a valorar abrir negociaciones para su adquisición.

Por supuesto, también estaremos atentos a qué ocurre con el ensayo español sobre el uso combinado de vacunas que están llevando a cabo 600 voluntarios, una posibilidad que si resulta viable ayudaría a desencallar limbos como el de los menores de 60 años que recibieron la primera dosis de AstraZeneca y están a la espera de la segunda (de momento, paralizada y con el plazo extendido). También sería un recurso para acelerar la administración de las segundas dosis.