Tenía que pasar y ha pasado. En enero de 2022, el Reino Unido se convirtió en el primer país de Europa en detectar un caso de la gripe H5N1. Desde esta semana, España se ha convertido en el segundo. Esto es relevante porque hablamos de una cepa que, según la OMS, tiene una tasa de mortalidad puede alcanzar el 60%. Pero, si lo ponemos en contexto, nos damos cuenta de que es una excelente noticia.
Lo que sabemos del caso español. Según ha confirmado el Centro Nacional de Microbiología, el primer positivo por gripe aviar H5N1 en un ser humano en el país ha sido un trabajador de una granja de Guadalajara que, de hecho, estaba sufriendo un brote del virus entre sus aves. El trabajador (el único que ha dado positivo) no mostró síntomas en ningún momento y solo se encontró el positivo porque en estos casos se hacen controles a todo el personal.
¿Es raro? No demasiado. España ha pasado este año por el peor brote de la historia. Hasta ahora, el país había conseguido salir indemne de la mayoría de grandes brotes de gripe aviar. Sin embargo, lo que empezó con cuatro cisnes silvestres y una cigüeña común muertos junto al cauce del río Segre, se transformó en una enorme epidemia que confinó explotaciones de medio país y ha hecho que se tengan que sacrificar más de 665.000 aves en un solo mes.
Y no es solo algo español. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria definió la temporada de gripe aviar de 2021-2022 como la mayor registrada en Europa y, según la Organización Mundial de Sanidad Animal, en 2021 hubo más casos que en los cinco años previos combinados: un 462% más de casos y un 150% más de muertes en aves en comparación con 2020
Una buena noticia. El temor de muchos expertos es que estos brotes enormes acaben por facilitar la aparición de variantes de esta cepa con una mayor transmisibilidad en humanos. Algo que, teniendo en cuenta su tasa de mortalidad, sí que podría ser un problema sanitario de primer orden. Sin embargo, en el contexto del mayor brote de la historia, haber encontrado un solo caso de gripe en humanos entra dentro de lo razonable (la OMS ha documentado 864 casos en los últimos 20 años) y confirma que esta cepa sigue teniendo enormes dificultades para saltar de una especie a otra.
¿Qué podemos esperar? Poco. Como digo, los casos de gripe H5N1 en humanos no son algo preocupante de momento. Sobre todo, si hablamos de población general. Pero sí supone un aviso sobre la necesidad de mantener una vigilancia epidemiológica proactiva que sea capaz de localizar, aislar e intervenir sobre realidades tan nuevas que aún nos cuenta imaginarlas.
Imagen | Thomas Iversen
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