En 2005, la industria alimentaria creó el 'Código PAOS', un acuerdo nacional para reducir la presión publicitaria sobre la población infantil y (auto)regular los anuncios de alimentos y bebidas dirigidos a menores. Durante estos años, con distintas modificaciones, este código ha sido la herramienta fundamental para controlar las prácticas publicitarias. A partir de hoy, es historia.
O empieza a serlo, porque el Ministerio de Consumo acaba de anunciar que considera que ese código se ha mostrado "insuficiente" y que tiene la intención de prohibir la publicidad de alimentos y bebidas "insanos" dirigida a menores de 16 años en televisión, radio, redes sociales, webs, cine y prensa escrita.
Es un anuncio de calado (quizás el más importante sobre estos temas de los últimos años) y precisamente por eso llama la atención el gran ausente: Nutri-Score. El Ministerio ha decidido dejar de lado su propuesta estrella y adoptar los perfiles nutricionales de la Organización Mundial de la Salud. ¿Es esto el principio del fin del semáforo nutricional?
¿Dónde está Nutri-Score?
Según los datos del Ministerio, un 40,6% de los menores de entre seis y nueve años tiene exceso de peso (un 23,3% estaría en niveles de sobrepeso y un 17,3% sufriría obesidad). El análisis del departamento sugiere que las cifras están provocadas (al menos) por "dos grandes vectores": el consumo de "productos con elevados niveles de sales, azúcares y grasas" (como chocolates, dulces, galletas, postres, zumos o helados) y, muy relacionado con este, la publicidad.
Por ello, el Ministerio ha anunciado que regulará los productos que se pueden anunciar en horario infantil. Sin embargo, no lo hará a través de Nutri-Score como se pretendía hasta ahora, sino que se usarán los perfiles nutricionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde el Ministerio, nos aseguran que la elección de este sistema se debe a que los perfiles nutricionales "son mucho más restrictivos" que el otro sistema y que la medida, "al dirigirse a la población infantil", requería de instrumentos más exigentes.
No obstante, fuentes cercanas al Gobierno reconocen que Nutri-Score atraviesa malos momentos. Durante los últimos meses no han dejado de transcender tensiones dentro del mismo Consejo de Ministros y, pese a que los portavoces del Ministerio de Consumo siguen apostando públicamente por el semáforo nutricional, todo parece indicar que la única forma de "descongestionar" medidas como la actual es desligándolo del polémico sistema.
Más allá de todo esto, lo cierto es que anuncio de la nueva regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a menores es aún solo eso, un anuncio. Queda por ver cómo se materializará y la historia de los últimos años (todos los debates que no hemos tenido) no invitan a ser optimistas.
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