Hay un viejo dicho, acuñado por los médicos franceses Bérard y Gubler alrededor de 1880, que dice que la profesión médica consiste en "Consolar siempre, aliviar a menudo, curar a veces". A 2016 podríamos añadir "usar datos de pulseras cuantificadoras nunca". Bueno, o de aplicaciones de salud en general. Y eso que ante los problemas asistenciales y de envejecimiento, los gadgets aplicados a la salud parecen la mejor alternativa para repensar el sistema de salud, el hospital y las prácticas sanitarias.
El sustrato está ahí: En 2015 se realizaron más de 3.000 millones de descargas de apps de salud. Y se han vendido más de 76 milliones de wearables (Fitbit, Pebble o Apple Watch) en 2015, un 163.6% más que en 2014. Pero, ¿Se usan este potencial en los centros de salud y hospitales?
¿Tiene sentido hablar de wearables en la salud?

Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de personas con más de cien años se multiplicará por cuatro en 2030 y, en 2064, por cada persona en activo habrá otra que no lo esté. No sólo eso, el número de dependientes se doblará en lo que es el mayor problema de los sistemas sanitarios del mundo.
«Cada vez será mayor la demanda asistencial en patologías psiquiátricas, crónicas o con dolencias de larga duración», dicen en el Inibic de A Coruña. Por suerte, según un estudio de Telefónica y IESE de hace un par de años, el 70% de los enfermos crónicos y el 80% de los médicos estarían dispuestos a recurrir a la eHealth. Además, según el informe “Health Wearables: Early Days” de PwC las tres primeras prácticas por los usuarios están relacionados con la salud: un 77% está interesado en 'información relativa al ejercicio físico'; un 75% en 'recogida y seguimiento de información médica'; y un 67% en 'mejorar la dieta'.
Los médicos con los que hemos hablado ni usan, ni conocen ningún servicio donde se usen pulseras cuantificadoras o dispositivos similares.
Por otro lado, el estudio también revelaba que más de un treinta por ciento de los médicos no habían escuchado nunca el concepto de 'gestión remota de pacientes'. Mientras que hoy en día, sólo 1 de cada 4 usuarios está dispuesto a compartir los datos de su wearable. No obstante, en torno al 80% de los médicos reconocen que el principal problema es que no existen (o existen entornos muy limitados) sistemas de gestión remota que integren la información de los wearables en el workflow de la sanidad.
Hemos preguntado a algunos profesionales den varios Hospitales y especialidades si hacían uso de este tipo de dispositivos o si, al menos, conocían algún hospital donde se usaran. La respuesta ha sido clara: ni usan, ni conocen ningún servicio donde se usen pulseras cuantificadoras o dispositivos similares.
Un gran potencial
Hace unos meses, Daniel Kraft, médico y director de Medicina y Neurociencia en Singularity University, dio una conferencia en Maastricht sobre el papel de las aplicaciones y los wearebles en la medicina del futuro. Para Kraft, el potencial es inmenso. No sólo es una buena forma de realizar un triaje o cribado previo, es que los smartphones se convertirán en auténticas plataformas de diagnóstico.
"Podrían facilitar el análisis de los pacientes que son atendidos por cada servicio y de este modo obtener perfiles y optimizar la asistencia", dice María Ruiz
De la misma forma que hoy se recetan medicamentos, “se recetarán también apps que ayuden a controlar cuándo tomar el medicamento o cómo ajustarlo". O para problemas psiquiátricos o conductuales, serán las aplicaciones lo que se recetarán directamente. La idea central es dejar de tratar a los pacientes cuando están enfermos para "tratarlos antes de que lo estén”.
Al comentarle esta posibilidad, María Ruiz, residente del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Santa Ana de Motril (Granada), nos dice que es certo; que estos dispositivos "Podrían facilitar el análisis de los pacientes que son atendidos por cada servicio y de este modo obtener perfiles y optimizar la asistencia". Además, habría que explorar su potencial para permitir a los pacientes tener un mayor control sobre su propia salud. Algo que puede cambiar la hasta ahora complicada relación entre pacientes, médicos e internet.
En este sentido, la doctora Mireia Sans, de la sección de e-Salud del Colegio de Médicos de Barcelona, comenta que aún con "la escasa evidencia científica existente" promueven actitudes saludables y la auto-gestión de la salud. Entonces, ¿Por qué, entonces, se usan tan poco estas tecnologías?
¿Cómo usar estos dispositivos?

Un potencial que, de todas formas, no es percibido en la profesión médica. Daniel Pastor, residente del servicio de cirugía general y aparato digestivo del 12 de Octubre de Madrid, reconoce que hace falta una profunda reflexión sobre estos temas. "Sinceramente no tengo ni idea de qué hace (o podrían hacer) estos dispositivos". De la misma manera, Pedro Fernández, del servicio de Oftalmología del Hospital de Basurto (Bilbao) coincide con Pastor. "Solo cuantificamos con dispositivos hospitalarios respecto a respuestas a tratamiento o mejora de síntomas. Relacionadas con el paciente no usamos nada ni en Bilbao, ni en Milán" donde está realizando una estancia. Ruiz, por su lado, cree que no se usan por varios motivos "falta de tiempo, falta de costumbre y, sobre todo, porque no estamos acostumbrados a emplear los datos que nos podrían ofrecer esas herramientas".
"Sinceramente no tengo ni idea de qué hace (o podrían hacer) estos dispositivos", comenta Pastor
Esto coincide con una de la reflexión internacional sobre las relaciones de los wearables y la salud. Neil Sehgal, investigador del UCSF Center for Digital Health Innovation, lo deja muy claro: Hay dos problemas fundamentales. El primero es de fiabilidad: ninguno de estos dispositivos ofrecen garantías similares a las de los dispositivos médicos. Algunos incluso están teniendo problemas legales por esto.
Y el segundo es de validez. No hay protocolos, ni mediciones estandarizadas que ayuden a los profesionales a usar los datos cuantificados. O dicho de otra forma, ¿cómo interpretar clínicamente el número de pasos diario durante el día? Si mañana nos plantamos en nuestro médico de cabecera con nuestro historial completo de fitbit, lo más lógico es que nos mande a pasear (más aún).
Andrew Trister, un oncólogo en la Sage Bionetworks, trabaja precisamente en mejorar los datos que se obtienen de los cuatificadores. Por ejemplo, tratan de medir la respuesta mioeléctrica de la piel para evaluar a tiempo real el nivel de estrés de los pacientes. En general, el mismo Trister reconoce que "es muy pronto para saber si será posible 'llevar' pacientes crónicos y gestionar sus cuidados con esos dispositivos".
Y un futuro incierto

Aunque hemos encontrado algunas iniciativas como la del Hospital Materno-Infantil Sant Joan de Déu de Barcelona que desarrolla algunos programas muy innovadores para el uso de wearables en salud infantil como 'Prevengo' contra la obesidad infantil. Hay una gran cantidad de barreras profesionales e institucionales que dificultan la llegada de las nuevas tecnologías al mundo de la salud.
Y presupuestario. Según la Ametic, mientras las compañías de banca y seguros dedican el 2,8 por ciento de su presupuesto a el uso de la tecnología en su campo; en Sanidad se dedica solo el 1,19 por ciento. Por ponerlo en perspectiva, el gasto público sanitario en TIC ronda los 14 euros por habitante frente a los 185 euros la atención primaria tradicional.
Se suele decir que la diferencia entre atención primaria y atención hospitalaria es que mientras en los centros de salud las enfermedades pasan pero los pacientes permanecen; en los hospitales, los pacientes pasan mientras que las enfermedades son siempre las mismas. La eHealth y los wearables permiten romper esta dicotomía para siempre: pero tenemos que tomárnoslo en serio. Y, por ahora, no parece que vayamos por buen camino.
Imáganes | Juhan Sonin
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intranet
Como médico te puedo decir que esos datos nos importan muy muy poco... Que andes 300 pasos o 2000 nos da igual, no nos importa que suba el pulso, que baje... la variabilidad es grandísima, y todos esos datos no nos interesan.
Para los datos que interesan ya existen aparatos que miden valores constantemente (como los Holter que han mencionado en otro comentario), o se están investigando, pero no son cosas que un weareable haga nunca.
Esto es sencillamente porque son cosas "aburridas" que solo interesan a los médicos y que no son "divertidas" como para poner un post en facebook, con lo que nunca lo veremos en algo tipo fitbit.
Los wearables son el postureo médico de masas.
guel135
Estoy trabajando en una empresa alemana que nos dedicamos al e-health y el tema de certificaciones medicas es muy complicado en este tipo de dispositivos. Por ahora los dispositivos que pueden recoger datos de manera fiable los vendemos solo en el mercado de USA pro su alto precio y son dispositivos medicos que se conectan a gateway por bluetooth y trasmiten la informacion. Pero tienen que ser usados por personal medico para que cumplan la certificacion medica de la FDA, Canada o EU... (os lo digo a ojo qu eno trabajo en quality management gracias a dios)
En el mercado europeo la estratategia es acercar a los medicos a los pacientes en el tema de e-health pero usando alguien intermedio (una enfermera) viajando a casa de los pacientes en vez de desgartar a los medicos con kms y kms...
El tema de los activity trackers los estamos usando pero todavia no se saca informacion relevante pero sirve para ayudar en algunas patalogias a que el afectado se mueva ( o por lo menos que despues no mienta y diga que si se ha movido)
waku
El problema es que estos dispositivos actualmente apenas tienen funciones de medición más allá de la toma de pulso...
Esperemos que en un futuro los fabricantes realmente los orienten a la salud más que al publicado hipster de km de carrera..
Desde luego son el futuro del cuidado de la salud personal de manera primaria
ae123
Hasta no ver esos dispositivos en salud pública certificados y estandarizados, no me fio de NADA de lo que puedan decirme.
Entre datos basura y malas mediciones, en lo que en salud se refiere, no pienso jugarme la vida al usar esta clase de dispositivos vestibles.
Hasta ahora son experimentos más bien muy pobres en muchos sentidos.
aplatanado
Bueno, yo creo que el artículo tiene un mal enfoque desde el primer momento.
No creo que sea relevante que los médicos no quieran los datos de las pulseras cuantificadoras. Creo que lo importante es que la medicina no las quiera.
Y no creo que lo negativo de eso esté tanto en que no se esté aprovechando ahora lo que esos dispositivos puedan aportar ahora a la medicina (que no es nada) sino en la denuncia que hace el autor de que, a diferencia de otros sectores, parece que no se invierte tanto en el desarrollo de weareables que puedan ser realmente útiles en el campo de la salud. Aunque ciertamente interés si hay:
http://www.reuters.com/article/us-usa-health-wearables-insight-idUSKBN0U10G120151218
En todo caso creo que también se está menos preciando demasiado rápido a estos aparatos en los comentarios. Gracias al big data, por ejemplo, se pueden recopilar y analizar millones de datos de los que se podrían sacar conclusiones más o menos fiables, aunque cada medida individual no lo sea.
Con la cuantificación adecuada se podrían detectar situaciones anómalas la vida de las personas. Situaciones que podrían tener detrás una causa relacionada con la salud. Esto es algo en lo que lleva trabajando Intel desde hace mucho tiempo:
http://www.ted.com/talks/eric_dishman_health_care_should_be_a_team_sport?language=en
Miquel Alfonso
Como bien dicen otros comentaros en este mismo post, los datos de las pulseras cuantificadoras actuales son poco o nada útiles desde el punto de vista clínico.
La frecuencia cardiaca es extremadamente inespecífica y en el ámbito médico tiene entre poca y ninguna utilidad.
El tema de las apps psiquiátricas es de traca, quede dicho de antemano que en múltiples momentos de la carrera me planteé la psiquiatria como la especialidad a la que me quería dedicar y que respeto mucho la labor de mis compañeros psiquiatras, dicho esto hay que apuntar que la psiquiatria es probablemente la especialidad médica con un mayor retraso en desarrollo científico, por su naturaleza es poco objetivable y de muy difícil estandarización.
Hay que ser un iluso para pensar que con un cuestionario se pueda llegar a un diagnóstico definitivo y si hay farmacos que generan resultados inespecífica y de difícil objetivación esos son los fármacos psiquiátricos.
Un paciente psiquiátrico un poco complicado puede ir a 5 psiquiatras de muy alto nivel y recibir 5 diagnósticos diferentes y puede incluso que los 5 tengan razón. No es una especialidad de fácil objetivizacion y esto la convierte en la peor opción de cara a la automatización.
Si uno se para a pensar en el tema de los wearables, es posible imaginar dispositivos útiles, de hecho, ya hay alguno que está en uso. Existen monitores de glucosa de medición continuada para diabéticos que llevan bomba de insulina, ya sería la leche si se llega a desarrollar un sistema que no requiera una aguja de por medio. Este sistema es útil aunque es más útil para el paciente que para el medico, pero si el paciente lo utiliza bien repercute en menos trabajo para el medico evidentemente.
El desarrollo de un wearable que pudiese tomar un electro continuado también podría precipitar alguna de las predicciones de futuro que se comentan en el post. De todas formas, no es ni de lejos tan fácil como pudiese parecer. La naturaleza del electro requiere mediciones de la actividad eléctrica en múltiples partes del cuerpo de forma simultánea.
Por otro lado hay algunas especialidades médicas mucho más susceptibles a la automatización que la psiquiatria.
Yo estoy casi seguro que veremos llegar el día en el que los radiólogos se verán asistidos por IA en el diagnóstico, al final una parte importante de la radiología es la detección de patrones en una imagen.
Otra área en la que se está trabajando es en la anatomía patológica, los patologos son los médicos que analizan todo lo que sale del quirófano.
Este es un tema curioso, si hay un médico importante en la vida de un paciente, ese es el patolgo aún y así la mayoría de pacientes ni siquiera saben que dicho médico existe.
La anatomía patológica también es en gran medida un trabajo de reconocimiento de patrones en una imagen y se está trabajando en asistentes para ayudar en el diagnóstico. Tengo un amigo en Harvard cuyo doctorado gira alrededor de ese tema.
La anestesia parece un área también bastante susceptible a la automatización, hasta hace poco yo trabajaba en una gran Institución médica en USA, allí estaban probando unos robots destinados a substituir a los TÉCNICOS en anestesia no al anestesista.
En fin, hace 14 años se auguraba que antes de 2020 todas las intervenciones quirúrgicas se realizarían con asistencia robotizacida ( Robots tipo Davinci) al final se ha demostrado un sistema de muy baja utilidad y muy caro, hace 5 años todos los quirófanos iban a dotarse de realidad aumentada, hace unos cuantos años todos los médicos iban a llevar fonendiscopios electrónicos capaces de diagnosticar por sí solos los sonidos cardiacos, hace 1 año y medio Research kit lo iba a cambiar todo en la investigación médica ...
Seamos claros, la aplicacion de la tecnología en el campo médico es un tópico muy sexy, pero seamos claros la investigación en medicina lleva un ritmo paralelo y las cosas tienen que demostrarse útiles y mejorar la técnica existente.
ZellDich
Las pulseras no valen para nada, al medico le puede interesar si andas dos horas diarias, pero le importa poco el numero de pasos o si al correr suben mucho o poco las pulsaciones por q en temas del corazon importa mas las alteraciones q la velocidad de pulsacion
pcaballero
Excelente artículo, felicidades.
Los wereables hoy son una herramienta excelente para la promoción de hábitos saludables (físicos y psicológicos), y ayudar a la modificación de conductas.
En unos años, sí serán una herramienta de monitorización y prevención de sucesos críticos de salud. Se están desarrollando sensores increíbles, y si no los vemos ya en la calle es por un tema de precio y regulación legal. Cuando ciertas tecnologías se abaraten y la legislación se adecue a la nueva realidad Tecnológica, veremos una revolución en la eHealth.
Mi empresa se dedica al I+D en nutrición, salud y software, y si no hemos lanzado ya más sistemas expertos (autónomos) de nutrición personalizada para el tratamiento de patologías es porque en España conseguir inversión para este tema es una odisea, y nos tenemos que financiar a través de proyectos europeos y nacionales de I+D.
Saludos
seguromedico
Por experiencia he de decir que uno de los principales retos de los wearables de salud en los próximos años es la involucración del especialista médico. Evidentemente es más fácil con médicos más jóvenes con mayor probabilidad de ser amante de las nuevas tecnologías.
pabs11
Sería una gran idea...
No me importaría que mi médico de cabecera cuando voy a una revisión cogiera mi teléfono, sincronizara los datos, y viera exactamente como ha ido mi pulso, cuando he andado y tal... Es más fiable que una medición de la tensión en un momento.