Los nuevos Londres: el mapa de cómo el smog está conquistando el paisaje urbano

Londres, diciembre 1952. El manto de una densa niebla invade las frías calles de la capital inglesa. Fueron cuatro días en los que se mezclaron las bajas temperaturas, las altas presiones, la ausencia de viento y millones de partículas contaminantes. Se le conoce como el Great Smog o La Gran Niebla de Londres y causó hasta 12.000 muertes y más de 100.000 personas enfermaron como consecuencia directa de la contaminación, según las investigaciones más recientes.

El Great Smog ha sido el peor caso de contaminación del aire de la historia del Reino Unido y el más importante a nivel global en términos de investigación medioambiental (se cambiaron varias regulaciones incluyendo la Ley del aire Limpio en 1956)

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Décadas después de aquel suceso, la polución sigue causando millones de muertes y enfermedades cada año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y ese smog que en su día asoló las calles de Londres, se cuela hoy entre los rincones de otras muchas zonas del planeta, principalmente del continente asiático.

Asia, un continente envuelto en contaminación

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, buena parte de Asia se encuentra a unos niveles que superan y de largo los recomendados por la OMS. El organismo sugiere que los 10 microgramos por metro cúbico de PM2,5 deben ser un nivel de referencia para el aire seguro.

Dicho de una forma más simple: PM2,5 se refiere a pequeñas partículas de polvo, cenizas, carbono, etc. Son hasta 25 veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano (lo suficiente para pasar a la corriente sanguínea y causar enfermedades como el cáncer). Para medir el aire se utilizan esas concentraciones de PM expresadas en microgramos.

Así, las 100 ciudades más contaminadas del planeta tienen una media anual de PM2,5 de 94,11 microgramos. Y 95 de esas localidades se encuentran dentro del continente asiático.

Este mapa cuenta con la base de datos (actualizada en 2016) de la OMS, que recoge los niveles de aire registrados en los diferentes medidores de unas 3.000 ciudades de casi 200 países, por lo que es preciso decir que no todas las ciudades aparecen representadas.

Pero además de soportar unos niveles estratosféricos de contaminación (algunas ciudades alcanzan una media anual de PM2,5 de más de 200 microgramos por metro cúbcio), desde hace algunos años, Asia tienen también que hacer frente al smog, como consecuencia de un aumento de la polución, debido en parte al auge del transporte marítimo y de los incendios, según la investigación Environmental Research Letters.

Imagen tomada por la NASA que muestra la bruma del sudeste asiático durante septiembre de 2015

La crisis de contaminación ha provocado que varias ciudades del planeta (no ya sólo Asia) pongan en funcionamiento una serie de medidas más severas como el cierre de los colegios, de las eléctricas o restrincciones en cuanto al tráfico.

Nueva Delhi

El Great Smog del 2016, el Londres del siglo XXI, la capital del Smog… Podemos hartarnos a poner apelativos, pero si algo está claro es que la capital de la India ha alcanzado durante los últimos meses los mayores niveles de contaminación del planeta y un smog que literalmente ha paralizado la ciudad.

Nueva Delhi (India)

Los datos hablan por sí solos: durante varios días del mes de noviembre, Delhi ha alcanzado los 999 microgramos por metro cúbico de PM2,5. Por cierto, que la recomendación de la OMS fija estos niveles diarios en 25 microgramos.

La neblina que cubre la capital de la India ha provocado una verdadera “situación de emergencia”. Según cita este artículo de The Guardian, los colegios han cerrado durante varios días, se han paralizado temporalmente las centrales eléctricas y las obras de construcción. El rotativo apunta además que en este mes los servicios de urgencias de Delhi han reportado un aumento de ingresos de personas con enfermedades respiratorias.

El manto de niebla tóxica que cubre los edificios de Nueva Delhi

El Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente, una ONG con sede en Delhi, asegura que la calidad del aire que tiene durante estos días la capital es la peor que ha visto en casi las dos últimas décadas.

La quema de leña, la agricultura y sobre todo una ingente cantidad de tráfico que adultera las emisiones de los vehículos son en gran parte la causa de estos altísimos niveles de contaminación.

Atasco en Nueva Delhi

Pero Nueva Delhi es tan sólo la punta del iceberg de un país que registra los peores niveles de polución. Sí, la India es el país más contaminado por encima de China, según datos de la OMS.

De hecho, de las 100 ciudades con peor calidad del aire del mundo, 34 son de la India. Además, 20 urbes de este país tienen una media anual de PM2,5 de más de 100 microgramos.

Las referencias numéricas que se muestran en el siguiente mapa corresponden a la media anual de PM2,5 de las ciudades de la India.

Beijing

Es irrefutable que las relaciones entre China y la contaminación siempre han sido más bien complicadas. No es de extrañar que algunas de las imágenes por antonomasia de este país sean las de sus calles cubiertas por un manto de niebla y una gran cantidad de asiáticos con máscaras. Y es que la calidad del aire que respiran es una de las peores del planeta.

Beijing (China)

La polución en China, acusada sobre todo en su capital Beijing, ha ido creciendo a medida que la industralización se ha ido convirtiendo en el principal timón del país. De hecho, este artículo del New York Times publicado en 2007, asegura que la contaminación industrial se había convertido en la principal causa de muerte por cáncer en China.

Las referencias numéricas que se muestran en el siguiente mapa corresponden a la media anual de PM2,5 de las ciudades de China.

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, de las 100 ciudades con peor calidad del aire, 31 son chinas. La media anual de PM2,5 entre esas localidades es de 85 microgramos, con cifras recogidas desde 2008 hasta 2015.

Este es un problema que además de persistir se ha agravado durante los últimos años. Concretamente en Beijing. Sin ir más lejos, este último mes la capital china, ha llegado a registrar durante algunos días hasta 600 microgramos por metro cúbico de PM2,5 en 24 horas (recordemos que la recomendación eran 25).

A la izquierda: Beijing un día después de la lluvia en 2005. A la derecha: Beijing un día después de la lluvia en 2015.

De nuevo, el smog volvía a paralizar una ciudad. Durante el último año, las autoridades de Beijing han ordenado el cierre de 2.100 empresas altamente contaminantes así como el de los colegios. En diciembre del pasado 2015 cuando se cancelaron más de 200 vuelos en la capital china.

Las autoridades chinas siguen tratando de menguar unos niveles de contaminación que de momento no cesan. De hecho, tras la reunión de París que tuvo lugar el pasado año para abordar el cambio climático, se anunció que China reduciría las emisiones de los principales contaminantes en el sector energético en un 60% para dentro de cuatro años.

Beijing, China. Octubre de 2016.

Teherán

Irán es otro de los países más contaminados del mundo y durante los últimos años, su mala calidad del aire no ha dejado de crecer. El consumo de un combustible de baja calidad, la industrialización y una situación geográfica que emplaza a la capital iraní a estar rodeada por montañas son los principales causantes del smog.

Lo cierto es que la niebla tóxica en Teherán no es algo nuevo, pero en este 2016 ha ido a más y sobre todo en estos últimos meses. Habib Kashani, miembro del consejo municipal de Teherán, dijo que más de 400 personas han fallecido en noviembre como consecuencia directa de la contaminación.

La contaminación cubre Teherán (Irán)

De nuevo, el smog paraliza otra ciudad. A mediados del mes de noviembre, las autoridades de Teherán advirtieron que los jardines de infancia y las escuelas de primaria no abrirían las puertas hasta nueva orden y se pidió a los ciudadanos que no utilizaran sus vehículos en periodos de máxima contaminación.

Sin embargo, como ocurriera con Delhi, Teherán es sólo una parte, la peor quizás, de un país asolado por la contaminación. De hecho, según los datos de la OMS, en Irán se encuentra la localidad con peor calidad del aire del planeta.

Su nombre es Zabol, situada en la frontera con Afganistán, y este año saltó a los medios de todo el mundo como la ciudad más contaminada en términos de PM2.5. Y es que, según el nuevo informe del organismo, la media anual de PM2.5 de Zabol ha sido de 217 microgramos por metro cúbico.

Las referencias numéricas que se muestran en este mapa corresponden a la media anual de PM2,5 de las ciudades de Irán.

México

El caso de México es particular. Y es que en 1992, Naciones Unidas declaró a la localidad la más contaminada del mundo. Su mala calidad del aire causó 1.000 muertes y 35.000 hospitalizaciones al año.

Las autoridades mexicanas se vieron obligadas a actuar e incluyeron una serie de medidas que fueron limpiando el aire gradualmente. Sin embargo, las regulaciones aflojaron en 2015. Como como consecuencia de ello, un manto de smog ha vuelto a cubrir las calles de México.

La ciudad de México vista desde arriba

Y así ha llegado México a este 2016, año en que el Gobierno ha puesto al país en estado de emergencia por la polución. Algo que no ocurría desde hace 14 años.

Los niveles de la mala calidad del aire que respiran los mexicanos están hasta dos y tres veces por encima de lo recomendado, según la OMS. De hecho, en mayo de este mismo año, el Gobierno prohibió la circulación de unos dos millones de vehículos durante varios días.

Ulán Bator

Según los registros de la Organización Mundial de la Salud, Mongolia sólo dispone de un medidor de la calidad del aire. Se encuentra en su capital Ulán Bator que es además otra de las ciudades que como Delhi, Beijing o México también batalla contra el smog.

Sin embargo, al contrario que las anteriores, la contaminación de Ulán Bator, en particular y de Mongolia, en general, no está estrechamente relacionada con los vehículos o las eléctricas. La mala calidad del aire se debe en gran parte a las yurtas o los gers, agrupadas en los bordes de las ciudades.

Las yurtas (o gers) son una forma de vivienda en Mongolia. Generalmente son utilizadas por la población con menos recursos.

Durante siglos, los nómadas de Mongolia han habitado en estas estructuras, pero un éxodo rural desplazó a gran parte de la población hasta la gran ciudad. Así, las yurtas han persistido como una forma de vivienda más asequible para las familias sin recursos.

No disponen de acceso a la red de calefacción central de la ciudad, por lo que es habitual la quema de carbón para calentarse. Y es precisamente con esa quema cuando los niveles de contaminación se disparan. Para más inri, Ulán Bator es la ciudad más fría del mundo (en los meses de invierno llega a registrar temperaturas de más de 30 grados bajo cero).

Ulán Bator (Mongolia)

Así, los niveles de contaminación y las altas presiones han generado en Ulán Bator una capa de smog que está causando graves consecuencias. De hecho, en febrero de este mismo año, Unicef ya alertó del serio peligro que estaba empezando a suponer la contaminación para los niños en la capital de Mongolia.

El nivel de las partículas de PM2,5 está aproximadamente tres veces por encima del nivel recomendado de la OMS. Y en los peores días, sube 12 veces el límite. La situación es tal que hasta el Banco Mundial está configurando una subvención de 250 mil dólares que irán destinados a Mongolia para que se invierta en una mejora del sistema de calefacción y disminuir así la contaminación de las yurtas.

Lahore

Al igual que ocurriera con el resto de localidades, la contaminación en Lahore no es algo nuevo. Pero con el aumento del tráfico de vehículos y una creciente industrialización, la ciudad de Lahore (Pakistán) se ha visto en los últimos años envuelta en una neblina tóxica que se posa como un manto sobre la ciudad durante días y que generalmente desaparece o se atenúa cuando llueve.

Lahore (Pakistán)

Esto ha provocado que miles de ciudadanos de Lahore tuvieran dificultades para respirar y los ojos irritados. Los niveles de PM2,5 han sido durante noviembre cuatro veces superiores a lo recomendado por la OMS.

Además, según The Indian Express, durante la primera semana de noviembre hasta 20 personas murieron en accidentes de tráfico por la escasa visibilidad que provoca la niebla tan densa.


Foto NASA, autor: Adam Voiland y Jeff Schmaltz | Foto Beijing, autor: Bobak | Foto Teherán. Autor Song il guk | Foto México, autor: Fidel Gonzalez | Foto yurtas de Mongolia, autor: Brücke-Osteuropa | Foto Ulán Bator, autor: Einar Fredriksen | Foto Lahore, autor: Omer Wazir

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