En el mismo día en el que llegaron a España las primeras dosis de Janssen, la vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19 en la que había puestas muchas esperanzas por tratarse de una vacuna monodosis y con más facilidades logísticas (no necesita ultracongeladores), llegó el jarro de agua fría: Estados Unidos, que ya había administrado casi siete millones de dosis, pidió suspender su administración tras detectar algunos casos de trombos en esa lista de vacunados. Seis casos de casi siete millones. La propia farmacéutica suspendió la administración a nivel mundial.
Se esperaba desde entonces, 14 de abril, que la Unión Europea tomase una decisión respecto a esta vacuna a través de la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) para dar luz verde o no a su administración a los ciudadanos europeos. Acaba de dar su veredicto: recomienda seguir vacunando con Janssen, así que es de esperar que se retoma la campaña de vacunación que estaba prevista con ella. En el caso de España, el grupo de edad donde estaba planeado administrar sus primeras dosis era el de entre 70 y 79 años.
Los beneficios, mucho mayores que los riesgos
Pese a la recomendación de seguir adelante con esta vacuna, la EMA ha hallado un posible vínculo entre esta y algunos casos muy raros de coágulos sanguíneos con plaquetas bajas en sangre. Como ya ocurrió con AstraZeneca, han determinado que los beneficios son muy superiores a los riesgos.
También existe la posibilidad de que se retome la vacunación con ella, pero en grupos de edad seleccionados. En el caso de AstraZeneca en España quedó limitada a mayores de 60 años, donde la incidencia de estos trombos era bastante menor que en las personas jóvenes que la recibieron, como docentes o trabajadores esenciales.
El matiz de la vinculación de Janssen a casos de trombos, pese a que son eventos muy poco frecuentes, contextualiza más la decisión de la Comisión Europea de no renovar los contratos con AstraZeneca ni con Janssen, las dos vacunas de vectores virales. Pfizer y Moderna, basadas en ARN mensajero, serán las principales vacunas que comprarán los países europeos para entonces, sin perder de vista a una Sputnik que ha pasado de levantar suspicacias a atraer posibles compradores.
La vacuna Janssen, a falta de que España anuncie su estrategia de vacunación y si la limita a ciertos grupos de edad, se sumará muy probablemente en breve a la lista de vacunas disponibles para la campaña, que tras los vaivenes de AstraZeneca ya está ensayando con combinaciones de dosis de distintos fabricantes tanto para acelerar la vacunación masiva como para completar la pauta de los menores de 60 años a los que se les administró la primera dosis de AstraZeneca.
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