Los óvulos son unas células extremadamente longevas que acompañan, y de esto depende la capacidad humana para reproducirse sin excesivas mutaciones indeseadas en el proceso. Un equipo de investigadores del Barcelona Institute of Science and Technology y del Hospital Clínic de Barcelona ha dado con la fórmula gracias a la cual estas células logran mantenerse vivas y funcionales durante medio siglo.
Un número limitado. Las hembras de todas las especies de mamíferos nacen con un número limitado de óvulos. Esto implica que de la longevidad de estas células depende buena parte del proceso reproductor de éstos. En el caso de los humanos estos huevos logran mantenerse vivos y en activo durante unos 50 años.
Saltarse un paso. La clave está en el proceso al que recurren las células para lograr su energía, proceso que ocurre en la mitocondria. La energía de las células se “guarda” en unas moléculas llamadas ATP. Para generarlas, cinco complejos proteicos intervienen.
Los primeros cuatro complejos transportan un electrón que se libera cuando el primero de ellos realiza una transformación de la molécula NADH en NAD+, proceso que libera hidrógeno y electrones que se desplazan de complejo a complejo atravesando la membrana de la mitocondria. El proceso genera un potencial eléctrico en la membrana de la mitocondria que activa el quinto complejo proteico, que es el que culmina este proceso creando la molécula ATP.
El problema es que no todos los electrones liberados en la primera transformación se quedan en la membrana. Algunos se escapan generando especies de oxígeno reactivo (ROS), moléculas muy reactivas que pueden por una parte dañar la célula y por otra afectar a la información genética que contiene la mitocondria, causando potenciales mutaciones.
Resultados “muy sorprendentes”. Pero este proceso no se da en los óvulos. Al analizar estas células el equipo se dio cuenta de que el pulso eléctrico en la superficie de las mitocondrias de estas células era más débiles de lo habitual.
Descubrieron así que estas células son las únicas conocidas en el reino animal que omiten el primero de los pasos y por tanto la filtración de ROS. Esto evita no solo el deterioro de la célula en su conjunto sino también de la información genética contenida en sus mitocondrias.
Los detalles de la investigación han sido publicados a modo de artículo recientemente en la revista Nature.
La longevidad de las células. Puede parecer una cuestión banal, pero lo cierto es que las células no suelen tener vidas tan extensas. Si pensamos en otras células humanas, la esperanza de vida puede variar mucho. Las células pancreáticas viven aproximadamente un año, al igual que las células del hígado.
La mayoría de las células intestinales viven algo más de 15 años por su parte, mientras que hay células del corazón que alcanzan los 40. Las más longevas son las células de la lente ocular y las neuronas, aunque como bien sabemos éstas últimas pueden acumular un sustancial deterioro a lo largo de nuestra vida.
Cuestión de salud. Durante décadas, en el mundo desarrollado la edad media a la que las mujeres quedan embarazadas ha ido retrasándose con una parte sustancial de embarazos producidos a partir de los 40. El estudio puede ayudar también a entender por qué, aunque menores que en otro tipo de células, sí se dan en óvulos a estas edades. Por tanto puede servir como primer paso para evitar complicaciones en estos embarazos.
Pese al descenso generalizado en la natalidad, la fertilidad es una cuestión importante desde el punto de vista sanitario. Multitud de avances han permitido hacer del embarazo un proceso mucho más seguro tanto para las madres como para los bebés.
A pesar de ello los embarazos de riesgo se siguen contando por decenas de miles solo en España. Por ello, entender mejor estos posibles factores de riesgo desde el nivel celular puede por tanto ayudar evitar problemas en etapas futuras del embarazo.
Imagen | DrKontogianniIVF
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 1 Comentario