Rosa Morillo murió en mayo de 2017 por un cáncer de mama que durante años fue tratado solo y exclusivamente por homeopatía. La historia de esta economista de 41 años salió a la luz en un durísimo reportaje en Materia, la sección de ciencia de El País, la semana pasada y, en cierta forma, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Sobre todo, porque en las últimas semanas y con el cambio de la Ministra de Sanidad, la contundencia del Gobierno frente a la pseudociencia parecía estar diluyéndose poco a poco. Como respuesta, la APETP (Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas) ha lanzado una carta abierta que ya ha sido secundada por más de 400 médicos, científicos y universitarios de todo el país.
Carta abierta a Carcedo
«En algunos casos, como en la muerte de Mario Rodríguez, se trata de personas que no son médicos, pero ejercen con impunidad [...] En otros casos, como la muerte de Rosa [Morillo], son médicos colegiados que actúan con el conocimiento de los colegios de médicos, que les permiten seguir engañando a enfermos graves y llevarlos, en el mejor de los casos, a caer en un engaño, o en el peor, a la muerte». De esta forma, la carta abierta describía la indefensión e incertidumbre en la que se encuentran muchos pacientes graves.
Para romper con esa situación, los firmantes denuncian tres problemas básicos que impiden luchar contra la pseudociencia: la existencia de médicos que usan pseudociencia con el beneplácito de los Colegios Profesionales, la existencia pública y notoria de curanderos y la ausencia de leyes capaces de controlar la venta de productos pseudocientíficos en el farmacias y herbolarios.
Aún no hay una respuesta clara del Ministerio, pero, según informa Materia, Sanidad explica que sigue con la misma agenda. Por ejemplo, están trabajando varios planes para controlar y regular los productos se venden en las farmacias y para poner coto a la publicidad engañosa.
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