Los microplásticos han llegado a lugares de lo más recóndito en nuestro planeta, pero también en nuestro cuerpo. Los hemos encontrado en restos arqueológicos y en la sangre humana, en cuevas cerradas y en la leche materna. Ahora también en los testículos.
Microplásticos en las gónadas. Un nuevo estudio se ha topado con la presencia de microplásticos al analizar testículos humanos. Además de resultar indicativo de la creciente presencia de estos residuos en diversos aspectos de nuestra vida, los responsables creen que este hecho podría estar relacionado con la disminución generalizada de los recuentos espermáticos.
No solo humanos. El análisis no solo se realizó en humanos, también en testículos caninos procedentes de animales que habían sido castrados recientemente. En contraste con el caso de los testículos humanos estos procedían de personas fallecidas.
“Al principio dudaba de que los microplásticos pudieran penetrar el sistema reproductivo,” admitía en una nota de prensa Xiaozhong Yu, coautor del estudio. “Cuando recibí los resultados de los perros me sorprendió. Me sorprendí más aún cuando recibí los de los humanos.”
Polietileno y PVC. El equipo encontró microplásticos en cada una de las muestras, si bien la concentración era mayor en el caso de los órganos humanos. Concretamente, los testículos humanos contenían un promedio de 329 microgramos de plástico por gramo de tejido, mientras que los caninos contenían unos 123 microgramos por gramo.
El análisis también indicó cuáles eran los plásticos más prevalentes: el polietileno y el cloruro de polivinilo o PVC.
Este no es el primer estudio que halla pruebas de la presencia de microplásticos en los genitales masculinos. En 2023 un estudio a menor escala realizado en China ya encontró pruebas de la presencia de estos contaminantes.
Disolviendo el tejido. El equipo examinó 23 muestras humanas y 47 procedentes de perros, las primeros procedentes de personas de entre 16 y 88 años fallecidas en 2016.
Utilizaron una técnica combinada llamada pirólisis-cromatografia de gases/espectrometría de masas. Esta técnica consiste en calentar las muestras hasta el punto de que éstas se disuelvan para después poder analizar sus componentes.
Fue en estos remanentes donde el equipo encontró los plásticos. El estudio ha sido publicado recientemente en la revista Toxicological Sciences.
¿Correlación o causalidad? El equipo sospecha que esta contaminación puede ser un factor más en el observado descenso en los recuentos espermáticos humanos. Pudieron contrastar una correlación negativa entre los recuentos de espermatozoides y la presencia de microplásticos en las gónadas caninas pero el análisis no pudo ser realizado con las muestras humanas.
Un daño incierto, pero probable. Aún así la presencia de PVC es un indicio de este posible efecto debido al efecto de este plástico sobre nuestro sistema endocrino.
Aunque aún sabemos poco del efecto de los microplásticos en la salud tenemos indicios de efectos perjudiciales. Por ejemplo a través de experimentos realizados en laboratorio que constataron daños a nivel celular. Nuevos estudios serán necesarios para comprobar si estos efectos se extienden al campo de la fertilidad.
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