Pese a que el 70% de a población esté vacunada, pese a que estemos poniendo dosis de recuerdo a todos los mayores y pese a que los datos epidemiológicos sean buenos, lo más probable "es que todos, nos infectemos y pasemos la enfermedad en casa, de forma leve, como un catarro o una faringitis". Esa ha sido la idea central que ha defendido Agustín Portela, número dos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios en una conferencia en la Real Academia de las Ciencias.
Las declaraciones del jefe del Servicio de Biotecnología de la AEMPS llegan al mismo tiempo que países como Austria, con casi mil casos por 100.000 habitantes y una tasa de vacunación del 66%, impondrán el confinamiento general a partir del lunes y la vacuna obligatoria. ¿Qué podremos esperar de las próximas semanas en España?
El invierno vuelve a ponernos en jaque
El riesgo para los mayores permanece Portela tiene claro que "no vamos a acabar con la mortalidad por coronavirus en personas mayores aunque tengan la pauta completa de vacunación". Esto es así porque, incluso la manifestación leve de la enfermedad, puede acabar por desestabilizar el delicado equilibrio de los pacientes pluripatológicos. "Es la gota que colma el vaso de su salud".
Hacia la vacunación anual Una vacunación anual muy parecida a la de la gripe. Es decir, orientada a ciertos colectivos muy concretos. Esa, al menos, es la apuesta del alto cargo de la AEMPS. "Con la tercera dosis -- explicaba Portela -- estamos viendo que hay una subida de anticuerpos"; "esa es mi predicción: a gente con muchas patologías y personas mayores habrá que darles pinchazos sucesivos para tener muy alto el nivel de anticuerpos y muy alto en mucosas".
Vacunación obligatoria La decisión de Austria de imponer la vacunación obligatoria pone encima de la mesa bastante complejo. Un debate que no ha tenido mucho impacto en España (si excluimos algunas voces aún aisladas), pero ha obligado a la ONU a hacer un llamamiento a la calma.
"Basándonos en principios generales de derechos humanos, lo que podemos decir es que la restricción de derechos por razones sanitarias legítimas, y eso incluye la vacunación obligatoria, debe cumplir con ciertas condiciones que están establecidas en el derecho internacional", defendía hace unos días Liz Throssell, la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
Hacia la tercera vacuna Mientras todo el mundo mira expectante a Viena, lo que sí coge fuerza en el resto de países europeos es la tercera dosis de la vacuna para todos. No es extraño (aunque sí polémico): los contratos de la Unión aseguran suficientes dosis para inyectar a toda la población y los últimos datos disponibles parecen confirmar que es capaz de restaurar la efectividad de la vacuna del decaimiento que sufre con el paso del tiempo. Aún no hay confirmación oficial; pero, sea como sea, da la sensación de que las medidas se tomarán en los próximos días para prepararnos de cara a las navidades.
Imagen | Matteo Jorjoson
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