Durante el último año el teletrabajo ha llegado de manera masiva a nuestras vidas y parece que lo ha hecho para quedarse. Incluso aquellas personas que trabajaban ocho horas sentados en una oficina han podido notar que el trabajar desde casa supone unos mayores niveles de sedentarismo. El hecho de movernos menos y no siempre tener un lugar adecuado puede influir en que tengamos más molestias y dolores en la espalda.
Para intentar evitar estas molestias o reducir el efecto que tiene en nuestro cuerpo el trabajo frente al ordenador, podemos encontrar numerosos trucos y objetos que indican poder ayudarnos a sentir menos dolor. Algunos de ellos forman parte de la practica de seguridad laboral de muchas empresas, como el hecho de sentarnos de una manera concreta, con los ojos a la altura correcta con respecto a la pantalla o los pies en un reposapiés. Pero también hay otros trucos como el uso de fitballs como asientos, el uso de correctores de postura o poner una pelota entre la silla y nosotros.
Sobre si estas opciones realmente funcionan y qué cosas efectivas podemos hacer, hemos hablado con la Dra. Isabel Pantín, traumatóloga especialista en espalda y Miembro de la Unidad de Columna de Clínica CEMTRO y con Adrián Porto, experto en fisioterapia.
Qué consideramos malas posturas o posturas inadecuadas
Lo principal es saber a qué nos referimos exactamente con "malas posturas" de manera que podamos reconocer cuándo y cómo estamos incurriendo en ellas. Ante esto, la doctora Pantín señala que "en general se consideran malas posturas aquellas que no son anatómicas o fisiológicas para una determinada actividad".
Respecto a la espalda, Pantín explica que para la columna son malas "las que alteran las curvas normales de la misma, que debe ser convexa hacia delante en la región cervical y lumbar y convexa hacia atrás en la dorsal". De igual manera, nos indica que también son incorrectas aquellas que favorecen las asimetrías, tanto estando sentados como de pie.
Mientras, el fisioterapeuta Porto apunta que "no es tanto que existan malas posturas como tal, sino que se podría considerar así cualquier postura estática que mantengamos durante un largo periodo de tiempo".
Son o no efectivos los objetos y trucos para mejorar la postura
La pregunta que nos podemos hacer es si, para ayudar a tener una buena postura y no caer en esas posturas no anatómicas que indica la doctora Pantín, hay algún truco u objeto que funcione. En este sentido, la especialista indica que "el mantenimiento de una postura correcta requiere la activación de varios sistemas y de la musculatura tónica o antigravitatoria". Cuando esto no ocurre, porque se estresa por posturas anómalas o no tiene ayuda de la musculatura fásica, pueden aparecer las contracturas.
"El músculo se contrae mucho y se relaja mal", describe Pantín, algo que acaba generando dolor muscular y alterando la acción sobre las articulaciones, favoreciendo la lesión del cartílago (artrosis). También "tensiona y lesiona ligamentos y tendones dependientes de esos músculos", según explica la especialista, lo que se conoce como laxitud y tendinitis.
¿Podemos ayudarnos de algo para favorecer el mantenimiento de una postura correcta? La doctora señala que hay algunas cosas que sí pueden influir o ayudarnos: "siempre es mejor utilizar ayudas que hagan que nuestro músculo trabaje de forma activa". El fitball sería una de estas opciones ya que sentarnos en estas pelotas hinchables nos obligaría a mantener el equilibrio mediante la activación muscular.
Porto señala que la fitball puede ser especialmente efectiva porque al no ser una superficie estable nos obliga a cambiar de postura constantemente, por lo que no podremos estar estáticos en una misma postura largo rato.
Con los correctores de postura o fajas, la doctora Patín nos indica que su uso, de hacerse, podría ser puntual. Sí las recomienda en jornadas largas de trabajo durante algunos ratos o "en personas mayores que no son capaces de ganar suficiente masa muscular con el ejercicio".
"El uso de la faja no sería necesario si no presentamos dolor, matiza Adrián Porto. Y es que, según el profesional, la faja al ponérnosla estabilizada nuestra espalda y hace la función de nuestro músculo. Si la usamos habitualmente, nuestros músculos trabajaran menos ya que la faja estaría actuando por ellos y les costará más trabajar sin ella. Sí es interesante su uso en momentos de dolor agudo o para mantenernos activos ya que "en ese momento nos permite estabilizar y nos deja hacer nuestro trabajo", explica Porto.
Sin embargo, el fisioterapeuta no recomienda el uso de los correctores de postura que podemos encontrar en diversas tiendas. "Te pueden corregir la postura en el momento que te lo pones, pero en cuanto te lo quitas vas a volver a tu postura de siempre", expone Porto. Esto haría que no trabajáramos nuestros músculos ya que el corrector hace el trabajo por ellos y puede suponer mayor atrofia.
En general, el experto no recomienda el uso de ningún elemento externo que nos inmovilice, excepto en momentos puntuales en los que el dolor no nos deje hacer nuestro trabajo. El especialista tampoco encuentra utilidad al uso de una pelota entre respaldo y silla y otros remedios similares.
Qué posibilidades hay de mejorar nuestra postura de manera efectiva y cómo hacerlo
La profesional en traumatología nos indica que el hecho de mejorar nuestra postura corporal es importante ya que nos ayudará a evitar sufrir lesiones en el aparato locomotor. Pero no solo eso, sino que a largo plazo influirá en nuestra calidad de vida. La doctora se muestra optimista y nos asegura que es posible mejorar nuestra postura con una buena información profesional y con la repetición de ejercicios de reeducación postural que ayuden a automatizar la postura correcta.
La Dra. Pantín nos da unas pautas que podemos llevar a cabo de manera sencilla:
- Mantener posturas anatómicas para las distintas actividades
- Evitar trasladar el peso del cuerpo solo hacia un lado, adelantar la cabeza y subir los hombros
- Adoptar posturas de seguridad tipo semisentadilla para coger o mover pesos.
- Al estar sentados, mantenernos erguido y sin cruzar las piernas.
- Evitar dormir boca abajo.
- Mantener un peso corporal adecuado, la musculatura tonificada y elástica. El ejercicio físico nos ayudará.
- Recibir buen asesoramiento profesional
Porto recomienda también la realización de ejercicio físico para fortalecer los músculos de nuestra espalda y cuello. Además, indica que la forma más efectiva de evitar dolores asociados a la postura es el no mantenernos estáticos en una misma postura durante largo rato. Para ello sugiere ir cambiando de posición habitualmente, dar paseos cortos, levantarnos o mover el cuello y los brazos. En caso que tengamos un trabajo muy sedentario, la recomendación es compensarlo haciendo otras actividades físicas, como ir andando a los recados o subir por las escaleras en vez de por el ascensor.
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