Algo tan sencillo como una célula fotovoltáica es el punto de partida de un grupo de investigadores que acaba de publicar su idea para solucionar algunos casos de ceguera en la revista Nature.
Resulta que muchos casos de pérdida de visión se deben a la degradación de las células de la retina encargadas de captar la luz. Esas células van desapareciendo pero todas las demas estructuras del ojo (músculos, conexiones nerviosas…) siguen siendo funcionales.
Lo que ha hecho el grupo que ha publicado en Nature Photonics ha sido buscar soluciones para sustituir sólo esa parte del ojo con una pieza artificial que convirtiese la luz en impulsos eléctricos capaces de ser leídos por el cerebro. El resultado de esa idea es una célula fotovoltáica especial.
Esta célula está compuesta de electrodos de óxido de iridio sobre una base de silicio y tiene la ventaja de que no necesita cableado ni energía para funcionar ya que es la propia luz la que la hace generar una pequeña corriente que es captada por los nervios del ojo e interpretada como distintos niveles de luz que forman una imagen. Otra de las ventajas del sistema es que el ojo sigue manteniendo intacta su capacidad de enfocar o moverse.
Hasta aquí la parte buena. Casi puede pensarse que los responsables del proyecto se liaron un poco en este punto. Resulta que la célula fotovoltaica es demasiado débil y necesita más luz, mucha más luz, que el ojo para funcionar.
Para solucionar este problema, los investigadores han creado un complejo y raruno sistema de gafas que enfocan un láser en el ojo para sobreexcitar la célula fotovoltaica con arreglo a la imagen que capta una cámara. No está mal, pero aún habrá que esperar un poco para que esta tecnología esté totalmente afinada. De momento la idea original es realmente prometedora.
Más información | Nature
Ver 8 comentarios