Oficialmente, solo hay dos lugares del mundo donde el virus de la viruela sobrevive junto a centenares de virus, bacterias y enfermedades mortales: el primero son las oficinas centrales del Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos en Atlanta y el segundo, el Centro Estatal de Investigación en Virología y Biotecnología a doce kilómetros de Novosibirsk, la tercera ciudad más grande de Rusia: el famoso Vector.
Y ayer, a las 16:30, una explosión de gas provocó un incendio en el segundo. Según las autoridades rusas, en las salas afectadas no había sustancias biopeligrosas y, por lo tanto, no hay ningún problema de seguridad ni motivo de alarma. Pese a todo, se ha desatado cierta histeria colectiva en Internet. Esto es lo que sabemos.
No hay motivos para la preocupación
Vector fue uno de los centros clave de la investigación de armas biológicas durante la guerra fría y hoy es un lugar de referencia en enfermedades infecciosas en Rusia. Alberga en sus instalaciones **una de las colecciones de enfermedades más grandes del mundo. **
Según ha explicado el propio centro, la explosión tuvo lugar durante las reparaciones de una sala de inspección sanitaria del quito piso. Los medios oficiales han confirmado que no hay compromisos para la seguridad. El incendio fue tratado como "incidente mayor" y requirió la intervención de 13 camiones de bomberos y 38 profesionales.
Aunque la noticia del problema en Vector no llega en el mejor momento (tras el vodevil de la explosión nuclear de Agosto), las medidas de seguridad llevan haciéndose más estrictas desde que en 2004, una investigadora del Centro murió después de pincharse accidentalmente con una aguja contaminada por el virus del Ébola. La misma OMS ha reconocido al centro el nivel 4 de bioseguirdad, el más alto que existe. Por ahora no hay motivos para la preocupación.
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