Un equipo canadiense de investigadores ha diseñado un ingenioso método para dispensar antibióticos en nuestro organismo. Se trata de utilizar glóbulos rojos capaces de circular por nuestro torrente sanguíneo hasta toparse con las bacterias buscadas y ahí liberar su carga mortal.
Ropa de camuflaje. Los glóbulos rojos son las células de nuestra sangre que transportan el oxígeno y el dióxido de carbono entre nuestros pulmones y el resto de las células de nuestro cuerpo. En su interior portan la proteína encargada de transportar estas otras moléculas, la hemoglobina. Una de las características de estas células que remarcan los expertos es su longevidad, y es que pueden pasarse unos 120 días recorriendo nuestro cuerpo.
Sin embargo, el nuevo desarrollo consiste en una técnica que permite abrir estas células, vaciarlas dejando solo su membrana exterior (liposoma), y rellenar ésta de moléculas de un antibiótico. La membrana se recubre con anticuerpos en su exterior para que esta “pseudocélula” pueda adherirse a la bacteria y pueda liberar su carga de manera eficaz y localizada.
Una medicación con punto de mira. Una vez la medicación está lista, se puede introducir en el torrente sanguíneo de los pacientes como si de glóbulos rojos convencionales se tratara. El estudio ha sido publicado en la revista ACS Infectious Diseases.
“Esencialmente, estamos utilizando glóbulos rojos para esconder este antibiótico dentro de forma que no pueda interactuar con las células sanas según surca el cuerpo” explica en una nota de prensa Hannah Krivic, quien ha liderado el estudio. “Diseñamos estos glóbulos rojos de forma que solo apunten a las bacterias a las que queremos que apunten”.
Última línea de defensa. La medicación con la que han realizado estas primeras pruebas es la polimixina B, un antibiótico de la familia de los polipeptídicos catiónicos que es utilizado tan solo como último recurso. El motivo es que causa importantes efectos secundarios, especialmente en los riñones. Utilizar un mecanismo tan especializado permitiría dosis más reducidas del tratamiento y unos menores daños colaterales.
Tiene la ventaja de no haber sido comprometido por la creciente tendencia a la resistencia de las bacterias a los antibióticos, lo que la ha convertido en una herramienta importante en la lucha contra las infecciones causadas por bacterias como la Escherichia coli (E. coli).
El problema con los antibióticos. Las bacterias resistentes a los antibióticos se están convirtiendo en una de las mayores amenazas para la humanidad. Antes del desarrollo de estos tratamientos las infecciones bacterianas suponían una fracción importante de las muertes en todo el mundo. Perderlos implicaría un considerable aumento de la mortalidad.
Saltar la barrera. Según el equipo encargado de desarrollar este nuevo mecanismo, utilizar glóbulos rojos pordía ayudarnos a superar una hermética frontera de nuestro cuerpo: la barrera hematoencefálica. Se trada de un mecanismo que cuenta nuestro cuerpo para aislar el cerebro de posibles patógenos y riesgos semejantes.
Esta barrera es un arma de doble filo que también aísla este órgano vital de posibles tratamientos que requiera en la lucha contra enfermedades como el cáncer. Esta nueva técnica podría ayudar a dispensar otros tratamientos en esta área del cuerpo.
El equipo también está involucrado en un trabajo que busca aprovechar este mecanismo de dosificación en otros campos de la salud como la inmunización. En un estudio publicado también este año en la revista PLOS ONE, los investigadores analizaron la posibilidad de introducir las proteínas exteriores del virus causante del Covid, SARS-CoV-2, dentro de las membranas de glóbulos rojos.
El largo camino por delante. Cabe recordar que el proceso hasta confirmar que estamos ante un tratamiento viable es largo e incierto. Una vez superados los ensayos en laboratorio comenzarán una serie de ensayos clínicos para comprobar primero que se trata de una estrategia segura, y después que resulta eficaz y eficiente a la hora de luchar contra las enfermedades que debe afrontar.
Imagen | Glóbulos rojos, CDC
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 4 Comentarios