La delgadez en smartphones nunca ha traído consecuencias positivas. ¿Cambiará algo ahora?
Samsung Galaxy S25 Edge. Este es el miembro más misterioso de la familia S25, uno que llega con la delgadez extrema como principal aliado. Tras filtrarse algunas de sus especificaciones clave, todo apunta a que el grosor final del dispositivo será de menos de seis milímetros.
Un diseño bastante espectacular como respuesta a un teléfono que aún no ha salido (así de loco es el mercado de smartphones) pero que parece ya una realidad: el iPhone 17 Air. La obsesión por la delgadez extrema será tendencia en 2025. Las preguntas son por qué y para quién.
Samsung se ha adelantado. El iPhone 17 Air lleva rumoreándose desde hace meses y con información bastante consistente. Salvo sorpresa, Apple presentará ante el mundo un nuevo modelo centrado específicamente en la delgadez. La clave es que esto no sucederá previsiblemente hasta septiembre de 2025, y Samsung ha querido adelantarse.
En enero, junto a los Samsung Galaxy S25 Ultra, Samsung Galaxy S25+ y Samsung Galaxy S25, adelantó el diseño del Samsung Galaxy S25 Edge. Un teléfono más delgado que el resto de sus hermanos. Pero poco más.
El compromiso. Fabricar un teléfono extremadamente delgado tiene consecuencias, y nunca son positivas si hablamos de hardware. Las filtraciones nos hablan de menos de 4.000mAh para el S25 Edge, una cifra que llevábamos sin ver desde hace años. Por más milagros que se logren hacer con la optimización, la capacidad de batería se ve muy mermada.
Y es que este es el principal debate y punto con la delgadez: si preferimos un móvil delgado con menos batería o uno más grueso con batería de sobra. Según el feedback de los xatakeros y las peticiones de móviles que nos suelen hacer, la batería siempre es una prioridad. La delgadez, no.
De hecho, recuerdo que tras la gran reducción de grosor que trajo consigo el adiós del diseño redondeado (iPhone 11), el resto de modelos fue creciendo en grosor y con ello, en mAh. El iPhone 14 era más grueso que el iPhone 13, y el iPhone 13 era más grueso que el iPhone 12. Todas y cada una de estas generaciones ganaron mAh, y las quejas con la delgadez fueron... cero.
Qué pasará con el iPhone Air. El Galaxy S25 Edge ha tenido que renunciar oficialmente a una cámara, y extraoficialmente (según filtraciones) a la batería de sus hermanos mayores. El iPhone 17 Air, salvo sorpresa con la implementación de una batería de carbono-silicio de gran capacidad, será un teléfono con menor autonomía que sus hermanos de la familia iPhone 17.
Tampoco tenemos claro si montará el mismo sensor de cámara y lentes de los modelos Pro y, de ser así, Apple no lo tendrá fácil para seguir mejorando el tamaño de este hardware si el cuerpo ha de ser cada vez más reducido.
En otras palabras, actualmente no es posible que dos teléfonos, siendo uno más grueso que el otro, tengan el mismo potencial a nivel de hardware. Hay batallas por resolver, como la de las baterías cada vez más duraderas o las pantallas cada vez más brillantes pero la de los móviles cada vez más delgados es una, quizás, inncesaria.
Imagen | Xataka
En Xataka | Hacia dónde no están yendo los móviles: pensábamos que innovar era el camino pero estábamos muy equivocados
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