A finales de 2017 surgió la polémica, Apple parecía reducir el rendimiento de los iPhone de forma intencionada si la batería no estaba al 100% de su capacidad. Una funcionalidad pensada para evitar picos que pudiesen causar problemas mayores al teléfono. Una funcionalidad que les ha costado millones y millones de dólares. En Estados Unidos ahora tendrán que pagar 500 millones de dólares de multa por las demandas, lo que viene siendo unos 25 dólares por cada iPhone afectado en el país americano.
En diciembre de 2017 Apple confirmó que efectivamente el software de los iPhone reducía y limitaba el rendimiento si la batería había comenzado a deteriorarse. Esta medida, dado que no era pública y opcional para el usuario, no gusto. En consecuencia Apple se disculpó y abrió un programa de reemplazo de baterías a 29 euros para todos los iPhone afectados. Con un batería nueva el teléfono recuperaba su rendimiento inicial. Los iPhone afectados iban desde el iPhone 6 hasta el iPhone 7 Plus.
A 25 dólares por iPhone afectado
La firma californiana ha recibido desde entonces multitud de demandas en varios países alrededor del mundo. Estas demandas a menudo se han unificado en una colectiva que acoja a todos los usuarios afectados. En Francia por ejemplo tuvieron que pagar 25 millones de euros por ello. En Italia además de una multa tuvieron que colocar un mensaje de advertencia sobre esta limitación del rendimiento.
Pero ha sido en Estados unidos donde la suma ha crecido de forma importante. Según explica Reuters, Apple ha decidido pagar 500 millones de dólares en demandas en Estados Unidos para cerrar el caso y evitar procedimientos judiciales más largos. Eso sí, no admiten las irregularidades presentadas.
Los 500 millones de dólares corresponden a unos 25 dólares para cada iPhone afectado en Estados Unidos. Estos son los iPhone 6, iPhone 6 Plus, iPhone 6s, iPhone 6s Plus, iPhone 7, iPhone 7 Plus y iPhone SE. Todos ellos si utilizaron iOS 10.2.1, que es la versión que implementó la característica de reducción de rendimiento.
Los modelos de iPhone lanzados en los últimos años ya vienen con una función en los ajustes del sistema que permite activar o desactivar esta limitación del rendimiento. Si bien se activa por defecto una vez la batería comienza a degradarse, ahora se avisa al usuario y este tiene la opción de seguir usándolo a máximo rendimiento bajo su propio riesgo de que el móvil se apague si alcanza picos de rendimiento en los que la batería no es capaz de hacer frente.
Vía | Reuters
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