Cuántas veces no nos ha dejado tirado el teléfono a mitad de la jornada. O hemos dicho aquello de "oye, te llamo luego que me se me apaga el móvil". La batería es un pilar crítico de nuestros teléfonos y estos lo son, cada vez más, de nuestras vidas.
Si además quieres gastar lo justo en un smartphone sin demasiados artificios, pero que a la vez haga fotos decentes de tu familia, Asus ha pensado en ti. El Zenfone Max y sus 5.000 mAh han pasado por nuestra mesa de análisis, y esta ha sido nuestra experiencia con el teléfono que aguanta tres días despierto.
Asus Zenfone Max, sobre el papel
Cuando se trata de fabricar un móvil gama media - o un portátil, la estampa cada vez más parecida - hay mucho de ajustar presupuestos e intentar llevar al usuario una buena relación calidad/precio. Pero con la gran competencia que hay, hay que buscar la diferenciación de alguna forma o es fácil que tus productos caigan en la irrelevancia.
Asus sabe esto, y ha enfocado su catálogo de teléfonos este año apuntando a distintos ‘nichos’ por tipo de usuario. Zenfone Max para los que quieren más batería incluso aceptando un teléfono más gordo (y no son pocos), Zenfone Laser para los que buscan una buena cámara y Zenfone Selfie, bueno, para lo obvio.
En el caso del Zenfone Max, podríamos decir que nos encontramos con un teléfono de mínimos, aunque con unas características balanceadas sobre esos 199 euros de salida. Lo que vemos es un terminal muy similar al último Moto G en su versión de 2/16 GB (que partía de 229 euros y ahora se sitúa en torno a 200), a excepción claro de esa batería gigantesca de 5.000 mAh. ¿No te dicen nada estos números? Pongámoslo así: es algo más del doble de capacidad.
En cuanto al resto de características, vemos el mismo y veterano ya Snapdragon 410 con lo justo, aunque muy bien equipado en el apartado de conectividad. Recordemos que se trataba ya de un procesador de 64 bits por sus núcleos A53, en 28 nanómetros, con una Adreno 306 como gráfica y LTE de hasta 150/50 Mbps y Bluetooth 4.0.
Un único modelo de 2GB de RAM y 16 de memoria interna. Buena decisión con lo que parece un manifiesto de mínimos para una experiencia decente para 2016. Eso sí, Android 5.0 (Lollipop) como versión de sistema son malas noticias: se trata de software de hace ya un año y medio.
La pantalla lleva un panel TFT-LCD de 450 nits, un brillo decente a priori, en resolución HD. Esto en 5.5 pulgadas quizás ya empieza a quedarse corto. Eso sí, como estrategia para ahorrar batería no parece mal plan y a la vista de a quién va dirigido el terminal.
El Zenfone Max llega decentemente equipado en sus cámara, sobre el papel al menos. Siempre está bien ver que innovaciones como el enfoque por láser llegan a terminales como estos en gamas que se suelen ver obligadas a recortar en todo lo prescindible. Su cámara trasera es de 13 megapíxels con enfoque láser y su delantera de 5, ambas f/2.0. Es más que probable que se trate de exactamente la misma combinación de sensores que vemos en el Zenfone 2.
Pero no queda ahí, este Zenfone Max es también Dual Sim (de tarjetas formato micro, y no las todavía más pequeñas en formato nano) y compatible con tarjetas microSD, por si sus 16 GB de memoria interna no nos son suficientes.
Hasta aquí la primera ‘puesta en situación’ de características, que podéis ver en formato tabla:
Asus Zenfone Max | |
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Tamaño | 156 x 77.5 milímetros |
Grosor | 10.55 milímetros |
Peso | 202 gramos |
Pantalla | TFT LCD de 5.5 pulgadas Gorilla Glass 4 450 nits |
Resolución | HD 1.280 x 720 267 puntos por pulgada |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 410, 28nm y 64 bitsQuad Core Cortex A53 @1.2GHz GPU: Adeno 306 |
RAM | 2 GB LPDDR3 |
Memoria | 16 GB con ranura para microSD de hasta 2TB (En la actualidad el máximo disponible es de 200GB) 5 GB gratis en Asus Webstorage de por vida |
Versión | Android 5.0.1 (Lollipop) Actualizado a 5.1.1 (Lollipop) |
Conectividad | WiFi 802.11n 2.4GHz Bluetooth 4.0LTE Cat.4 (150/50 Mbps) microSIM GPS y Glonass |
Puertos de expansión | MicroUSB 2.0 microSD (2TB) |
Cámara Trasera | 13 megapixels con enfoque láserFlash doble tonoObjetivo f/2.0 Vídeo 1080p |
Cámara Delantera | 5 megapixels Objetivo f/2.0 |
Batería | 5.000 mAh de polímero de litio |
Otros | Led de notificaciones |
Precio de salida | 199 euros, [en Amazon](https://www.amazon.es/dp/B01BY5HZXO/) |
Su gran batería condiciona el diseño
El Zenfone Max de Asus es un teléfono sin demasiados artificios. Su decisión de diseño más relevante es también la más obvia: hacerlo más grueso y grande que el resto para hacer sitio a una batería (fija, eso sí) de 5.000 mAh. Es el doble que la de muchos teléfonos, aunque no tanto si tenemos en cuenta que estamos frente a un teléfono de 5.5 pulgadas.
En su frontal es bastante plano, aburrido, salvo quizás por la parte de aspecto cepillado inferior. No podemos decir que por delante no es clavado al Zenfone 2. Los botones de acción (atrás, inicio y multitarea) de Android están fuera de la pantalla, por lo que esas 5.5 pulgadas cundirán como tal (en principio, claro). Esto hace que el teléfono sea bastante largo. Seguramente hubiera preferido los botones en pantalla y algo menos de longitud general.
Estoy bastante acostumbrado a los teléfonos grandes. No tengo problemas en usar muchos de ellos y me resultan asequibles incluso a una mano. He llevado varios años teléfonos de 5.5 a 6 pulgadas y suelo alcanzar la barra de notificaciones en muchos de ellos. En este, para sus 5.5 pulgadas, diría que resulta complicado manejarlo, quizás por mi forma de agarrarlo.
Este teléfono es grueso. Nos tenemos que remontar unos cuantos años si queremos llegar a cuando teléfonos de más de un centímetro era la norma. Pero no está mal, para 10.5 milímetros su trasera curva y rugosa le da un muy buen agarre y tacto, entre goma, plástico duro y piel. Lo que se lleva peor son sus 202 gramos de peso, que acaban cansando algo si se usa mucho de seguido.
Sus botones físicos (volumen, bloqueo) están al lado derecho. Si eres diestro, seguramente sean buenas noticias. Estos botones están marcados con un patrón circular, aunque cuesta distinguirlo y encontrarlos. Además, no hay forma de distinguir un botón de otro simplemente por el tacto.
En lo que sí pierde frente al Moto G es en su falta de resistencia al agua de cualquier tipo. A sus tarjetas se accede retirando la tapa trasera, sin ninguna herramienta.
Pantalla
Como adelantábamos, el Zenfone Max cuenta con una pantalla TFT LCD de 5.5 pulgadas, en HD (1.280 x 720). Asus habla de hasta 178 grados de visión para esta pantalla y un brillo máximo de 450 nits. La cobertura Gorilla Glass 4 es un extra, y sigue completamente intacto tras un par semanas de uso donde ha caído al suelo una vez.
Resolución HD no está mal, aunque hubiera ido más acorde con una pantalla menor a 5.5 pulgadas
Se trata de una resolución que está bien en diagonales de hasta unas 5 pulgadas, aunque tampoco es más problema si lo que buscas es una pantalla relativamente grande y te manejas navegando en las versiones móviles de las páginas web.
La calidad del panel es bastante decente. Los colores son buenos y no empeoran con el ángulo de visión como las antiguas pantallas. Eso sí, se pierde parte del brillo, como es normal. Y cual no está mal: el teléfono se suele mirar de frente.
Al sol esta pantalla es decente con esos 450 nits, aunque al sol de mediodía ya cuesta más ver los escritorios. Eso sí, haciendo una foto por ejemplo o viendo un vídeo, la pantalla está menos contrastada de lo normal y costará más verla. Pero esto le sumamos que el tratamiento oleofóbico parece prácticamente inexistente y que contamos con unos reflejos altos. Así que tomar una foto a plena luz del sol, con la pantalla o las manos sucias puede ser más misión imposible que otra cosa.
Para estos casos son útiles herramientas como la que utiliza Xiaomi en sus últimos teléfonos. Realza el contraste y la saturación de su pantalla cuando detecta que el teléfono está bajo luz de alta intensidad para compensar ese ‘lavado’ de imagen producto de los reflejos.
En los últimos años han llegado también a los teléfonos incluso de las líneas más económicas unas pantallas muy decentes, resolviendo incluso aquellos reducidos ángulos de visión o bajos contrastes. Quedan sin embargo un par de tareas pendientes que no están del todo resueltas.
El Zenfone Max queda por debajo de terminales similares en cuanto a la separación del cristal frontal con el panel LCD en sí. Reducir esta separación transmite buenas sensaciones, y es algo que otros teléfonos de este tramo de precio sí han resuelto.
La falta de sensibilidad y las altas latencias táctiles son todavía un problema para los teléfonos en estas gamas
Por otra parte, con todos los terminales económicos (y no tanto) me encuentro con una alta latencia táctil. Esto hace que al escribir u otras tareas que realizaríamos más ágilmente haya que pararse hasta recibir feedback desde el teléfono. Por último, la falta de sensibilidad es otro problema general. Tener que pulsar con más determinación de la esperada es especialmente molesto cuando estamos muy quietos para tomar una foto y toca cambiar la posición de las manos para pulsar más firmemente el disparador (aunque se puede utilizar una tecla de volumen para esto), o cuando no ‘lee’ el patrón de desbloqueo a la primera.
Es una cuestión habitual por mi parte en terminales de todo tipo (quizás sea un tema personal). Los teléfonos de muchas marcas están generalmente configurados para que se muestre el contenido grande, no para que se muestre más contenido. En ese sentido las 5.5 pulgadas de este Zenfone Max no parecen tantas. Sería genial tener algún tipo de slider o ajuste para modificar esto, como acabamos de ver el el Galaxy S7. Aunque si es un tema que te preocupa, se puede editar.
Es habitual usar el teléfono a oscuras, como en la cama antes de acostarnos, o para mirar un momento si el móvil estaba ya en silencio sentados en el cine. Si este es tu caso, traigo un par de malas noticias. La primera es que los botones de acción no están retroiluminados y es algo difícil encontrarlos en completa oscuridad. La segunda es que el brillo mínimo de esta pantalla de muy alto, llegando a ser molesto.
Por la parte del calibrado, hay quienes prefieren pantallas más cálidas o más frías. Para ellos Asus permite configurar su temperatura, con distintos modos de color o completamente personalizable. Incluso por si eres de esos que prefieren filtrar la luz azul de la pantalla para ‘proteger los ojos’, aunque no esté demostrado que sirva de algo.
Rendimiento contenido para alargar su batería (y contener su precio)
Hace en torno a un año ya que se anunciaron los Snapdragon 412 y 415, SoCs de la misma gama pero algo renovados. Los hemos visto en algún dispositivo, aunque no demasiados. Entre quienes han decidido tirar hacia arriba el rendimiento de sus dispositivos ha ido a la vía del Snapdragon 615, este sí más potente - aunque también, suponemos, todavía más caro -.
El rendimiento se mantiene intacto sobre un procesador que llegó en 2013. Y eso hoy se va a notar
Con el Snapdragon 410 en su interior, del que ya sabemos que el rendimiento no mejoró prácticamente en el apartado de CPU respecto al original 400, aunque si que cambian de diseño en los núcleos y esto reportó una mejora. En el apartado gráfico, su Adreno 306 no es mucho más que una reedición de aquella 305, por lo que el rendimiento gráfico se mantiene idéntico sobre un procesador que llegó en 2013. Y eso hoy se va a notar.
El Zenfone Max funciona bien, pero para no frustrarnos hemos de saber qué estamos comprando antes de hacerlo. Se trata de un hardware bastante similar al que vemos en un Moto G, por lo que debemos esperar un rendimiento similar y no otra cosa. Seguramente un Snapdragon 615 hubiera sumado enteros en este teléfono, aunque quizás no tanto como para justificar una más que garantizada subida de precio, pues la diferencia de desempeño entre ambos no es tanta, salvo por la parte gráfica.
¿Qué tal se desenvuelve este Zenfone en el día a día? Podríamos decir que bien para la mayoría de usos, excepto algunas situaciones concretas donde se palpan carencias obvias. Hablo, por ejemplo, de cuando despertamos al teléfono del reposo - se congestiona unos segundos si lleva un rato bloqueado -, o cuando nos topamos con una web con contenido multimedia incrustado.
También en juegos relativamente básicos he tenido experiencias de este tipo. Concretamente con el Alto’s Adventure - un juego precioso que debéis probar -, con el que he tenido casos de caídas de rendimiento bastante notables.
Benchmarks | Asus Zenfone Max | Motorola Moto G | Alcatel Idol 3 | Aquaris E5 4G |
---|---|---|---|---|
AnTuTu | 25.283 | 22.406 | 29.123 | 20.534 (32bits) |
Vellamo | Chrome Browser: 1.989 Multicore: 844 Metal: 844 | Chrome Browser: 1.605 Multicore: 895 Metal: 608 | Chrome Browser: 2.184 Multicore: 1.274 Metal: 880 | Chrome Browser: 1.844 Multicore: 1.064 Metal: 794 |
No sólo eso, sino que esa latencia o falta de sensibilidad táctil que comentaba también afecta a la experiencia o rendimiento percibido de forma bastante evidente. Al final uno se acostumbra - qué remedio - a pulsar la pantalla con más firmeza.
Viene con 2 y 16 GB de memoria, lo que es más que suficiente para tener unas cuantas aplicaciones abiertas sin tener que recargarlas constantemente y otras cuantas instaladas. Si quieres más memoria interna, está la opción a microSD. Aunque Asus impone una función de eliminación de aplicaciones de memoria activada por defecto que hará que siempre tengamos RAM disponible, eliminar aplicaciones cargadas. Es lo que ellos llaman 'potenciar' el teléfono, y es más que probable que el efecto sea el contrario.
Asus Zenfone Max, rendimiento | |
---|---|
Antutu | 25.283 |
Geekbench 3 | Single: 497 |
Vellamo | Chrome: 1.989 |
GFX Manhattan 3.1 | Onscreen: 3.9 fps |
GFX T-Rex | Onscreen: 9.3 fps |
3DMark | Slingshot 3.0: 52 |
PCMark Workbench | 3.606 |
PCMark Battery | 18 horas 29 min |
Memoria | Interna: 115,5 MB/s lectura, 30,4 MB/s escritura |
Los Snapdragon son unos auténticos todoterrenos de la conectividad en todas sus gamas. En este caso tenemos desde LTE Cat 4 a Bluetooth embebido en el chipset. Sin embargo, la conectividad WiFi en nuestro Zenfone Max no habría podido ser peor - salvo no funcionando -. Incluso en lugares con buena cobertura, a unos pocos metros del router (y se ha probado en varios) es normal perder la conexión.
Todo indica que se trata de algún defecto en nuestra unidad, pues incluso cuando detecta una señal decente puede no transferir datos. Sin embargo, la conectividad de datos 4G funciona correctamente, como se le espera. Lo mismo con el GPS, usado para registrar prácticas de Endomondo y comparadas con un Garmin.
El altavoz está situado en la parte trasera, con una línea de perforaciones. Retirando la tapa, vemos que el altavoz no es de un tamaño estándar, y por tanto el volumen es suficiente. Eso sí, su sonido enlatado es el típico característico de los smartphones baratos.
La batería del fin de semana
La batería es el gran protagonista y quien apellida a este Zenfone Max. 5.000 mAh que son, como comentaba, fácilmente el doble de muchos teléfonos actuales que ya superan el día de autonomía. Así, este Zenfone Max puede alargar su vida hasta 3 o incluso 4 días sin demasiados problemas, siempre que no seamos demasiado exigentes con su uso diario.
En mi uso con los teléfonos de pruebas siempre funciono de un idéntica. Instalo todas las aplicaciones que uso en mi teléfono principal, con las notificaciones, Bluetooth siempre encendido con mi Pebble, y utilizo Wi-Fi siempre que me acuerdo de activarlo. Un uso mixto de redes sociales y mensajería, navegación web, alguna foto, y bien algo de música o podcasts cuando salgo a correr. Los juegos son bastante puntuales.
Probablemente el uso medio de un teléfono esté algo por debajo. Esto significa que podemos desconectar el teléfono un viernes por la mañana y que, con bastante seguridad, llegue vivo hasta la noche del domingo. En mi caso, repetimos autonomía en torno a unos 3 días con en torno 7 horas de pantalla activada.
Este último dato puede llevar a confusión. Por supuesto el Zenfone Max es capaz de alargar esas horas de pantalla bastante más, pero se le suma que tiene que estar en espera mucho más tiempo que otros teléfonos. No es difícil ver como otros procesos adelantan a la pantalla en la lista de aplicaciones por gasto energético, y que esta aparezca en tercer o cuarto lugar con en torno a un 10% del total.
Con este teléfono es la primera vez que me pasa que pongo un test de batería por la tarde-noche y al día siguiente y está todavía corriendo hasta el mediodía. En la puntuación de PC Mark saca nada menos que 18 horas y media, aunque esto no es una situación real, ¿quién estaría literalmente todo un día delante de su teléfono?
Nos sirven sin embargo para comparar con otros terminales que han pasado el mismo test. Vemos, por ejemplo, el Xperia C5 Ultra, de un tamaño similar y con una batería de casi 3.000 que se queda en una puntuación de 5h 30 min.
Incontestable que esta batería es la razón de ser del teléfono, que permite alejarte de los enchufes durante un par de noches. Por supuesto, lo que recibes a cambio es un teléfono con un rendimiento de gama de entrada.
A pesar de que existe compatibilidad con Qualcom Quick Charge 2.0 en el Snapdragon 410, hacen falta más elementos de hardware para que un fabricante lo implemente. En el Zenfone Max no están, y eso hace que cargar el Zenfone Max por completo lleve más de lo deseable.
Con una batería tan grande y un cargador original de 1 amperio, el teléfono sube por encima de las cinco horas para completar su carga. Desde luego, esto casi obliga a irnos a la noche para cargarlo completamente. Aunque visto de desde otro ángulo, no hace falta cargarlo a más del 50% para que nos garantice un día de batería.
Asus incluye dentro de sus herramientas de software algunos añadidos que permiten extender - todavía más - la batería de este teléfono. Se trata de modos de ahorro de energía que pueden desde cortar las conexiones cuando el teléfono está bloqueado a anular toda la parte ‘smart’ y dejarnos con lo básico para hacer llamadas y mandar sms, con lo que prometen una autonomía del orden de una semana.
Entre ellos, se encuentra el modo rendimiento, que hace justamente lo contrario. No limita el procesador ni el brillo de la pantalla, dando un pequeño extra en ambos aspectos para mejorar la experiencia de usuario. Este debería ser el modo por defecto.
Cámara
Si hay dos cosas que los usuarios en general valoran por encima del resto en un teléfono esas son la batería y la cámara. Un teléfono no es un buen teléfono hoy en día con una cámara mediocre. En este sentido, el Zenfone Max sorprende, quizás porque esperaba poco de él.
La cámara principal son 13 megapíxels con enfoque por láser, que hemos visto en gamas alta desde hace tan solo un par de años. Esto hace que el teléfono enfoque relativamente rápido, aunque no tanto como esos 0.03 segundos que plantea Asus, sino que se va a unas décimas de segundo.
En general las fotos son bastante buenas en la mayoría de situaciones, aunque con un procesado excesivo en algunos modos como el HDR, que en ocasiones produce imágenes irreales con excesivo contraste. Esto se puede aplicar a algunos de los disparos, donde se ve claramente que la nitidez ha sido mejorada artificialmente. Sin embargo, en general tenemos tomas con buenos balances de blancos y colores.
Por supuesto, de aquí se sale el típico uso de fotografía nocturna donde se llevan al límite sus capacidades, además de escenas con cierta complejidad que pongan a prueba el rango dinámico. Qué mejor que ver unas muestras:
Por otra parte, para mí es muy importante también la aplicación con la que hacemos las fotos como el resultado que arroje. En este caso tenemos una de cal y otra de arena. La cámara de Asus me gusta porque permite disparo en modo profesional, con ajuste individual de parámetros, y tiene muchas opciones… aunque son estas mismas opciones las que hacen que su configuración sea bastante caótica.
La cámara cuenta con multitud de modos de disparo, algunos de ellos bastante parecidos, que pueden llevar a la confusión. Por supuesto es de recibo que exista un modo nocturno si mejora las condiciones de la foto - aunque mejor todavía sería que lo detectara automáticamente y no hubiera que hacer nada -, pero que exista el ‘Nocturno’ y el ‘Baja luminosidad’ desconcierta. El segundo utiliza una captura en menor resolución, de 3 megapíxels solo, para aumentar la exposición de la zona. Mi experiencia en situaciones de luminosidad límite ha sido parecida. Aunque en modo Baja luminosidad se acaba perdiendo detalle, la idea es buena, solo que no es parece que en este Zenfone sirva de mucho, por alguna razón.
Por último, el Zenfone Max graba vídeo a 1080p. Realmente se trata de una limitación de procesado, pues por resolución debería ser capaz de grabar incluso a 4K. Sin estabilización óptica, nos vemos grabando vídeo en 1080p si la desactivamos. Si la activamos, la resolución es como máximo 720p. Os dejo unos cuantos clips para que lo veáis por vosotros mismos.
Software: mucho hecho, mucho por hacer (y deshacer)
Se suele apreciar Android stock, el de Google, sin artificios. Es fácil hacerlo porque funciona muy bien. Es sencillo, a la par que potente - cada vez más - y tiene una ventaja implícita: las actualizaciones llegan antes. O deberían, al menos.
Y es que este Zenfone Max parte de Android 5.0 (Lollipop), una versión que lleva entre nosotros desde 2014 y apenas vemos en los teléfonos nuevos que van saliendo. En los más relevantes vemos 6.0 Marshmallow, mientras que en otros muchos vemos 5.1.
Sobre esta versión vemos una capa de Asus con un trabajo bastante grande encima, aunque con una estética más bien poco agradable y de forma bastante confusa. Por suerte, en Android podemos cambiar casi todo, y Asus permite hacer muchas de estas cosas de forma nativa. Nos deja, eso sí, con 10,4 GB de memoria libre según sacamos el teléfono de la caja, que se convierten en tan solo 8.6 GB cuando terminamos de actualizar las aplicaciones que vienen preinstaladas.
Para empezar, Asus dispone de sus propias tiendas de temas, paquetes de icono propios y, más importante, la posibilidad de cambiar a otros desde su mismo launcher. En general no me convencen esos temas que dan una estética ‘futurista’ o de temática variada (de naturaleza, burbujas, espacial, navideño…). Prefiero instalar mi propio Nova Launcher o similar y configurarme un escritorio más sencillo y al gusto. Y eso hice.
Aún así, muchísimas opciones de todo tipo. Una función muy útil es la de hacer doble tap en la pantalla o botones para desbloquear el teléfono, muy cómodo cuando está sobre la mesa. También se puede hacer lo mismo sobre la barra de notificaciones para bloquearlo.
Zenfone es de todo menos zen.
Otra función curiosa es ZenMotion, que también hemos visto el algún otro fabricante, que permite dibujar una letra con el dedo en la pantalla para lanzar aplicaciones concretas. Así, si dibujamos una ‘C’, con el teléfono bloqueado, se abrirá la cámara. Si hacemos una ’S’, se abrirá preparada para tomar un selfie. Esto es configurable para las letras W, S, e, C, Z y V con las aplicaciones que queramos.
El Zenfone Max llega con una función desarollada con el motor de Clean Master (que también está instalada, con otra interfaz), que se dedica básicamente a limpiar aplicaciones de memoria y ‘optimizar’ el terminal. Viene preactivado por defecto y no permite a las aplicaciones ejecutarse en segundo plano a no ser que se lo permitamos nosotros. Esto es especialmente peligroso, pues puede haber gente que no tenga esto en cuenta y pierda notificaciones importantes. No le veo demasiado sentido cuando tienes 2GB de RAM y habitualmente sobra bastante, quizás la opción inversa (‘prohibir’ a una aplicación concreta lanzarse si detecta que, por ejemplo, está consumiendo mucha batería) sería más óptimo.
Asus preinstala el Mobile Manager, una aplicación que permite seguir sus modos de energía (que es a su vez otra aplicación), su gestión de inicio automático, el uso de datos (en una aplicación que duplica la funcionalidad del sistema) o de qué aplicaciones tienen permiso para mandarnos notificaciones. Además, hay un asistente para audio, con modos predefinidos, también en forma de aplicación externa, un asistente de copia de seguridad que es otra duplicidad…
Para cerrar, están las utilidades del básicas del sistema de calculadora, notas linterna (sí, linterna también tiene una app propia) y demás, con alguna curiosa. Laser ruler utilza el sensor láser de la cámara para medir distancias de hasta medio metro, y lo hace con relativo éxito, lo que puede ser práctico. Luego tenemos no una, sino tres aplicaciones de correo electrónico. Gmail, el gestor de correo de código abierto de Android y otro propio de Asus. Y por si fuera poco, un hub para juegos y alguno que otro preinstalado.
Mucho software, demasiado. Demasiadas aplicaciones, ajustes, servicios y desorganización entre ellos.
Como veis, es demasiado. Demasiados iconos, ajustes, aplicaciones y más aplicaciones. Unas aplicaciones que llevan a otras que duplican algunas funciones que están en el propio sistema de Android. Otras que no, claro. Alguien en Asus debería darse cuenta de la extrema confusión que esto puede causar en un usuario medio. Da la sensación de que tocar cierto ajuste y volver a él para ver si ha surtido efecto será misión imposible. Necesitan hacer un back to the basics, repensar qué es útil para el usuario y qué es paja. Pues muchas de estas cosas son completamente prescindibles y ya se pueden encontrar en Google Play si el usuario las necesita.
Sin duda demasiados elementos - que pueden ser eliminados o desactivados en gran medida, sí, pero hay que hacerlo y solo si sabes - para un teléfono que no parece estar pensado para el usuario más entusiasta. A pesar de ello, el software no parece estar mal optimizado, sino que es el hardware el que pone las limitaciones de rendimiento.
Asus Zenfone Max, autonomía al poder
En conjunto, no se trata de un mal teléfono, en absoluto. Es muy interesante porque resuelve problemas que suelen en ocasiones rozar el absurdo. Estoy convencido de que no son pocos quienes quieren un teléfono que funcione, haga buenas fotos y aguante todo el día sin excusas.
El Zenfone Max está pensado para este perfil de usuario que a pesar de todo quiere gastarse lo justo pero tiene un manifiesto de mínimos en dos frentes, que el teléfono le dure y que cumpla con su día a día.
Sin duda sería estupendo que Asus apostara por otra forma de acercarse al software de sus teléfonos, con menos artificios e intentando hacer las cosas sencillas para el usuario. Aún así, se mantiene como un teléfono bastante equilibrado en cuanto a calidad o cantidad/precio.
Por supuesto, si por alguna razón trabajas o en tu día a día te resulta imposible cargar el teléfono. O si simplemente llamas demasiado, en ocasiones duermes fuera de casa o viajas mucho, este teléfono puede ser para ti.
7,3
A favor
- Batería virtualmente infinita
- Cámara bastante decente
- Buena pantalla, aunque imán de reflejos y huellas
- Dual SIM y con microSD
En contra
- Sin carga rápida
- Software confuso, desfasado, con muchas aplicaciones
- La sensibilidad táctil podría ser mucho mejor
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Asus. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En Xataka | Asus Zenfone 2, análisis
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