Sony se ha convertido en una marca de referencia dentro del mundo de la tecnología. Como otros titanes del sector, su negocio tiene muchas patas y tiene productos de todo tipo, siempre intentando mantener un nivel de calidad, baluarte de la marca.
Dentro de los productos que fabrica tenemos los smartphones. Ahora que el Sony Xperia Z debuta dentro de poco, hacemos un pequeño repaso de la historia de esta familia cuyo inicio se remonta a hace cinco años, en 2008, con un terminal muy interesante.
Sony Ericsson Xperia X1, todo comenzó en Windows Mobile
En una época donde los smartphones todavía parecían una tecnología del futuro, a pesar de que ya teníamos dispositivos como el iPhone asentando las bases de esta categoría, algunos fabricantes decidieron apostar fuerte y lanzar al mercado dispositivos que iban más allá del simple móvil.
En esa época tuvimos auténticas bestias que aunque el paso del tiempo las ha dejado obsoletas, salvo excepciones como el HTC HD2, en su día eran tecnología puntera. Por aquel entonces iOS, Symbian y Windows Phone luchaban por hacerse con el trono que todavía no tenía corona.
En Sony detectaron este momento como una buena oportunidad para meterse de lleno en el negocio. Pueden gustar más o menos los productos de la compañía nipona pero si hay algo que no se puede negar es el hecho de que siempre intentan hacer productos de buena calidad, en función de la gama en que se encuentre.
Hacer un smartphone no podía romper esta regla y bajo esta filosofía nació el primer Sony Xperia. El X1. Un dispositivo con unas prestaciones bastante potentes para el momento pero que si las comparamos hoy con la tecnología actual no entraría ni en la gama de entrada pero claro, la evolución es importante.
Con un procesador Qualcomm MSM7200 y 256 MB de RAM, este terminal de tres pulgadas de pantalla ya contaba con una resolución de 331 píxeles por pulgada aunque claro: con sólo 65.000 colores y tecnología TFT. Windows Mobile 6.1 fue el sistema operativo y el diseño era bastante elegante.
El foco era claro: el sector profesional. Un teclado QWERTY de bandeja servía para escribir correos en una época donde las pantallas resistivas, y la frustración que traen de serie, reinaban. En España llegó hace cuatro años de las mano de operadores como Vodafone.
Un año más tarde, en 2009, nos llegó el que fue su sucesor: el Sony Xperia X2. Se mantuvo la apuesta por Windows Mobile aunque en esta ocasión se apostó por la versión 6.5. Con un par de décimas de pulgada más en la pantalla, este terminal supuso una renovación moderada.
Sin embargo, entre sus elementos hay uno que sí introdujo un salto cualitativo grande y que con el tiempo se ha convertido en uno de los valores de los smartphones de Sony: la cámara de fotos. Pasamos de tres megapíxeles a ocho, una resolución que hoy en día nos parece normal.
Eso sí, quedarnos en ese comentario tampoco sería justo. No es lo mismo la calidad que ofrecen los sensores hoy que la de hace cuatro años por lo que los ochos megapíxeles, aunque la cifra sea la misma, hay que matizar que el salto es notable.
Tras dos años, y dos dispositivos, apostando por Windows Mobile, en Sony Ericsson decidieron que era hora de cambiar el rumbo. Android se iba asentando y dispositivos como el Nexus One sirvieron para demostrar que el sistema operativo móvil de Google era una opción a tener en cuenta.
Y así fue, los nipones se despidieron de los chicos de Redmond. Sin embargo, hay que destacar que en todo este tiempo ha habido bastantes rumores alrededor de un nuevo Xperia con Windows Phone. En 2010 empezó oficialmente la relación entre Sony y Android con el Xperia X10.
2010: los primeros pasos con Android
Quienes han seguido la evolución de Android desde sus primeros pasos hasta el día de hoy, saben que en pocos años el salto de calidad ha sido tremendo. El 2010 sirvió para demostrar que Google quería entrar fuerte en este mercado y ofrecer una herramienta muy poderosa a los fabricantes de hardware.
La capacidad de tener un sistema operativo personalizable para las necesidades individuales de cada compañía. Android es maleable y se puede ajustar a cualquier tipo de circunstancia. Tanto es así que sólo hay que echar un vistazo a la cantidad de gadgets que apuestan, de forma más o menos acertada, por él.
2010 fue un año para que Android se fuera a dar a conocer y alguno fabricantes como Sony decidieron darle un voto de confianza. Todo comenzó con el X10. Un terminal que se saltaba un poco la norma de ese año ya que apostó por las cuatro pulgadas.
Un tamaño que hoy nos parece normal, e incluso pequeño, pero que hace tres era –hablando en plata—un ladrillo. Con un procesador de un núcleo a 1GHz, la ambición de Sony por tener un terminal de referencia se acabó convirtiendo en una experiencia algo frustrante.
Aquí hay que reconocer que todavía Android tenía mucho camino por recorrer y los fabricantes tenían que seguir aprendiendo a crear experiencias más fáciles para el usuario. Junto al X10, llegaron sus dos hermanos: el Mni para quienes buscaban menos pulgadas y el Mini Pro con teclado incluído.
Para cerrar el año, nos llegó una revisión del X10 llamado X8. Un terminal que pulía algunos fallos pero que sirvió mayormente para ver un poco qué veríamos el año que viene con Sony Ericsson y Android. Tras un año difícil llegó el que fue clave para el gran público: 2011.
2011: ideas atrevidas y terminales con éxito
Hasta este año, los smartphones eran un producto que todavía estaba asentándose. Algunos modelos ayudaron en el 2010 a que se fueran popularizando pero fue en este cuando dieron el salto definitivo. Ya no sólo era un producto para geeks sino algo, si me permitís la expresión, universal.
Hay un hecho bastante singular de este año y es que varios fabricantes decidieron inundar el mercado con un montón de smartphones. Hablamos de un pequeño número de compañías que sacaron terminales de todos los tamaños, colores y necesidades.
Este fue el caso de HTC con su portfolio casi infinito, motivo que le hizo recular en su estrategia de cara al 2012, o de Sony con sus once Xperia con Android. El 2011 además fue un año para renovarse, para mantener algunas líneas de diseño y también para traernos ideas frescas.
Los más destacados de la familia Xperia en el 2011 fueron dos modelos. Por un lado el Xperia Arc, que con su curva en la parte trasera buscaba ofrecer algo diferente dentro de un concepto que se había quedado anquilosado, por cuestiones prácticas, en el rectángulo cuadrado y negro.
Sin meterse en la guerra de la potencia, ya tenemos en este año dispositivos de doble núcleo como el Optimus 2X de LG o el Galaxy SII de Samsung, decidieron apostar por el diseño como una de las principales armas. Aunque eran elegantes, tenían algunos elementos algo estridentes como los marcos plateados.
Otro terminal destacado del 2011 fue el Xperia Play. Es cierto que no fue el superventas que a Sony-Ericsson le hubiera gustado pero la idea era bastante buena. Combinar smartphone con consola, gracias a un mando que salía a través de la bandeja.
Sin embargo, no cuajó. La batería tenía una autonomía escasa, el catálogo de juegos no terminó de explotar el potencial que tenía y las dimensiones eran un poco abultadas para la época. Con más pena que gloria, sirvió eso sí para demostrar que tenían ideas originales.
A lo largo del 2011 vimos más terminales nuevos, una renovación del Arc y dispositivos muy interesantes como el Ray o el Neo V. Estos tres mantenían algo en común: la cámara. La misma que usaba el iPhone 4 (Sony fue proveedor de los de Cupertino). Su calidad estaba por encima de la media en Android y además ofrecía un rendimiento excelente en condiciones de poca luz.
Aunque el Arc y el Play fueron los más destacados del año por su planteamiento, no podemos olvidarnos del Neo y Neo V. Dos terminales muy parecido que lograron ser superventas gracias a las ofertas agresivas que realizaban algunos operadores.
Cerramos el año con la despedida de Sony Ericsson. La parte nipona de esta joint venture decidió adquirir la parte de su socio europeo para hacerse con el control de toda la división. Esto supuso el final de una época, pero los Xperia seguían vivos. Con la etiqueta Sony, a secas, o con la coletilla Mobile.
2012: adiós Sony Ericsson, hola Sony Mobile
- Cambio de escenario. Tras adquirir el control absoluto de los smartphones y la familia Xperia, La compañía nipona decidió darle más peso a sus valores y acercarse más a las líneas de diseño de otros gadgets fabricados por Sony. El primero lo vimos en Las Vegas: Xperia S.
Con Android ya asentado, este terminal ofrecía una experiencia de uso bastante buena. Su doble núcleo no era la tecnología más puntera del momento pero se comportaban bien. También tuvimos una renovación en el diseño, aunque lo cierto es que duró poco ya que cuando presentaron la nueva gama en IFA su nuevo buque insignia, el Xperia T, vino con una idea diferente.
Este año sirvió también para potenciar la cámara y demostrar que era uno de los puntos clave. No es casualidad que el sensor Exmor R, se empezara a producir en grandes cantidades ya que otros fabricantes como HTC y Samsung querían tener esa tecnología en sus respectivos smartphones de gama alta.
Junto al Xperia S, en la primera mitad del año, nos llegaron dos terminales para posicionarse en la gama de entrada. Por un lado el Xperia P, que quería que utilizar la tecnología de blancos como su principal armas. Sin embargo fue el Xperia U quien arrasó en ventas y se posicionó como uno de los preferidos del público. No es casual pues que consiguiera un premio Xataka.
En la segunda mitad, IFA fue el escenario para ver nuevos terminales. Los V, J y T todavía no terminaron de asentarse en cuanto a ventas, a pesar de que el último fue el teléfono utilizado por James Bond en la última película de Daniel Craig. Aunque es una acción comercial de product placement, ya sabemos que siempre da un poco más de empaque.
El 2012 fue un buen año para Sony. Le sirvió para asentarse en algunos mercados como España. Sin embargo todavía había mucho camino por recorrer. Si nos ceñimos a la pelea de los fabricantes, todavía anda lejos de Samsung y Apple pero el salto cualitativo se ve en este periodo de doce meses.
Una de las mejores cámaras del mercado, diseños elegantes que les ayuda a diferenciarse de la competencia, Android siendo un sistema operativo competente… Había algo que faltaba. La potencia. El 2013 ha empezado fuerte en Sony y su Xperia Z es el mejor smartphone que han fabricado hasta la fecha.
2013: Sony Xperia Z, y los que lleguen
Como ya sucedió el año pasado, Sony es el primer fabricante en pegar fuerte dentro del mercado de los smartphones. Su propuesta es sólida, nunca mejor dicho, y el Xperia Z busca cubrir todos los atributos con nota. Un monolito negro que además de estrenar una nueva línea de diseño viene con muchas novedades.
Ya las vimos en su día en el CES y hace poco en vídeo además de nuestro análisis: procesador de cuatro núcleos, un nuevo sensor en la cámara que nos permite entre otros grabar vídeo en HDR en tiempo real y algo muy curioso (aunque no novedoso dentro de la familia): la resistencia al agua y la arena.
De momento este es el primer dispositivo en lo que va de año. Aunque hay voces que apuntan a que este año no habrá terminales en gama de entrada, resulta algo extraño si tenemos en cuenta que dispositivos como el Xperia U han sido un éxito de ventas.
Lo que nos depare el resto del año es un misterio pero es posible que veamos una revisión del Xperia Z a mediados de año, quizá con los procesadores Snapdragon 600 de Qualcomm y algún que otro truco más. Como podéis ver, a modo de resumen, la familia Xperia es grande aunque sólo tenga cinco años de vida.
Si comparamos aquel X1 con el Z actual, vemos cómo la tecnología en los smartphones –no sólo en Sony- ha tenido un ritmo de evolución frenético. Parece que este año no veremos tantas novedades pero el tiempo lo dirá, de momento hasta aquí podemos leer.
Bonus track: los hermanos rarunos de la familia
Me gustaría cerrar hablando de algunos Xperia que no hemos mencionado pero que también se merecen un hueco por su condición raruna. Dispositivos que nos han llamado la atención por sus singulares propuestas y que también han quedado un poco de lado, mayormente, frente a otros Xperia.
El primero de todos es el Xperia Pureness. Con un formato clásico de teclado numérico, este smartphone se caracterizó por su pantalla semitransparente que nos permitía ver lo que teníamos detrás. Una idea que no terminó de cuajar pero que demostró que la tecnología ya estaba asentada.
A día de hoy, seguro que a más de uno le gustaría un Pureness sólo para saber con dónde anda cuando va escribiendo mientras anda por la calle. Otro dispositivo exótico de la familia Xperia es el Active. Un smartphone diseñado para aguantar golpes, perrerías varias además del agua y la arena.
Aunque fue un dispositivo de nicho, destinado a los más aventureros, la experiencia con él sirvió para llevar esta tecnología a otros terminales como el Xperia Z. Todo ello sin necesidad de optar por una carcasa más gruesa o estéticamente menos agradable.
El 2012 nos dejó un terminal curioso también: el Xperia Sola. Un gama de entrada que podíamos manejar sin tocar la pantalla, algo posible gracias al sensor de proximidad. De nuevo, un terminal que viene a demostrar que tecnológicamente es posible aunque no sea la opción más práctica.
Cerramos nuestra familia de Xperia raros con un tablet. No es que el Xperia Tablet S tenga nada para considerarlo tan único pero sí fue curioso el hecho de que Sony adoptara también esta denominación para las tabletas, tras probar suerte con el Tablet S y P.
Orientado para el trabajo y los contenidos multimedia, no ha gozado de mucho éxito en un mercado donde todo se focaliza en un pequeño número de dispositivos a pesar de que la oferta es bastante amplia. Este año también tendremos una nueva tableta que aprovechará el diseño del Xperia Z.
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