Hay muchas formas de vender un smartphone. Algunos fabricantes lo asocian a un determinado estatus o estilo de vida. Otros refuerzan el atractivo de su producto remarcando su capacidad a la hora de incrementar nuestra productividad. Y casi todos apuestan por hacer hincapié en determinados componentes. La pantalla vende. El procesador vende. Incluso la capacidad de almacenamiento es un argumento importante para muchos usuarios. Pero el sonido vende poco.
La mayor parte de los usuarios no presta mucha atención al apartado sonoro cuando va a comprarse un nuevo smartphone. El SoC, la pantalla, la memoria principal y el sistema operativo son algunos de los componentes que más nos importan. Sin embargo, si queremos utilizar nuestro teléfono para escuchar música, jugar o ver películas, es muy importante que nos ofrezca un sonido de calidad. Veamos qué podemos esperar actualmente de un smartphone en el apartado del audio.
¿En qué debemos fijarnos?
Desafortunadamente, la mayor parte de los fabricantes de teléfonos móviles inteligentes no suele proporcionar mucha información acerca de las prestaciones sonoras de sus propuestas. Habitualmente intentan atraer nuestra atención utilizando alguna marca o tecnología con un nombre rimbombante, pero apenas ofrecen datos técnicos realmente relevantes más allá de los formatos de audio con los que son compatibles. Averiguar parámetros importantes como son la respuesta en frecuencia (el rango de frecuencias que es capaz de reproducir) o la relación señal/ruido (que refleja su capacidad de separar la información musical del ruido) suele ser un reto imposible de alcanzar en muchos casos.
Si nos importa mucho la calidad de sonido de nuestro próximo smartphone y queremos indagar en detalles «finos», como pueden ser la marca y el modelo de DAC utilizado (es el circuito que se encarga de pasar la información musical del dominio digital al analógico), las características del filtro digital o si se ha utilizado retroalimentación negativa para estabilizar la respuesta en frecuencia, es preferible que nos demos por vencidos si no queremos acabar frustrándonos ante la imposibilidad de encontrar esta información.
En cualquier caso, a pesar de que existen estas barreras, es importante tener presente en qué podemos fijarnos para, al menos, intuir las prestaciones sonoras de un teléfono determinado. El primer componente involucrado en la manipulación de la información sonora es el DAC, que, como hemos visto antes, es el circuito que debe transferir el audio del dominio digital al analógico. Lo ideal es que el fabricante de nuestro teléfono nos indique la resolución en bits y la frecuencia de muestreo en kilohercios (kHz) debido a que estos datos revelan la calidad máxima que podrán tener los archivos de sonido que vamos a poder reproducir en nuestro smartphone (aunque, como veremos más adelante, existen otras limitaciones que pueden minar las prestaciones del DAC). Si, además, podemos averiguar otros datos relevantes, como la relación señal/ruido o la distorsión armónica total (THD), mucho mejor, pero os aseguro que es difícil conseguir esta información.
Las características del circuito integrado que se responsabiliza de la amplificación de la señal musical analógica también son importantes porque nos permiten conocer su solvencia a la hora de excitar o «atacar» los altavoces del smartphone o unos auriculares solventes. En el mejor de los casos los fabricantes suelen proporcionarnos la potencia del amplificador, pero suelen obviar otras especificaciones importantes que pueden condicionar la elección de los auriculares que podemos utilizar, como son la impedancia y la respuesta en frecuencia. Profundizaremos un poco más en estas características en el próximo apartado.
Por otra parte, si pensamos utilizar nuestro smartphone sin auriculares en alguna ocasión es importante que conozcamos las prestaciones de sus altavoces, aunque, una vez más, los fabricantes apenas revelan nada. Eso sí, como veremos más adelante, hay diferencias muy evidentes entre los altavoces que utilizan unas marcas de teléfonos y otras, por lo que al menos podemos aferrarnos a ellas como argumento para que nos ayuden a decantarnos por un modelo u otro.
Por último, también debemos valorar el software que incorpora un determinado teléfono no solo para administrar y reproducir nuestros ficheros de sonido, sino también para ecualizarlo. Afortunadamente, como sabéis, el software, a diferencia del hardware, puede evolucionar. Y, además, en las tiendas de aplicaciones podemos encontrar muchas apps interesantes para perfilar el sonido de nuestro smartphone a nuestro antojo, como Music Volumen EQ para Android o Equalizer para iOS, entre muchas otras opciones.
El reto del sonido en los smartphones
La miniaturización de la electrónica hace posible poner a punto amplificadores de un tamaño ínfimo que es posible introducir en un smartphone sin demasiadas complicaciones (disipan menos calor que el SoC, por lo que esta exigencia no debería plantear ningún problema). Con el DAC sucede lo mismo. Existen chips de un tamaño muy reducido y mucha calidad que se pueden integrar en teléfonos sin problemas, como, por ejemplo, los Sabre de ESS Technology que incorporará el Pono Player de Neil Young. El problema es que el volumen interno del chasis de un smartphone es extraordinariamente reducido, lo que impone restricciones muy serias en la puesta a punto de los altavoces.
Una caja acústica tiene tres elementos esenciales: los altavoces, el filtro divisor de frecuencias (se encarga de que cada altavoz reciba la señal que recoge aquellas frecuencias que es capaz de reproducir) y el recinto, que actúa como una caja de resonancia. En un smartphone el recinto es, en realidad, el chasis del propio teléfono, por lo que su mínimo volumen restringe inevitablemente las prestaciones de su sonido cuando decidimos utilizar los altavoces integrados y no unos auriculares, sobre todo al reproducir las frecuencias más bajas. Aun así, como veremos en el siguiente apartado, algunos fabricantes han conseguido ofrecer un sonido de una calidad bastante elevada modificando el tamaño y la ubicación de los altavoces en el chasis del smartphone.
En cualquier caso, si queremos disfrutar un sonido de la mejor calidad posible siempre podemos apostar por unos auriculares competentes, como cualquiera de los que nos aconsejan nuestros compañeros de Xataka Android en este post. Eso sí, es necesario que prestemos mucha atención, sobre todo, a la impedancia (grosso modo es la resistencia que imponen las bobinas de los auriculares al amplificador del smartphone), la sensibilidad (nos indica qué presión sonora vamos a obtener con una potencia determinada) y la respuesta en frecuencia, de la que hemos hablado al principio del post. Si elegimos unos auriculares exigentes, con una impedancia alta, es posible que necesitemos un amplificador externo dedicado para sacarles todo el partido sin forzar el amplificador del smartphone, como, por ejemplo, alguno de los modelos de Avinity de los que os hablamos en este otro post.
Si lo que queremos es exprimir el sonido de nuestro teléfono cuando estamos en casa, una buena opción pasa por hacernos con una base (docking station) o unos buenos altavoces externos. En el mercado podemos encontrar decenas de modelos de muchos fabricantes de electrónica de consumo con un amplio abanico de precios, como los de Philips, Sony, Targus, Altec Lansing y un largo etcétera. Los sibaritas y los audiófilos, si están dispuestos a gastarse una pequeña fortuna, pueden hacerse con una de las estupendas bases con altavoces de fabricantes como Bose, Bowers & Wilkins, Krell o McIntosh, entre otras opciones.
Candidatos al mejor sonido
A pesar de las limitaciones que, como hemos visto antes, impone el reducido tamaño del chasis de un smartphone, algunos fabricantes han conseguido poner a punto soluciones que nos ofrecen un sonido muy bueno. Excelente en algunos casos. En compañía de unos buenos auriculares muchos smartphones se desenvuelven bien, pero los problemas aparecen al utilizar los altavoces del propio teléfono. No es el caso, por ejemplo, del HTC One (aún no he podido escuchar el nuevo One (M8), pero sí el modelo anterior). Su sonido es estupendo y nos ofrece una potencia, una resolución y una pegada en las frecuencias bajas inusuales en un smartphone.
Para conseguirlo, los ingenieros de la compañía taiwanesa han apostado por colocar los altavoces en la parte inferior del frontal del terminal, y no en el perfil, lo que les ha permitido disponer de más espacio para poner a punto unos altavoces de calidad. Además, el amplificador de este smartphone tiene bastante potencia y el DAC es solvente, lo que unido a la tecnología de Beats Audio, que define un perfil de software que ecualiza el sonido para sacar el máximo partido posible a este hardware, consigue que el HTC One sea uno de los smartphones, en mi opinión, con mejor sonido.
Por supuesto, no es el único smartphone que suena bien. Otras tecnologías que definen perfiles de sonido alternativos a los de Beats Audio son Xloud, utilizada por Sony en los Xperia, y SoundAlive, empleada por Samsung en sus Galaxy. Ambas ofrecen un sonido muy digno en algunos de estos terminales, aunque, en mi opinión, no alcanzan el nivel de prestaciones del One de HTC. Otras tecnologías en las que merece la pena que nos detengamos son las de la firma sueca Dirac, utilizada por Xiaomi en su Mi3, el DSP de Cirrus Logic que usa Apple en sus iPhone, y también Dolby Mobile, empleada, por ejemplo, por LG y Oppo en algunos de sus smartphones (el Find 5 combina Dirac HD y Dolby Mobile).
¿Audio de alta resolución? En realidad, no
Antes de dar por concluido este post me gustaría indagar en una idea que ya apunté cuando hablamos del DAC que incorporan los smartphones. Habitualmente los fabricantes no ofrecen apenas información sobre este componente, y, cuando lo hacen, suelen utilizarlo como un «arma» de marketing para ensalzar la capacidad de su teléfono a la hora de reproducir ficheros de alta resolución. Por esta razón, suelen acompañarlo de un eslogan o una marca llamativa, como HD Audio o High Resolution Sound.
Sin embargo, lo que nos interesa saber es que, aunque el DAC sea capaz de trabajar con ficheros con una resolución de 24 bits y una frecuencia de muestreo de 96 o 192 kHz, que es la calidad que se suele utilizar en los máster de estudio, cuando conectamos unos auriculares vamos a obtener una gama dinámica similar a la que nos ofrece un lector de CD, en gran parte debido a la calidad de la interfaz para auriculares que incorporan la mayor parte de los smartphones. Podemos entender qué es la gama dinámica de una forma sencilla contemplándola como todo el abanico de niveles de intensidad sonora que es capaz de reproducir un dispositivo.
El rango dinámico no lo es todo, por supuesto, pero puede condicionar seriamente la calidad de sonido. El CD utiliza una resolución de 16 bits y una frecuencia de muestreo de 44,1 kHz. Por fortuna, un CD realmente bien grabado puede proporcionarnos un sonido de una calidad extraordinaria, por lo que yo daría más importancia si cabe a la calidad de la grabación que a la resolución y la frecuencia del fichero que vamos a reproducir.
Es imposible abordar en un solo post todo lo que podemos contar acerca del sonido de nuestros smartphones y del mundo del audio en general, por lo que pronto publicaremos otras entradas que complementarán este post. Esperamos que os gusten.
En Xataka | PonoPlayer quiere convertirse en el nuevo iPod de los audiófilos
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 33 Comentarios