Pese al amplio catálogo que siempre ha caracterizado a Samsung, la línea Note se planteó como unos terminales que iban más allá que el resto, ya no sólo en tamaño, sino por unas características que lo posesionaban como un teléfono para un perfil más específico de uso. E incluso ahora que la diagonal media es cada vez mayor, Samsung mantiene su apuesta por esta línea, eso sí, adaptándola al nuevo diseño. Pero el Samsung Galaxy Note 7, por nuevo que sea, ya nace con rivales y muy fuertes.
Samsung se ha saltado el “6” para poner su otro buque insignia con el mismo apellido que los S7 estándar y S7 Edge, presentados el pasado mes de febrero. Con su pertinente S-Pen y su curva, el Note 7 mantiene tamaño con respecto a su predecesor, el Note 5, pero ¿contra quién se enfrenta en ese relativo terreno phablet?
Manteniendo estilo, resistencia y mirando a los ojos
Se hablaba de dos modelos o de uno, pero lo que casi se daba por sentado es que habría curva también en este Note 7. Una característica que desde que aquel S6 Edge asentara cátedra (y no cierto Note Edge casi más experimental) vimos en modelos que incluso se salían de lo que era la habitual agenda de topes de gama con un S6 Edge Plus acompañando a un Note 5 sin curvas.
Además de este toque de diseño que se va perfilando como seña de identidad de la marca, el Note 7 como sus antecesores presenta una configuración con lo último en hardware prometiendo la potencia y el rendimiento que el usuario medio espera del terminal del S-Pen (cuyo diseño fue algo accidentado en la anterior versión del terminal). Así, al igual que los Galaxy S7 y a diferencia del Note 5 resiste al agua al tener certificación IP68.
Como ya bastantes en la gama alta la conexión es USB tipo-C, pero lo que le diferencia de una gran mayoría es el escáner de iris. Algo que de momento encontramos en muy pocos terminales y que hacen que en conjunto sea un teléfono a priori potente y completo, si bien no es el primero que incorpora esta característica, que ya vimos en el Lumia 950 XL.
La batería es de lo poco que ha quedado por debajo de las expectativas, esperando que ésta fuera de entre 3.600 y 4.000 mAh, siendo finalmente de 3.500 mAh. Aquí el Huawei Honor Note 8 ha sacado pecho y ha colocado una batería de 1.000 mAh, eso sí, con un terminal bastante más pesado (219 gramos frente a los 169 del Note 7) y más alto (178,8 milímetros frente a los 153,5 del Note 7), aunque sólo un poco más delgado que el Note 7 (7,2 y 7,9 milímetros). De hecho, Samsung ha logrado un terminal bastante ligero, si bien el que gana en esto es el Lumia 950 XL sólo por 4 gramos.
Una batalla reñida
Mientras otros fabricantes han optado por tamaños mayores y resoluciones menores, Samsung apuesta de nuevo por el QHD en una diagonal de 5,7 pulgadas, teniendo los mismos píxeles por pulgada que su rival de Microsoft, aunque en el caso del Note 7 el panel es super AMOLED (como el Asus ZenFone 3 Deluxe). El material, como era de esperar, sigue siendo el metal, como la mayoría de sus rivales a excepción del LG V10 y el Lumia 950 XL que han seguido apostando por el plástico pese a la tendencia del metal, lo cual desde hace tiempo no vemos sólo en topes de gama.
En cuanto al procesador, Samsung apuesta por el producto de la casa y finalmente vemos un Exynos 8890, el mismo que los S7 que va a competir casi directamente con el Snapdragon 820. Procesador que monta también el Asus ZenFone Deluxe 3, OnePlus 3, el ZTE Axon 7 o Moto Z Force, que aunque estos tres últimos juegan en la concurrida liga de las 5,5 pulgadas se erigen también como rivales potenciales, sobre todo los que buscan el máximo rendimiento con sus 6 GB de RAM (OnePlus 3 y ZenFone Deluxe) o el Moto Z Force y su resistencia, dado que como decíamos el Note 7 certificación IP68 (y el Z Force no).
Como decíamos, quizás en batería no destaque frente a sus rivales. Habrá que ver el trabajo en la optimización del software, si bien sabemos que TouchWiz al menos se ha simplificado a nivel de diseño. A su favor está la funda con batería resistente al agua y la carga rápida, aunque esto empieza a ser casi un requisito imprescindible y que más bien destaca el que no la presenta, como el iPhone 6s Plus, aunque en este caso al haber menos amperaje tarda algo menos. No la vemos tampoco el el Honor Note 8, aunque probablemente esos 4.500 mAh no den tanta ocasión para echarla de menos.
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| Conectividad | |||||||
| Batería | |||||||
| Cámara trasera | Cámara frontal | Destaca | |||||
| Dimensiones | |||||||
| Análisis | |||||||
| Precio aprox. |
Los “otros phablets”: 0,2 pulgadas menos pero con la máxima potencia
Como otro tope de gama, el Note también rivaliza con el resto de buques insignia que hemos ido viendo a lo largo del año, si bien como ocurría con los anteriores ninguno presenta puntero o stylus y en este caso, además, se diferencia por el lector de iris. Además, es el que mejor ratio pantalla-frontal presenta de todos éstos, de los anteriores y de los Samsung de alta gama de los últimos años con un 78% de frontal ocupado por pantalla.
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| Cámara trasera | Cámara frontal | Destaca | ||||
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| Análisis | ||||||
| Precio aprox. |
Una competencia que aún ha de crecer este año
El terreno de juego está cuanto menos entretenido y casi hacinado con rivales en potencia y prestaciones, aunque en Samsung mantienen la línea diferencial del Note 7 como “algo más”, con el S-Pen que puede usarse bajo el agua o los añadidos relacionados con el software y la interfaz. Sin descuidar el diseño, manteniendo las líneas de los otros Galaxy S y con cuatro colores a elegir (black onyx, silver titanium y blue coral, el dorado según regiones).
Ya hemos visto que no sólo basta con montar lo máximo, sino que habrá que demostrar si el nuevo miembro de la familia Note es superior al resto de smartphones de gran tamaño en la liga de los buques insignia. En el punto de mira también ese lector de iris, que de momento es una característica bastante singular a diferencia del lector de huellas, que ya hace tiempo que se generalizó como parece que esté pasando con la carga rápida.
De momento el precio de salida es también en parte una desventaja teniendo en cuenta otros como el del Axon 7, que no pasan de 500 euros ofreciendo características a priori similares. Veremos también si la cámara está a la altura de sus rivales, algo de esperar si ha heredado los genes de las de los S7, y cómo queda ante los que están por venir, entre ellos un nuevo iPhone, un LG V20 o lo que pueda resentir Google.
En Xataka | Samsung Galaxy Note 7 dobla la seguridad y resistencia: estrena el escáner de iris y no le da miedo el agua
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