En el futuro no habrá dispositivos con botones. No me refiero a las películas que muestran un futuro cercano con dispositivos que sólo se controlan con gestos y la voz, sino de los propios vídeos conceptuales que las empresas como Microsoft o Samsung mostraban hace unos años. Actualmente, tenemos coches sin botones —los Tesla, por ejemplo— y hemos visto marcas de portátiles que se han atrevido a lanzar modelos sin teclados y con una doble pantalla. Y, en el caso de los móviles, hace unos meses los rumores y filtraciones apuntaban a un iPhone sin botones.
¿La realidad? El iPhone 16 es el iPhone que más botones tiene desde la primera generación —el conmutador o switch que tuvimos hasta los iPhone 15 Pro no lo considero un botón— y, sinceramente, me parece la mejor decisión.
Del iPhone sin botones… No una, sino dos veces se filtró que el iPhone 15, al menos los modelos Pro, no tendrían botones físicos. Los botones de subir/bajar el volumen y el de bloqueo iban a seguir teniendo esas mismas funciones, pero la idea era que fueran sustituidos por sistemas hápticos en lugar de algo físico. Vamos, algo como lo que en su día ocurrió con el Home del iPhone 7: un sistema táctil con retroalimentación en forma de vibración para que sintiéramos que estábamos presionando algo.
Los iPhone 15 fueron presentados… y nada: los botones de siempre estaban donde siempre, pero sí hubo una novedad. El modelo Pro estrenó un botón de acción personalizable que, en mi opinión, es una adición genial a algo como un teléfono móvil y que en Android hemos visto antes en, por ejemplo, modelos de Motorola.
Al que tiene más que nunca. Los meses pasaron y ya tenemos los iPhone 16 entre manos. El modelo base también tiene el botón de acción y los dos modelos han estrenado un nuevo botón: el de control de cámara. No soy un fan de este botón y, aunque no lo he desactivado aún, en los análisis del iPhone 16 y del iPhone 16 Pro, mis compañeros tampoco es que estén demasiado entusiasmados con él, pero aun así, me parece un buen atajo para abrir la cámara y… bueno, habrá quien lo aproveche.
Prácticos. Sin embargo, me parece interesante este cambio de Apple porque el botón de cámara es híbrido: tiene un sistema capacitivo que permite ciertas acciones, mientras que con una pulsación mecánica (es un botón, por mucho que Apple lo escondiera en un inicio)hacemos la foto.
Y el motivo por el que celebro este cambio de postura, al menos por el momento, es porque los botones me parecen mucho, muchísimo más útiles que un sistema capacitivo. Si el móvil está en el bolsillo, puedo subir o bajar el volumen de los auriculares. Si me llaman, puedo rechazar una llamada sin mirar la pantalla. Lo mismo para retrasar un poco más el despertador o, con el nuevo botón de cámara, lo pulso cuando lo estoy sacando del bolsillo y tengo el móvil preparado para una foto rápida.
¿Nadie piensa en los fallos? Además, hace unos días tuve una experiencia en la que los botones demostraron su imprescindibilidad. Tengo una vieja Nintendo Switch que uso sólo en viajes y, como hace tiempo que no viajo, lleva varios mese apagada. El otro día fui a cargarla y no salía el icono de la batería, pero no me preocupé hasta que, pasadas varias horas, la máquina no encendía. Con una simple pulsación de varios de sus botones, la resucité.
En un móvil sin botones físicos, puede que esto sea más complicado si algo sale mal. En los rumores sobre el iPhone con botones capacitados, se decía que el procesador permitía controlarlos incluso con el móvil apagado, pero… ¿qué ocurrió si hay un bug? Es algo que, seguro, los ingenieros y responsables tanto de hardware como de software contemplan, pero siempre puede ir algo mal y sin un botón, no hay algo que "cierre" o abra un circuito.
El revival del botón. Al final, y como decía mi compañero Javier Lacort hace unos días, después de todo… amamos los botones. Hay marcas de coches que están reculando sobre su decisión previa de eliminar botones en la cabina (incluso Euro NCAP los iba a penalizar) y, al hilo de un móvil sin botones, yo no compraría (mientras el mercado me permita evitarlo) un coche sin botones.
Del mismo modo que en el móvil controlo el volumen o el retraso de una alarma sin mirar la pantalla gracias al tacto de los botones, en un coche necesito poder controlar el aire acondicionado, por ejemplo, sin distraerme de lo importante. En las fotos, un coche sin botones, un móvil sin botones o un ordenador con doble pantalla son… de ciencia ficción, pero en la vida real, tengo claro que quiero un botón a mi alcance.
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