Se rumoreaba la salida de lo nuevo de Honor y nada ha parado la presentación, ni siquiera lo ocurrido con Huawei y Google debido a las medidas impuestas por el Gobierno de Estados Unidos. No sabemos la puesta a la venta, pero al menos hemos podido probar uno de ellos y os traemos las primeras impresiones del Honor 20 Pro.
Un móvil con cierta herencia del Honor View 20 pero que supone una actualización con respecto a éste, sobre todo a nivel de cámaras. La propuesta: centrarse en mejorar la fotografía nocturna y aportar una brisa de aire fresco a la combinación de moda, con una cuarta cámara trasera para las imágenes macro.
Un "pequeño" holográfico entre tanto "gigante"
Nos decían en la presentación que en los Honor 20 y Honor 20 Pro han integrado una pantalla de 6,26 pulgadas en el espacio donde habitualmente se encaja una de 5,3 pulgadas. Y la sensación al ver el terminal y sostenerlo efectivamente era la de un móvil compacto, sobre todo viendo que en la gama alta estamos viendo una diagonal media de entre 6,4 y 6,6 pulgadas (que suele suponer volúmenes mayores aunque se aproveche muy bien el frontal).
Es muy cómodo y ligero, y efectivamente la curvatura de los bordes hace que el agarre sea agradable. Una curva que sólo vemos en esta superficie y no en la propia trasera o la pantalla, como hemos visto en el Huawei P30 Pro o el OnePlus 7 Pro, y la verdad es que es algo que se agradece porque la sujeción puede ser mucho más firme sin que moleste el ángulo, ayudado además por esas dimensiones y peso que ya hemos comentado.
Sin jack de audio, lo único que vemos en su base es el conector USB tipo-C. A su lado está el altavoz, que no acaba de estar alineado von el puerto, sino un poco más por encima (más cerca del frontal).
En cuanto al diseño de la cámara frontal, para este terminal y el Honor 20 han optado por su inserción en la pantalla, a diferencia del Honor 20 Lite que presenta un notch en forma de “U”. Está bien integrado, sin salientes ni bordes que se noten al tacto, a diferencia del módulo para la cámara trasera que sí sobresale bastante y presenta tres de las cámaras, dejando a un lado la de macros.
No hemos podido probar el sensor de huellas lateral, que también hace las veces de botón de inicio, de encendido y para llamar directamente al asistente virtual, pero sí parece estar al menos bien ubicado. En general da la sensación de estar bien construido, recordando bastante al tacto al Honor View 20 y construido en plástico.
¿Y el acabado holográfico? Al final se trata de obtener un efecto similar al que veíamos en la trasera del OnePlus 7 Pro y que refleja un color sobre un fondo oscuro. Si bien la iluminación en el área de demos era totalmente contraproducente tanto para sacar fotos y vídeos como para deducir el verdadero color de los teléfonos, lo que hemos visto es que hay bastante diferencia con los renders oficiales y que el Phantom Black es un púrpura bastante más discreto y que el Phantom Blue es un azul mucho más discreto que ese verde que veíamos en las imágenes oficiales.
Sobre todo nos quedamos con eso: bien conseguidos la compactación y el peso, con un frontal que queda dominado por el panel y aprovechando el no adelgazamiento de los bordes para integrar el lector de huellas en el lateral, como el Samsung Galaxy A7 (2018). Eso sí, aunque no resbala cierto es que se ensucia con facilidad (y se limpia con dificultad).
Un agujero discreto, un efecto colateral que no tanto
Poco hemos podido probar de las novedades de software teniendo en cuenta que el ambiente no es nada propicio (para ver qué tal esas mejoras del audio) y que los dispositivos no estaban conectados a la red. Nuestro gozo en el pozo cuando no hemos podido jugar al ‘Fortnite’ o poner algunos vídeos de YouTube, pero al menos hemos visto qué tal andan de fluidez, qué tal la pantalla y si había cambios en la interfaz de Magic 2.1.0 con respecto a su adaptación al agujero.
Hemos visto que en los ajustes de pantalla encontramos algunas herramientas para calibrar la pantalla, que de fábrica parecía venir algo fría (aunque eso era difícil de valorar dada la iluminación). La resolución es aceptable dado que se trata de un tope de gama de precio más ajustado y hemos visto el contenido de manera adecuada, pero se pueda quedar corta para quien exija algo más a este respecto.
Lo que hemos comprobado además es que el agujero puede disimularse de la misma manera que se ofrece cuando existe notch: con una barra en negro que cubra toda la superficie. Pero aquí nos ha invadido el déjà vu y nos ha parecido de nuevo que, se cumpla o no lo del casi 92% de aprovechamiento, al final en la práctica el espacio es mucho menor porque la barra de herramientas es muy ancha.
Todos los terminales estaban configurados para que la navegación por el sistema se realizase por gestos, viendo que el esquema más habitual (y el que hemos visto en otros smartphones de Huawei y Honor) se repite: gesto de atrás deslizando a un lado, gesto de minimizar deslizando desde abajo y multitarea igual pero manteniendo. Iban bien y tanto los cierres como la carga de la multitarea ocurrían de manera fluida, pero es bastante fácil que el móvil entienda como llamada al asistente (deslizar desde la esquina) un cierre o la multitarea, pese a que la pantalla tiene una buena sensibilidad táctil.
La capa no parecía haber experimentado mucho cambio a nivel de ajustes y prestaciones desde que la probamos en el View, pero como hemos comentado habrá que esperar a tenerlo para ver qué tal funcionan las principales novedades y sobre todo jugar. Por el momento, no hemos apreciado un lag demasiado manifiesto y parece que la optimización que han comentado y los 8 GB de RAM le sientan bien a Magic 2.1 en esta nueva versión en lo relativo al uso estándar (navegación por el sistema, sin perder jugar o reproducir multimedia apenas).
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La parte de fotografía resulta bastante atractiva al incorporar una cuarta posibilidad a lo que ya resultaba muy versátil: el triplete fotográfico de moda, el zoom óptico + gran angular + sensor de alta resolución se ve ampliado en este caso con una lente dedicada al disparo macro. Algo que también tiene su público y que ofrece una interesante opción, sobre todo también al ofrecer la mayor apertura focal que hemos visto en una lente para smartphone, superando la f/1.5 de Samsung y algún otro fabricante.
Por desgracia, una toma de contacto no suele dar para evaluar bien los resultados, no más allá de los tests que se pueden hacer en ese ambiente de iluminación desafiante y sin poder verlos convenientemente. Pero aún así hemos experimentado lo que hemos podido con las cámaras, incluyendo la frontal tras el agujero, y os contamos lo que hemos observado.
La app, timón principal para desenvolverse con las cinco lentes del terminal y todos los modos, es la que llevamos viendo ya años en EMUI y ahora Magic UI, con una serie de pestañas fijas y una pestaña de “Más” con los modos considerados accesorios. El HDR sigue siendo uno de éstos, pero aquí encontramos también en esta ocasión el modo Apertura que hasta ahora habíamos visto con su pestaña particular (que sí conserva el modo Noche).
En esa pestaña “Más” vemos también el modo Super macro, que estrictamente no es nuevo, pero que hasta ahora no había ido asociado a una lente en particular. Y por lo demás se mantienen las particularidades que hemos visto en los últimos Huawei, con el botón para la AI en el modo automático, el modo manual y un modo retrato sólo válido para personas.
La app funcionaba aparentemente bien. No hemos notado lentitud al pasar de una lente a otra o al desactivar un modo, si bien nos sigue pareciendo poco práctica esa distribución sobre todo de cara a usar los modos más habituales o “protagonistas”, como ahora ese modo Super macro.
Probando a alternar entre gran angular, zoom y lente estándar hemos visto una fluidez pareja a la que notamos en el P30 Pro (ligerísimas diferencias en tipografías y demás), pero el salto se daba con normalidad tanto en fotografía como en vídeo. Buena actuación del enfoque automático, incluso cuando pasábamos de 3x a 10x en condiciones de iluminación media-baja.
El ruido sí se notaba más con el zoom híbrido, pero no nos ha parecido algo escandaloso teniendo en cuenta la escena y recordando el comportamiento del zoom híbrido del P30 Pro en interiores poco iluminados. Buenas impresiones en cuanto al detalle del 3x, y buen comportamiento de estas tres lentes también en el vídeo que sí ha demostrado ser bastante estable (y le hemos buscado las cosquillas).
Difícil hablar del gran angular al ser una escena tan oscura, pero no se apreciaba una curvatura exagerada o una descompensación de la exposición a priori. En cuanto al modo macro, se nos indicará que podemos acercarnos hasta a 4 centímetros del ítem fotografiado, y en las pruebas que hemos hecho daba un desenfoque (lógicamente) natural y buen nivel de detalle en el primer plano.
Aprovechando esto hemos probado el modo apertura aprovechando que, como en el P30 Pro, podemos también disparar a 1x, 2x o 3x, y si ajustábamos manualmente la apertura simulada y probábamos con el mismo objeto (sin bordes complicados y con buen contraste con el fondo) el resultado no parecía estar muy distante del del modo macro, así que esto podría estar hablando bien del modo Apertura.
Modo retrato sólo para personas, como hemos dicho, que parece hacer un buen recorte pero que vuelve a exigir que elijamos uno de los bokeh preestablecidos, y que nos vuelven a parecer exagerados y forzados. Lo mismo con el modo retrato en la parte frontal, algo más errático en la aplicación del desenfoque (en condiciones muy difíciles) pero conservando muy bien el detalle en el primer plano. Y que no hayamos visto un gran cambio entre los disparos sin y con IA en este contexto puede ser una buena noticia, al posible futuro análisis nos atenderemos.
Hay dudas, pero también ganas
Y es precisamente ese futuro tan dudoso el que nos hace creer que quizás este terminal sea algo más esquivo de analizar. Tras lo ocurrido con Google se ha pospuesto el lanzamiento de estos nuevos Honor, cuya presentación se ha sucedido poco más de 24 horas de haber saltado las medidas de los de Mountain View y del Gobierno de Estados Unidos, ahora prorrogadas.
Eso no quita que nos parezca una apuesta interesante, sobre todo a la hora de los videojuegos y la fotografía. El Honor Play hizo honor (nunca mejor dicho) a su apellido y la experiencia con el ‘PUBG’ y otros juegos era muy buena, y aquí volvemos a tener GPU Turbo, una pantalla protagonista y 8 GB de RAM.
Tampoco se nos ha diluido ese brote de ganas de querer sacar el móvil a la calle para poner a prueba toda esa maquinaria fotográfica, con especial interés en esos nuevos modos y en el disparo macro. Y Magic UI también tiene bastante que demostrar, con nuevas opciones de optimización y una aparente operación bikini.
Así que esperamos poder analizarlo en profundidad y contároslo en detalle como de costumbre. Mientras tanto nos quedan buenas sensaciones tras esta primera toma de contacto.
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